[Contenidos] Modelo de necesidades de los usuarios

El concepto de user needs model tiene unos cuantos años, pero precisamente por eso es interesante ver cómo se reformula y adapta para crear una versión 2.0, más acorde a lo que los usuarios necesitan actualmente. La propuesta de Dmitry Shishkin en Smartocto (a la que llego desde la newsletter de Javier Guallar que a su vez la descubrió en la de Ismael Nafría) se basa en su experiencia en la BBC, aunque no es la única: él mismo cita algunas similares de otros medios en su publicación en LinkedIn.

El modelo de necesidades de los usuarios responde a qué esperan de las piezas. Y lo bueno es que se puede aplicar tanto para prensa como para cualquier empresa porque, recuerda, pueden generar tanto contenido como cualquier medio.

El modelo actual gira alrededor de cuatro ideas:

  • Saber basado a hechos: ¿qué pasó, cuándo y dónde? Mejor si es de forma objetiva y actualizada.
  • Entender impulsado por el contexto: explicar algo complejo para que se formen una opinión sobre un tema.
  • Sentir impulsado por las emociones: conmoverles, crear vínculos con historias y sentimientos tangibles, vívidos.
  • Hacer orientado a la acción: motivar con guías para dar soluciones, periodismo de servicio.

No puedo evitar recordar la clásica content marketing matrix de SmartInsights o el modelo ThinkFeelDo (que menciono en «Pilares del contenido«), pero en este caso cada una está compuesta por ocho necesidades concretas:

  • Actualización («ponme al día con hechos»): noticias directas, informativas, que inician una cobertura desde diferentes ángulos. Formatos: resumen, última hora, directos.
  • Compromiso («mantenme involucrado con hechos»): visión del impacto de lo que ocurre, animándoles a que se unan a la conversación. Formatos: citas, reacciones, contenido externo incrustado.
  • Educación («edúcame con contexto»): aprenden tanto como se despierta la curiosidad de temas concretos básicos o complejos. Formatos: glosario, FAQ, infografías.
  • Perspectiva («dame perspectiva con contexto»): expertos y analistas explican, dan opiniones y citas para dar pros y contras que ayudan a tomar decisiones. Formatos: ensayo invitado, entrevista, perfil.
  • Diversión («distráeme con emociones»): distraerse con un tema ligero, para hacer más llevadero lo difícil. Formatos: galería de imágenes, relatos cortos, artículos de fondo.
  • Inspiración («inspírame con emociones»): gente interesante haciendo cosas interesantes. Formatos: entrevista, relato histórico, reportaje en primera persona.
  • Conexión («conéctame para actuar»): historias sobre personas, ideas o experiencias en búsqueda de empatía y sentimiento de pertenencia. Formatos: columnas, anuncios, formularios de inscripción.
  • Ayuda («ayúdame a actuar»): profundiza sobre temas concretos. Formatos: consejos prácticos, cronología, check lists.

¿Y cuáles son los cambios respecto a la versión anterior? Se ha añadido el último par de necesidades, asociadas a la acción: los usuarios buscan información que les ayude a actuar a nivel personal (ayúdame) y social (conéctame). También se ha matizado el compromiso (keep me engaged) desde las tendencias (keep me on trend) para que quede claro que va más allá de las redes sociales: el usuario quiere conversar y debatir sobre la actualidad.

Si te estás preguntando cómo son tus contenidos, puedes probarlo al momento desde su web (el que acabas de leer se queda con un 32 en contexto, 28 en acción, 24 en hechos y 16 en emoción). Si quieres ejemplos de aplicación de este modelo, tienes varios en su ebook (descarga a cambio del correo).

Media News S26 A22

Televisión
Hay doblajes franceses que parecen hechos en serie. Ojo: no lo digo porque sean de una serie, sino porque son las mismas voces que entre capítulo van intercambiándose. El problema viene cuando puedes identificar su implicación en el caso por el doblaje. Sí, en la típica serie de investigación policíaca, los malos siempre tienen la misma voz. ¿Por qué? Supongo que porque son los que más «minutos» tienen. Claro que aún es peor cuando con la nueva temporada le cambian la voz al prota que es «bueno» para ponerle la que en otra serie es de «malo». Tendré que recuperar la costumbre de ver las series en VO.

Cine
Las películas empezaron siendo costumbristas, luego humorísticas, históricas… y no tardó en llegar la ciencia ficción. Con los recursos que se tenían, es normal que hoy se vean con una sonrisa en la cara. La historia del cine está muy ligada a la tecnología, especialmente para fabricar algunos sueños. ¿Qué más da si los dinosaurios son de cartón piedra o iguanas disfrazadas? Claro que los dibujos son más fáciles y que los efectos actuales los llevan a otro nivel, pero en el fondo, se trata de contar la historia como buenamente se puede: sean malos o buenos, domesticados o salvajes, serán protagonistas.

