[WWW] «30 años», Genís Roca en IX Crosstalent

El formato del Crosstalent no permite grandes charlas del invitado. Así lo anunciaban también desde la organización para el IX que se ha celebrado en Barcelona esta tarde: Genís Roca no venía a dar una charla sino a escuchar nuestras opiniones sobre redes sociales en la empresa.

Y opiniones ha habido muchas (140 inscritos) pero ninguna (al menos las que he escuchado) ha conseguido dar argumentos suficientes como para negar el argumentario de Genís. Según su planteamiento inicial, y aunque negase querer ser provocador, el tiempo mínimo que queda para que las redes sociales (y la digitalización en general) se consolide en las empresas y se implante en los procesos internos es de 30 años.

A simplemente vista, y por el propio ambiente endogámico en el que debatimos, parecía que Genís estuviese equivocado pero haciendo números (pensando sobretodo en nuevas generaciones) tampoco está desencaminado: el tiempo de digitalización de cada empresa variará en función de su entorno y de su tamaño.

Las empresas pequeñas (autónomos y micropymes) lo tienen más fácil porque sus procesos son más rápidos. También aquellas que habiten un sector con alto grado de digitalización ya que su propio entorno las obliga si quieren sobrevivir. Para éstas los 30 años suena exagerado porque ya lo están viviendo, en mayor o menor medida.

Pero las grandes empresas siguen otro tempo, y se las necesita para que repercuta en el PIB de un país. Con suerte ya desde marketing o su agencia de turno intentan venderle al director general de turno que existen nuevos canales para acercarse a los clientes. Pero hasta que no se de cuenta por sí mismo, la digitalización social no estará consolida. ¿Tiempo estimado? Lo has acertado, 30 años.

Genís ha sabido bajarnos de la nube pero de alguna manera también nos ha motivado a seguir minando poco a poco las empresas para intentar acelerar el tiempo de espera… y sacar también nosotros rendimiendo… antes de 30 años.

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Televisión
Muchas noticias esta semana: que si GolTV se acerca ya al millón abonados; que si TeleCinco cobra por el preestreno de sus series; que si Cuatro ya tiene cuatro años (y la sensación de que será una gran noche); que si la edad del posible nuevo Director General de RTVE; que si se aumenta a 29 el total de minutos por hora permitidos para publicidad y telepromos… Demasiado se habla últimamente de televisión, pero no se habla bien o al menos yo no tengo la sensación de que sea para dar buenas noticias.

Publicidad
Me gusta el teaser del Proyecto 2038 de Caja Madrid. Es realmente una campaña muy selectiva: solo los que son clientes de esta entidad saben que ese es el código que encabeza su número de cuenta. El resto, nos estábamos preguntando quiénes eran hasta que aparece el color verde al final. De todas maneras, no es una manera convencional de anunciarse una caja y solo unas pocas se atreverían.

Cine
Este fin de semana se estrena «Cuento de Navidad» y, aunque sea fan de «Los fantasmas atacan al jefe», me gustará ver otra versión del clásico. Solo espero que, aunque sean «dibujos», pueda ver la película tranquilamente. Es curioso que ya no tenga que decidir a qué cine ir, sino en qué sesión encontraré menos niños. Con un poco de suerte, yendo a la última podré esquivarlos.

Internet
Del «Estudio sobre Redes Sociales en Internet» publicado por Elogia y la IAB, me gustaría destacar dos ideas: que el 30% de la gente recuerda una campaña publicitaria y que el 56% no es fan de ninguna marca. Me hubiera parecido una pregunta interesante para el 44% que dicen ser fans de marcas si ver sus noticias en el muro lo consideran publicidad o no.

[WWW] Críticas, ¿reflexiones o ideas rápidas?

Escribo este post en una habitación sin televisor y, evidentemente, no es una sala de cine. Aquí la única pantalla que hay es la de mi ordenador (todavía de sobremesa) porque mi móvil se aburre sobre el escritorio de lo poco que lo uso.

Por tanto, es difícil que pueda tuitear qué estoy viendo en la tele y tampoco podré dar mi opinión sobre una peli nada más salir del cine (ni dentro, claro). En los dos casos, mi crítica (si es que encuentro el tiempo para hacerla) llegará pasado un rato después del consumo, es decir, después de haberlo reflexionado (o digerido en algunos casos).

Muchas veces he apuntado las ideas que me venían a la mente mientras estaba frente al televisor o a la salida del cine. Pero eran palabras o frases sueltas con el objetivo de conservar detalles que habían llamado mi atención, no para compartirlas sin antes reposarlas, ordenarlas y argumentarlas.

Viendo que se usa Twitter, entre otras muchas cosas, para comentar y recomendar, también entre otras muchas cosas, lo que se ve en televisión y lo que se ha visto en cine, me pregunto si las ideas rápidas, sin un discurso detrás, se pueden considerar una crítica.

