Televisión
Los titulares escritos con datos son lo más subjetivo que hay. ¿Por qué elegir un número u otro? ¿Qué se intenta apoyar al darle más importancia a ese? La mayoría de las veces se elige el que impacte más, en el buen o mal sentido. Dicho esto, aquí va el titular: «El 11% de la utilización del televisor ya es para otros usos diferentes a la televisión tradicional«. En otras palabras, el 89% (uso claramente principal) es para ver la tele. ¿Notición? Pues sí, porque la tele tiene otras funcionalidades, a saber: escuchar la radio o usarla de pantalla para juegos, grabaciones (aunque sean de la propia tele) o plataformas de tele online (léase de nuevo el titular porque incluye la palabra «tradicional»).
Cine
Los malos siempre caen en el error de hablar mucho, eso da tiempo a que el bueno se salve, pero no los deja en buen lugar. Aun así, algunos villanos también son capaces de soltar unos discursos brillantes. En Fotogramas han hecho una selección y está claro que son escenas de las que más se recuerdan de cada película. Pero también hay otro análisis posible: no todos los malotes aguantan el tipo durante su arenga. Fíjate que hay unos cuantos que se utilizan como voz en off para hacer un montaje paralelo o con flashbacks. Sí, es algo que también les ocurre a los buenos, pero dice poco de la confianza de la dirección en las palabras (o en la interpretación).
Internet
No quisiera hablar de la teoría de los seis grados porque ya se sabe que se va reduciendo, pero sí de algunas coincidencias. Cuando alguien me sigue en Twitter o Instagram, miro su perfil y sus últimas publicaciones. Siempre. También lo hago en LinkedIn, pero no en Facebook (la relación es diferente). La mayoría son personas relacionadas con este mundillo, pero no siempre de forma directa. Entonces, ¿aplicamos los grados y aceptamos/seguimos de vuelta por si nos acercan a quien nos interesa o pasamos de largo? ¿Y si, aquí vienen las coincidencias, han compartido lo mismo que ya hicieron tus contactos demostrando que también merecen serlo? Decidas lo que decidas, sé coherente.
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Fue San Valentín, sí, el domingo pasado. Pasaron otras cosas ese día, así que quizá no te enteraste. Para recordarlo, aunque hayan pasado unos días y porque se puede celebrar en cualquier otra fecha, un par de anuncios. En el primero la cama es el escenario para presentar un cargador de móvil que evita la distancia de la pareja en el dormitorio; el segundo es un poema visual, fashion film, corto o yo que sé qué nombre le encaja más que reparte amor en cada rincón de la habitación de un hotel. Dos ejemplos de que los vídeos son formatos versátiles y que no hace falta hacer siempre lo típico. Esto aplica a la fiesta en sí misma: ¿y si se retrase 9 meses?