Internet
La noticia estos días es, sin duda, que vuelve Google News. ¡Hasta han puesto un anuncio en los papeles! Si te interesa, Lluís Codina ha hecho un buen repaso a cómo funciona. Claro que, según tu edad, quizá no sea un tema que llame tu atención porque parece ser que los jóvenes no se informan en la prensa. El Digital News Report (infografía resumen) no es el único estos días en repasar el consumo de medios: Reuters Institute también confirma que, a menos edad, menos uso del correo para acceder a boletines informativos. Claro que ahí no se contemplan las newsletters de autor como son las que analiza Guallar y compañía.

Publicidad
La primera lona que vimos con una foto hecha con móvil fue una sorpresa, aunque ya no lo es. Ver campañas con imágenes de personas «reales» compitiendo en atención con gente famoseta es bastante común. Pero, ¿qué pasaría si, paseando por la calle, te encontrases con la foto de alguien que conoces? ¿Y si te fijases y descubrieses entonces que se suicidó? El objetivo principal de la campaña «La última foto» no es ese, más bien es que nos demos cuenta de que no todo se ve tan bien como parece en una imagen, menos en redes. Es básico prestar atención a nuestro entorno y estar disponibles, pero de verdad.

[Contenidos] Motivos por los que sí/no se paga una suscripción

¿Cuánto pagarías por tener acceso a estos posts? ¿O por leer mi newsletter? ¿O por contenido exclusivo en redes? Es la gran pregunta que ronda la creator economy. ¿En cuánto se valora el esfuerzo de crear un contenido? En realidad, antes viene otra, aún más importante: ¿pagarías? Si la mayoría de respuestas son «no», no tiene sentido plantearse «cuánto», solo cabe una pregunta: «por qué». ¿Tan malo es el contenido que no vale nada? ¿Qué factores influyen en la decisión?

Motivos por los que no se paga una suscripción

Leo en el Laboratorio de Periodismo sobre un estudio con las razones por las que no se quiere pagar por una suscripción. Obviamente, tú sabes bien tus tuyos, pero siempre viene bien saber lo que opina el resto (aunque sea prensa en Holanda).

Los motivos por los que no se paga una suscripción a un periódico (y que pueden aplicarse a otro tipo de contenido) son:

  • Precio: puede ser que se perciba como caro si se ha de quitar de otros gastos o también que se tenga como referencia un precio de otro tipo de suscripción que ya se tiene activa (televisión de pago, por ejemplo).
  • Gratis: muy relacionado con lo anterior, hay mucho contenido gratuito y, aunque algunas veces sea con un nivel de profundidad interior, ya se considera suficiente.
  • Compromiso: tres submotivos posibles, a cuál más interesante. Uno que implica vincularse a largo plazo (¡y acordarse de darse de baja!), dos que sea con un medio concreto (¿cómo elegir a qué blog suscribirse?) y tres que también te hace invertir tiempo y energía en consumir su contenido (como ir al gimnasio).

Son razones que sirven también con un blog, newsletter o podcast porque todo es contenido, aunque lo produzca una persona en su tiempo libre y no con un medio detrás.

De hecho, a veces alguien se hace esas preguntas y hace una encuesta. Suele empezar con una duda tipo «me estoy planteando…» y acabar con «¿qué modelo de suscripción aceptarías?» y una lista de precios. No suelen preguntar por la pregunta que de verdad importa: ¿cómo tendría que ser el contenido para que quisieses pagar (o pagar más)?

Motivos por los que sí se paga una suscripción

El mismo estudio holandés apuntaba, también según el Laboratorio de Periodismo, qué razones llevarían a los participantes a querer darse de alta y pagar la suscripción a un diario. Repito que no se puede decir que sean datos representativos, pero sirven para incentivar el debate.

Los motivos por los que sí se pagaría una suscripción a un periódico (y que pueden aplicarse a otro tipo de contenido) son:

  • Precio: entre 3 y 5 euros al mes como máximo, y mejor si se puede compartir entre varios.
  • Flexibilidad: para superar el miedo al compromiso, una opción es el pago por uso.
  • Calidad: un servicio premium se asocia a mejores piezas, más largas o profundas, pero también a las gratuitas para elegir según el momento de consumo.

Sí, son casi las mismas razones por las que se decide no pagar, pero precisamente por eso me lo creo: son caras de la misma moneda. Lo ideal vendría a ser algo así como un precio ajustadito justificaría la inversión en un contenido mejor que el que ya hay gratuito, pero solo si se puede pagar de forma conveniente.

