Televisión
Cuando las pantallas eran 4:3, no había este problema pero ahora que los televisores son cada vez más grandes parece que les falta espacio para poder anunciarse. Siguen apareciendo mensajes para recordarnos programas de estreno horas o días antes, tapando caras de los personajes, estropeando composiciones. Si a Facebook se le ocurrió que merecía la pena poner un límite de texto en las imágenes de portada de las páginas corporativas, ¿por qué los canales no hacen algo parecido para no molestar tanto? Si los diseñadores profesionales incluyen en un manual de identidad corporativa el tamaño mínimo al que puede utilizarse un logo, ¿por qué los canales no calculan cuánto espacio quitan de la emisión?
Internet
La semana pasada superamos el RGPD pero, aunque ha disminuido, el spam no se ha detenido del todo y sigue apareciendo en mi correo. Por algún lado deben estar mis datos aún registrados (o quizá son simples robotitos haciendo investigaciones y combinatorias). Creo que sí me he quitado de suficientes newsletters, pero ahora me quedaría saber de dónde sacaron inicialmente mis datos. Algunos los di yo, sí. Pero no todos. Lo digo porque una cosa es darme yo de baja y otra que ellos eliminen el registro de mi información. Eso es lo que creo que ocurre cuando una agencia me envía su NdP: les pido que me borren pero algunas solo me quitan del último Excel, no del que la próxima vez utilizarán. Y lo peor es que cobran por esta «gestión».
Cine
Era de esperar: he visto «Han Solo». Sin intentar soltar ningún spoiler, no puedo decir que me haya encantado. Sí, claro, está llena de guiños al personaje, cosa que seguro encanta a los fans. Pero la historia podría contarse en cualquier universo, no necesita para nada el de «Star Wars». Quita al par de soldados imperiales que salen y pon a unos marshals del lejano oeste, nazis o hasta unos guerreros klingons y todo funcionará como si nada (a no ser que te haya explotado el cerebro por la sugerencia de que Han Solo fuese miembro de la flota estelar y no un contrabandista rebelde). Lo que sí es seguro es que probablemente sea la película que he visto más cómodamente porque fue en un sofá Ikea.
Publicidad
Hacer remakes es tan habitual en el mundo del cine que era raro que la publi no lo copiase. Pues ya está hecho: Audi ha cogido el anuncio de allá el 97 del siglo pasado y lo ha modernizado. El escenario parece el mismo (la Av. María Cristina de Barcelona), la conversación casi es igual (hay que dirá que más correcta) y los planos casi calcados (reflejo incluido), pero cambian los protagonistas y claro está el modelo de coche. Ahora es eléctrico (ya hablé del e-tron hace unas semanas). La pregunta que me hago es si el equipo creativo seguirá en la agencia y habrá trabajado también en esta campaña. Si no, ¡vaya gracia les habrá hecho ver a una de sus criaturas remakeada!