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Los límites humor son tema de debate cada poco tiempo. Esta última vez me ha recordado dos campañas que publicaron en La Criatura Creativa. 1/ Una serie de exteriores con errores en su instalación que sugieren que quien las puso debería revisar su vista. Sigue la línea humorística de la marca, aunque en otro tono porque la campaña anterior relacionada con errores de cálculo al aparcar podía no ser del gusto de todos. 2/ Cuando el objetivo es «romper el estigma alrededor de las hemorroides a través del humor», pueden salir todo tipo de ideas. Unas gustarán, otras no. Según lo doloroso que sea para quien las sufre.
Televisión
Retransmitir en directo tiene sus riesgos, sea el tipo de programa que sea. Incluso cuando los asistentes son profesionales acostumbrados a asistir a galas, alguien puede salirse del guion y eclipsarlo todo. Sí, ya sabes a qué momento de los Oscars me refiero. Pienso en la cabina, en quien hubiese tras la cámara y, de todas las preguntas que flotan en el aire, la que me interesa aquí es: ¿cómo afectará esto a futuros eventos? ¿Cuánto van a querer controlar el mensaje a partir de ahora? ¿Ocurrirá como en otros premios que se emiten con retraso o que se graba y se edita una versión para televisión?
Cine
Los musicales no son precisamente mi género favorito, solo aguanto algunos y casi podría decir que los evito porque la probabilidad de que me gusten es muy baja. Aun así, este fin de semana hice un acopio de valor y vi «West Side Story» por partida doble: la original para recordarla y la nueva para valorarla pensando en los Oscars. Mi conclusión después del maratón es que prefiero los espacios encerrados y la oscuridad de la primera, creo que encajan más con la historia que se cuenta. Y es precisamente lo que más cambia en la versión actual y lo que la convierte en musical de hoy en día.
Internet
Dos de bots para favorecer el debate de la inteligencia (artificial y humana). 1/ David Soler se queja (con razón) de los bots que proliferan por las redes. Los temas de actualidad atraen a sus creadores como moscas. Por eso, igual motivo de queja es ver que hay quien intenta razonar con ellos: ni lo intentes, solo afectará a tu salud mental. 2/ Rubén Alonso también reconoce el poder de los bots, esta vez para piratear libros. Hay muchos clones que replican sin pudor y me refiero de nuevos a sus creadores porque son ellos los que pretender beneficiarse del trabajo ajeno. Y es duro, muy duro, publicar.