Cada cierto tiempo alguien me envía un mail para preguntarme algo. El principio del mensaje suele empezar porque han comprado alguno de mis libros, continúa con la pregunta en cuestión y casi siempre acaba añadiendo que es urgente que le responda. Tristemente, la mayoría de las veces, por mucho empeño que ponga, no me vuelven a escribir para contarme si les ha servido mi respuesta.
No es que quiera abrir una consultoría pero me parece una buena manera de reinvertir aquí el tiempo que gasto contestando. Por eso he decidido aprovechar para este post una de las últimas preguntas que me han hecho: si una noticia no es de actualidad, ¿tiene sentido que la publique?
Mi respuesta es clara: ¡sí! Y se me ocurren varios motivos:
- Tus lectores: quizá no conocen la noticia y, si la conocen, quizá esperan saber tu opinión.
- Enlaces internos: si en el futuro vuelves a hablar sobre el tema podrás enlazar a un post tuyo en lugar de a otros blogs o medios.
- Los buscadores (léase Google): contenido escrito, contenido indexado y que puede atraer nuevas visitas.
Correr tras la primicia sí llama la atención del resto pero también las reflexiones después de unos días que se fundamentan no tanto en la actualidad sino en consideraciones posteriores. Por tanto, el enfoque de la noticia no puede ser el mismo si se acaba de dar a conocer o si han pasado varios días.
En el primer caso se quiere ser la referencia y no se suelen utilizar muchas fuentes externas ni tampoco se exponen muchas ideas; en el segundo, con tiempo, se puede contrastar y enlazar diversas referencias para resumir la situación de partida antes de opinar.
Los dos acercamientos a la actualidad son válidos y perfectamente compatibles puesto que el uno depende del otro: quien publica una noticia pasada utiliza las fuentes que lo hacen primero y éstas necesitan a futuros lectores para construir su reputación.