Lo mismo se puede aplicar a Facebook. A principios de año empezaron a verse los primeros programas que combinaban la retransmisión en directo y los comentarios en tiempo real. Hoy cada vez hay más cadenas que lo hacen y creo que con buenos resultados (me gustaría saber qué opinan ellos).

No creo que ser crítico de televisión o de cine sea una profesión condenada a desaparecer (como tampoco lo es el formato blog, por cierto). Sí, la recomendación de un amigo tiene mucho peso en las decisiones, más que la publicidad, pero ¿más que la opinión de un experto (o similar)? ¿Se puede comparar una charla de sobremesa (aunque sea virtual) con un artículo en una revista especializada?

Anteriormente… ¿idea concentrada o post desarrollado?

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Publicidad
«El pan Bimbo, que sea Bimbo». Así de contundente es la última campaña de esta marca de pan bimbo, digo, de molde. Han debido cansarse de ser un nombre génerico y, en plena negación de las marcas blancas, quieren dejar bien claro cómo es un pan Bimbo. Paralelamente, además de esta campaña de marca, empapelan los diarios gratuitos con pidiendo la colaboración ciudadana en www.ponlenombrealnudo.com. ¿Acabará siendo también ése un genérico? 

Internet
Avance de datos del «Estado de la blogosfera» de Technorati que, aunque quizá no tenga tanta autoridad como antes, sigue proporcionando datos a tener en cuenta. Por ejemplo, que un 40% de los bloggers encuestados hayan trabajado alguna vez en medios tradicionales lo cual sorprende pero no tanto como el 49% que ha abierto más de un blog. Quizá los datos no sean representativos para la blogosfera hispana, pero si leemos blogs en otros idiomas y de otros países, tenemos que ser capaces de comprender también otras blogosferas.

Televisión
Hora anunciada de inicio del programa: 22h. Hora a la que realmente empieza: 22.30h. ¿Qué han hecho en esos 30 minutos? La mitad del tiempo, resumen del programa anterior; una cuarta parte, avance de lo que vamos a ver; y la otra cuarta parte, publicidad. En momentos así, me da por recordar la época en la que los programas se emitían en directo porque no existían aparatos para grabarlos. Eso sí, lo hago pensando en que la próxima semana me sentaré en el sofá media hora más tarde… la anterior también lo hice y solo lo he retrasado 10 minutos. Más que nada, por prevenir.

Cine
Por culpa de mis últimas experiencias en salas de cine y sobretodo a raiz de la calificación de «Saw VI» como película X, me pregunto qué caso se hace hoy en día a esas «recomendaciones» con las que supuestamente se advierten de contenidos inadecuados para ciertas edades. Trato de imaginarme una calificación que fuese de obligado cumplimiento y me imagino, como ya hubo en algún cine, una guardería en la entrada para dejar a los niños mientras se ve una peli no recomendada para menores. Era el Cinesa Floridablanca y acabó cerrando allá por el 2000 (ahora Renoir Floridablanca), así que no debía ser muy rentable aunque seguro que muy gratificante para los espectadores.

[WWW] ¿Dónde comentar?

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Mauro Entrialgo en Plétora de piñatas

El título deja claro que no quisiera entrar en el debate de si los blogs han muerto o no pero creo conveniente aclarar para continuar que no creo que vayámos de dejarlos morir simplemente por la llegada de otros, como el microblogging o las redes sociales.

Desde mi punto de vista (y tal y como los uso), cada uno sirve para una cosa y todos pueden convivir sin que tengamos que enterrar a ninguno de ellos. Y me alegra no ser la única que lo piensa.

Ahora bien, es cierto que todos estos formatos se están mezclando de tal manera que es díficil seguir la pista, no de la opinión del autor (de hecho es hasta puede llegar a ser repetitiva), sino de los comentarios que reciben los posts.

¿Dónde comentar? En el blog, donde originalmente se comparte la idea; con un reply o RT en el Twitter donde se anuncia el post; en el perfil del blogger en la red social de turno donde también se puede decir simplemente ‘Me gusta’ (puede contar como equivalente a ‘pienso igual’ o ‘felicidades por el post me ha gustado’);  en la página del blog en la misma red social de turno que también admite comentarios y ‘Me gusta’s; en el post que también se copia en otra red social sectorial donde solo algunos pueden leerlo; en cualquiera de los muchos rankings donde puede ser votado…

¿Cómo se puede seguir el debate si está tan desperdigado? Sí, hay plugins que recogen los tweets y los ponen de comentarios como si fuese un trackback tradicional pero viendo todas las posibilidades, sólo el autor con un poco de interés tendrá constancia de qué le dice quién.

¿No está fomentando el blogger que disemina sus posts que los comentaristas no sepan dónde comentar? Sí, quizá consiga que más gente lo lea pero, ¿está repeliendo un debate coherente? ¿Se pierden comentarios de esta manera o crees que se ganan?

Creo que un comentario puede ser tanto o más interesante que el propio post. Como siempre, me encantará leer tu opinión… aquí o en cualquier otro lugar.

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