Esta visión no soluciona ni de lejos el dilema de elegir qué suscripción se prefiere (un contenido semanal difícilmente puede competir con Spotify o Netflix si no es muy especializado, léase profundo). Pero, al menos, sí pone un contexto a quienes están pensando en dar el salto al contenido de pago.

[Contenidos] Datos de la profesión periodística en la comunicación corporativa

Cuando se habla de contenidos, los departamentos de marketing y comunicación son los principales que se disputan su gestión. En su interior, el periodismo suele aparecer en los perfiles más habituales para su creación.

Pues bien, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) ha publicado en su «Informe Anual de la Profesión Periodística 2021» datos sobre la relación que tienen sus asociados con la comunicación corporativa y hay algunos más que interesantes.

Destaco los que más relación tienen con los contenidos (aunque hay muchos más sobre esta profesión):

  • En total, el 57% opina que el trabajo en departamentos de comunicación no puede considerarse una actividad periodística. Pero el detalle es curioso: lo cree así el 66% de los periodistas que trabajan en periodismo, pero es lo contrario que cree el 65% de los que trabajan en comunicación. El principal motivo para considerarse periodismo son que trata de comunicar contenidos a terceros. El principal para no hacerlo es que no trata de informar sobre la actualidad, sino en función de los objetivos de la empresa.
  • Entre las contrataciones por categorías profesionales de los que dicen trabajar como periodistas, hay un apartado para «labores no periodísticas» que incluye «marketing o publicidad» que se lleva un escaso 0,7% este año (era un 1% en 2020), lo mismo que «estrategia en redes sociales». «Director de comunicación» se queda con el 1,7% (0,6% el año pasado) mientras que «técnico de comunicación» es el porcentaje más alto de este apartado con un 2,3% (1% antes). En los otros apartados (medios de diferentes tipos), la categoría de «redactor» se lleva los porcentajes más altos.
  • Sobre la condición laboral, el 69% de los periodistas y el 58% de los comunicadores afirman que se hicieron autónomos porque «se vio forzado por las circunstancias». La mayor ventaja de serlo es organizarse el propio trabajo (70%) y el peor inconveniente la instabilidad económica (74%).
  • Los encargos que se hacen a los periodistas autónomos son mayoritariamente noticias/reportajes/crónicas (42%) y posts/entradas para medios digitales (19%).
  • Hay algunos matices a tener en cuenta entre las actividades del trabajo en comunicación entre contratados y autónomos: los primeros hacen más comunicados de prensa, contactos con medios, comunicación interna y organización de eventos; mientras que los segundos hacen más mantenimiento en redes sociales y contenidos para web corporativa, así como publicaciones corporativas en general y contactos con agencias de publicidad.
  • Solo el 10% de los contratados en comunicación trabajan en una agencia, la mayoría lo hacen en una institución, ONG o partido (32%).
  • Los ingresos tanto de periodistas como comunicadores contratados son algo mayores que para los freelance. Ahora bien, las horas trabajadas de los contratados también son más, excepto en las franjas más bajas (menos de 30 horas).
  • En cuanto a los periodistas contratados, el 34% dice haber realizado con frecuencia una cobertura informativa favorable a cambio de publicidad, el 45% de forma esporádica y el 22% nunca. Por su parte, el 21% de los comunicadores contratados dice haber amenazado con retirar la publicidad como forma de presión al periodista.

El informe incluye muchos más datos, como la industria publicitaria del sector, el consumo y confianza en los medios, los muros de pago de los medios digitales y el uso que dan los periodistas de las redes sociales, entre muchos otros.

[Contenidos] Cómo convertir una nota de prensa en branded content

Diferenciar formatos de contenidos es algo tan necesario en la teoría como ignorado en la práctica. Aun así, aquí va un post de esos que resumen parte de lo que comento en mis clases sobre el tema (generalmente a a estudiantes de marketing o periodismo). Suelo enfocarme en diferenciar marketing de contenidos y branded content, pero también dejo claro que las notas de prensa no son todo lo que publican los medios por influencia de las empresas y sí, todo es contenido, pero no todo es igual.

Branded content VS Nota de prensa

Diferencias entre branded content y nota de prensa

La forma más sencilla de encontrar diferencias y similitudes es utilizar una definición de los conceptos:

  • Branded content: según la BCMA, «es un activo de comunicación producido o coproducido por una marca que, mediante formatos que cumplan un rol de entretenimiento, información y/o utilidad, tiene el fin de comunicar sus valores y conectar con una audiencia, que al encontrarlo relevante le dedica voluntariamente su tiempo de atención».
  • Nota de prensa: documento con una noticia, información o novedad corporativa que se envía a periodistas (y similares) para que se hagan eco de ella en sus medios.

