Televisión
El tiempo de espera para ver una serie se ha reducido al mínimo, podemos ver los nuevos capítulos casi simultáneamente. Por eso me sorprende cuando se estrenan las que tienen varios años. Y no me refiero a pocos, me he encontrado que nos llega alguna de 2014, con varias temporadas a sus espaldas y hasta terminada/cancelada. Vale, no tienen el renombre de una gran cadena, ni grandes protagonistas, ni premios internacionalmente conocidos, ni millones de espectadores. Pero alguien ha comprado los derechos de emisión y piensa llenar algún que otro hueco de programación con ella. Quizá la excusa del retraso es que viene como parte de un paquete con alguna otra serie más interesante y acabe siendo algo fallido, pero lo prefiero a ver en 4 canales lo mismo (o simulcast).
Cine
Cualquier entrega de premios da para mucho. Sea por el presentador, los discursos o el binomio ganador/perdedor, siempre hay algo que escribir sobre el antes, el durante y el después. Además, los Globos de Oro tienen la gracia de entregarse en una cena, así que lo divertido también es ver cuánta chispa llevan los asistentes. Hay que destacar el momento Wally en el que se busca a famosos detrás de quien sea que estén enfocando las cámaras. Algunas veces no se encuentra a quien se busca, algunos porque están desaparecidos y otros porque no conocemos sus caras. Ya, para los primeros están sus propias redes sociales y para los segundos los premios más técnicos. Pero algunos nunca están en una entrega de premios, aunque sean protagonistas de tus pelis favoritas.
Publicidad
Dicen que ya es época de rebajas, aunque también hay quien dice que, como se hacen descuentos durante todo el año, no es tan evidente que sea el mejor momento para ir de compras. El Corte Inglés lo va anunciando para que nos acordemos y lo hace con una musiquilla un pelín pegajosa, tanto que a los 10 segundos ya me preguntaba cuánto duraba el spot. Parece que los jingles vuelven, si es que alguna vez llegaron a irse. Tengo ganas de ver qué se les ocurre para anunciar que «Ya es primavera» considerando que este año las estaciones están más locas que nunca. Quizá puedan reciclar la idea, cantar «[Este año sé que sí] habrá primavera» y así ahorrarse la campaña porque, a este paso, el otoño seguirá hasta verano.
Internet
Aprovechando la cierta calma que proporcionan las fiestas navideñas, he mirado con más espíritu crítico que nunca mi LinkedIn y mi Twitter. En ambos casos he llegado a la conclusión de que me aportan menos que antes. Para solucionarlo, en el primero he dejado de seguir a unas cuantas personas de sectores muy diferentes al mío con lo que comparten contenidos poco relevantes para mí. En Twitter, he intentado utilizar la opción de los tuits destacados a ver si descubría algo interesante, pero sin mucha suerte. Lo curioso es que las redes sociales tienen la funcionalidad de recomendación que, teóricamente, te ayuda a encontrar personas afines. Parece que el algoritmo les falla cuando te pones un poco exigente porque me está costando que funcione.