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Hacía tiempo que H no me traía nuevas campañas pero este lunes Telecinco estaba algo descontrolado porque en 2h que dura la sesión semanal de «CSI» puso el nuevo spot de Lancia cuatro veces: la primera me quedé pegada, la segunda me fijé en los detalles, la tercera me pareció un chiste y la cuarta cambié de canal. Ojalá me encuestasen de Lancia para saber su notoriedad, les podría decir que son unos pesados. Pero más allá de la planificación, el anuncio me llama la atención por la palabra ‘historia’ mezclada con las características que quieren transmitir de sus diferentes modelos. Así que mientras van diciendo palabras como ‘elegancia’ o ‘innovación’, ponen el nombre e imágenes de sus coches. ¡Qué anuncio más desaprovechado para contar su historia! Si ésta es igual a un ojo que parpadea, unas hojas que se caen y una chica dando vueltas… qué historia más pobre.
Televisión
Hay programas que parecen de otra época. Por sus decorados, sus presentadores que siguen aferrados al atril o simplemente por el formato que increíblemente nadie actualiza. Poner la tele y acordarme de esos horribles programas en los que se hacía bailar al público (un trabajo nada bien pagado por ese suplicio) a ritmo de politono (o similares) me da escalofríos. ¿Todavía se hacen? Sí, pero menos mal que parece que ya queda menos para que desaparezcan del todo. ¿Y aún hay gente que se atreve a decir públicamente que su sueño es salir en la tele? Pues eso es lo que ha dicho una de las participantes del último «12+1» según el corte promocional que también vi con horror el lunes. ¿Qué clase de telespectadores se están creando? ¿Unos que aplauden cuando se les dice aunque no estén en plató, que quieren sus momentos de fama?
Cine
La muerte de Theo Angelópoulos me lleva inevitablemente a pensar en las cosas que se dejan inacabadas al morir. Y no digo un blog o una cuenta en una red social, sino algo creativo que solo está en la mente, en este caso, del director pero que también podría ser la del guionista. Lo siento por los actores pero se ha demostrado demasiadas veces que, por muy desafortunado que haya sido el motivo, su trabajo puede clonarse digitalmente para salir del paso. En cambio, cuando se cambia el director o al guionista, la historia muta, ya no es la misma. Algo se pierde cuando uno de ellos cambia o abandona por cualquier causa un proyecto. Es ese algo que ponen de su parte. Llámale visión, creatividad, pasión… pero es algo que otros no tienen o desde luego no tienen del mismo tipo.
Internet
Los medios sociales son jóvenes comparados con otros medios pero han tenido tiempo de vivir muchas fases. Ayer hablábamos de ese momento de euforia mezclado con la inocencia del descubrimiento por los que ya han pasado y extralimitado ‘los grandes’ como Facebook o Twitter pero que, según María, todavía está viviendo Google+. Y, felicitando a Antonio por su 11 blogversario, me da por pensar en los blogs y en sus fases y, mezclado con el tema anterior del cine, reafirmo mis ganas de que no mueran, de que alguien siga teniendo ganas de dar su visión de la realidad en algo más que 140 caracteres. Porque todavía hay mucho que contar, muchas historias reales que explicar, leer y enlazar. Porque aunque ya hay blogs con publicidad o con empresas detrás, se siguen abriendo personales. ¡Menos mal que aún hay opinión!