Televisión
Poder elegir la cámara desde la que seguir un evento es una opción interesante para ciertos deportes (y ciertos telespectadores). Pero eso es ‘solo’ cambiar la imagen, ¿no sería igual de interesante que pudiésemos cambiar también la pista de audio? Podría ser una forma de ‘sintonizar’ con otros canales que estuviésen emitiendo el mismo partido o carrera, por ejemplo. Si la señal es internacional, ¿por qué no se puede oír a cualquier otro comentarista? Por un lado, oírlos en otro idioma seguro que aportaría tanto como verlos desde otro ángulo. Por otro, oírlos con voces menos estridentes también sería una arreglo interesante para dejar de escuchar a comentaristas histéricos.
Publicidad
Hacer un maratón de buenos anuncios es algo que cada vez cuesta más. Cuando se recopilan premios, entonces sí. Pero en el día a día, durante los cortes publicitarios, es más fácil que nos encontremos con anuncios de dudosa creatividad. Si aún así quieres ver unos cuantos seguidos, mírate los Premios Sombra de este año que son como los Razzies para el cine: premian los peores anuncios. He visto algunos que (afortunadamente) desconocía, pero otros que llegué incluso a comentar por esta sección semanal. Como en cualquier premio, quizá los anunciantes tengan la suerte de ser premiados en otros certámenes o, lo que realmente importa, en los resultados.
Cine
No es la primera (y seguramente no será la última) vez que me quejo de la manía de traer de vuelta películas clásicas para tratar de adaptarlas a las nuevas generaciones (por expresarlo de alguna forma). Lo mismo pasa con las segundas partes que son totalmente innecesarias pero que se rescatan como si hiciese falta para reanimar la ilusión de unos buenos personajes. Vivir de viejas glorias parece rentable pero se acabarán agotando o se llegará al absurdo de hacer quintas partes de terceros reboots. Al leer mis feeds de cine, algunas veces tengo esa sensación y sigo pensando que es lamentable que no se busquen nuevas historias para nuevos personajes.
Internet
Curiosa lista de programas que hacen el mundo girar y que si fallasen provocarían más de un problema grave. Algunos sí sabemos que existen y los usamos a diario pero otros la mayoría de los mortales ni sabemos qué hacen. Con la saga «Terminator» o hasta la serie «Person of interest» en mente, esta situación debe preocupar a más de uno. ¿La dependencia que tenemos es una ayuda o un peligro? Hay argumentos para las dos opciones, no es un debate que se pueda ganar fácilmente. Pero sí que deberíamos tenerlo de tanto en tanto y plantearnos hacia dónde vamos y qué sacrificamos en cada situación.