Aclaro que, dado que lo estamos comparando el branded content con las notas de prensa, me centro con la vertiente informativa, es decir, cuando una empresa llega a un acuerdo con un medio para publicar contenidos de marca, sea en sus secciones habituales o en un microsite expresamente creado para ellos.

Entonces, tienen en común que son contenido, claro, pero hay varias diferencias entre ellos. Siguiendo los puntos básicos de un posible briefing de branded content:

  • Objetivo: el branded content se hace para crear una conexión, un punto de unión, y se puede enmarcar en el branding; las notas de prensa persiguen notoriedad en los medios, difundir datos propios y hasta sirven de link building.
  • Enfoque: el branded content se centra en el territorio de marca y no le importa hablar de otras empresas que pueden estar relacionadas, mientras que las notas de prensa están centradas en la empresa y es impensable que se mencione otro nombre propio que el suyo y de sus caras visibles.
  • Formato: en general, el branded content tiene muchas posibilidades, aunque si nos centramos en el contenido textual informativo, como son noticias, entrevistas o reportajes (no publirreportajes), existe la posibilidad de creer que es publicidad nativa cuando tampoco son lo mismo (esta prima el formato para adaptarse al canal en el que se distribuye y camuflarse para que no parezca un anuncio, mientras que el branded content no es nada intrusivo, al contrario). Por su parte, la nota de prensa está bastante estandarizada y es difícil imaginarla de otra manera. Evidentemente, la BCMA no la incluye entre los formatos del branded content.
  • Fechas: el branded content puede ser más atemporal, pero la nota de prensa viene con la fecha bien visible (incluso embargada) y suele tener una vida útil más bien corta.
  • Presupuesto: el branded content que aparece en prensa (y similares) es un contenido por el que se paga y debe indicarse como tal (al menos en teoría), mientras que la nota de prensa intenta salir gratis (aunque también cobran por escribirla y publicarla).

Ya ves que hay bastantes diferencias. Entonces, ¿por qué poner a periodistas (acostumbrados a trabajar con notas de prensa) a crear piezas de branded content? Hasta los medios ofrecen servicios de este tipo, como si fuesen agencias, aunque debo decir que, en mi experiencia, les cuesta cambiar su mentalidad (basada en el refrito y el C&P) para pasar del mensaje corporativo al contenido de marca (mucho más creativo).

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De la nota de prensa al branded content

El branded content no es una evolución de la nota de prensa: son dos tipos de contenido que siguen caminos paralelos, perfectamente complementarios y que incluso alguna vez se juntan, como cuando se lanza una nota para avisar de que arranca un branded, se publican los resultados en un medio del sector o se ganan premios con él.

Es relativamente fácil que las empresas tengan notas de prensa, así que es lo más sencillo que puede entregarse al medio para crear el branded content. Puede usarse como parte de la documentación, pero no es suficiente con poner una introducción nueva, cambiar algunas frases del centro y añadir un cierre un poco diferente.

Para convertir una nota de prensa en un branded content, hay que hacer más evidentes sus diferencias (repasa todo el bloque anterior de este post si te lo has saltado), así que lo primero es olvidarse de repetir el nombre de la marca en el título, entradilla y (casi) todos los párrafos de la pieza. No hace falta porque lo importante no es ella, sino el contenido (¡obvio!). Por eso hay que trabajarse un poco más el texto y crear algo interesante para la audiencia sobre el territorio que comparten y que la atraiga conozca o no la marca.

El punto de partida para encontrar el tema puede ser una frase de la nota de prensa y así aprovechar un cachito de ella, con un poquito basta. El resto, es decir, casi todo ha de desarrollarse buscando datos complementarios, añadir un contexto bien amplio que rodee la información corporativa y le dé sentido. Esto puede ser con estudios relacionados, incluso hablar de otras empresas o expertos que puedan aportar puntos de vista interesantes y que no sean competencia directa (tampoco hay que regalarles nada).

Si quieres un porcentaje, lo corporativo puede ser un 10-30% del total de la pieza. Así que para pasar de la nota de prensa al branded content hay que desarrollar mucho contenido nuevo. De hecho, lo mejor es enfocarlo de esta manera, como una pieza alrededor de un tema e incluir la mención a la marca de forma indirecta, diluida con el resto. Es la mejor vía de alejarse de la información corporativa. Por eso, las fotos más adecuadas para acompañar el texto son de stock, no tanto las que acompañan a la nota de prensa donde esta sale en primer plano porque, insisto, la marca no es la protagonista de esta historia.

El resultado de esta transformación ha de ser una pieza informativa que transmita valores y sea relevante para el público del medio. Lleva más tiempo crearla, pero sirve mejor al objetivo de buscar una conexión, tanto con esos valores como con la audiencia.

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