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La gente tenía ganas de volver a los bares y las marcas están haciendo campaña para que ocurra, fase a fase. La semana pasada hablaba de Heineken, pero hay varios más: en Moritz buscan las nuevas primeras veces, Cacaolat nos pide que vayamos el doble de veces y, en general, varios ayuntamientos quieren que volvamos a los comercios (otros al teatro). Todo sea por animarnos a volver, porque de eso van las campañas últimamente, de volver. Hasta ahora solo volvía El Almendro por Navidad, aunque este año quizá lo tenga un poco más difícil. Volver, estamos volviendo, pero no somos los mismos.
Cine
Parece que la gente también tiene ganas de cine, aunque sigue sin estar claro cuándo volverán a abrir las salas. Si tienes curiosidad, puedes apuntarte a esta web y se comprometen a avisarte cuando ocurra por fin ese momento tan deseado en tu ciudad. Si no tienes prisa, quizá este vídeo no te anima a ir al cine, pero sí a ver alguna película de tu DVD/BRteca. Es fácil que ocurra, quizá incluso puedas recordar en qué sala la viste, con quién o cualquier otro detalle relacionado con ella. Así es el cine, provoca recuerdos y sensaciones que no siempre se producen en la pantalla pequeña (aunque se consiguen otros).
Internet
La gente también tiene ganas de información clara, sencilla para entenderla sin dificultad. Los medios se esfuerzan, pero cuesta seguirles cuando intentan cubrir varias zonas/fases. El resultado es que lo fácil no es entenderlo, más bien es que cada uno saque sus propias interpretaciones y hasta se confunda. Por eso resultan interesantes iniciativas como Desescalapp, una web que cuenta con un lenguaje plano y sin florituras cómo está tu ciudad, qué puedes hacer y para qué aún tendrás que esperar. Me parece buena idea, aunque a estas alturas quizá la comunicación institucional ya debería ser así.
Televisión
Sigo con la confianza en los medios porque los presentadores virtuales ya son una realidad, al menos en China. No es la primera vez que se habla de ellos, pero serán noticia hasta que estén en todos los canales y aún falta bastante para que eso ocurra. De hecho, es una discusión similar a resucitar actores para películas o a la de usar redactores automáticos. Estamos en una fase muy temprana para pensar que la tele se librará de presentadores de carne y hueso, pero sí que pueden hacer algunas tareas en programas minoritarios que sirvan de prueba para confirmar si ganan o pierden credibilidad.