Televisión
La exageración llega a las promos de televisión. Es como si sufriesen el drama del naming del detergente. Si a éste le añaden apellidos que sugieren novedad tanto como limpieza o suavidad extra, ahora también los estrenos en televisión parece que se quedan cortos y no se promocionan suficiente con decir ‘nuevos capítulos’ o ‘la serie más vista de…’ y sus variantes. Es lógico si tenemos en cuenta que el tiempo que pasa entre que la serie se estrena en el canal oficial y nos llega aquí: solo tarda (cuando hay suerte) dos semanas. Así que, como en el cine, los de Cuatro han copiado eso de ‘estreno mundial’ y se han sacado de la manda un ‘estreno absoluto en televisión’. Aún estoy pensando qué significa exactamente pero, cosas de la tele, no recuerdo la serie que anunciaban.
Publicidad
La semana pasada esperaba la típica inundación de mensajes comerciales por San Valentín. Pero, quizá porque estaba inmersa en mi propio proyecto relacionado con esta fecha, no tuve esa sensación. Quizá es que hay menos amor en el aire o, todo lo contrario, hay tanto que ya no hace falta venderlo. Sí ha habido los concursos y ofertas habituales pero esperaba más… suerte que para eso está Internet, para encontrar todo lo que no se ha cruzado por mi camino pero me interesaba ver. Por eso me imagino un futuro en el que la publicidad pueda saber qué anuncios explicarme y no porque haya visitado ciertas páginas web o porque a mis amigos les guste algo, si no porque realmente interpreta mi entorno pero todo él, no solo una parte. Seguramente entonces sí habría un problema de privacidad y no con Facebook.
Cine
Leer blogs de cine una o dos veces a la semana como hago yo puede resultar, además de informativo, divertido. Diría que es por una cuestión de frecuencia. Antes, las noticias las leía una vez al mes en revistas que pasaban por imprenta y se distribuían a kioscos, es decir, había cosas que llegaban tarde y que tenían que guardarse para el siguiente mes (o desecharse). Así que cada número tenía un reportaje sobre una película, uno y nada más que uno y se repartían en diferentes números las ‘fases’ de la película: los rumores, el rodaje, el preestreno, la crítica y la comercialización posterior, y los premios si es que aspiraba a ellos. En cambio, leyendo blogs de cine me encuentro con el ciclo casi completo de una película pero al revés porque primero leo lo más reciente: la crítica, el estreno, el tráiler y los posters. Y algunas veces en tan solo una semana… divertido, ¿no?
Internet
Las estadísticas sirven a las empresas para vender en base a algo y a los usuarios para darnos cuenta de si somos como la mayoría o no. A las primeras les sirven para unificar mensajes y los segundos para sentirse parte de un grupo o no. Así que cuando veo estudios sobre la actividad social de las marcas españolas o datos que afirman que los españoles son los europeos más se relacionan con las marcas, me sorprende. Será porque tomé la decisión de que mi presencia en redes es profesional y muchas veces me siento más cercana a la información de empresa que a la de usuario. O, al contrario, porque aunque sea profesional sigue siendo muy personal y me guío por lo que yo quiero, sin problemas corporativos que para algo soy autónoma.