Televisión
Dos lecturas sobre tele que nos llevan adelante y atrás en el tiempo. 1/ Del estudio «Televisión conectada 2022» de Elogia me gustaría reseñar que el prime time es de 21-23h (porque muchas cadenas se olvidan) y que se ve un pelín más YouTube que Disney+ o Movistar+ (porque para eso no se depende de las cadenas). 2/ Del artículo «Nostalgia televisiva y programas de segmentos: la valorización de los archivos audiovisuales» de Franganillo y Guallar destaco un recuerdo que parece ilógico en época de remixes sociales: hay cadenas que no ceden sus imágenes a otras.
Publicidad
Algo relacionada con la tele es la noticia (vía mixxio) de que un puñado de anuncios no se llegan a ver por estar los televisores apagados. Eso sí es tirar el dinero. Y no poco, unos cuantos millones. Cosas de la tecnología que confirman que siempre es posible dudar de los números, aunque parezcan menos manipulables que otros. Curiosamente, en las últimas semanas, no me estoy encontrando con anuncios en YouTube. Bueno sí, pero no spots, solo silenciosas cartelas que se pasan ellas solitas. En cambio, ahora me parece que hay más publicidad/promos en las plataformas de streaming.
Internet
En un par de newsletters me he encontrado con el mismo recurso. No es la primera vez, al contrario: pasa muchas veces que una web aparece en varias fuentes y siempre me parece curioso ver su capacidad de expansión. Es como ver una infografía años después o un retuit de hace meses: la Red tiene un reloj (léase algoritmo) de lo más selectivo para decidir qué caduca y qué no. Ah, el recurso es Bionic Reading, una extensión para navegador que te ayuda a leer más rápido aprovechando, dicen, que nuestro cerebro va por delante de nuestros ojos. Puedes probarlo gratis, es divertido.
Cine
Los algoritmos también pueden ser de ayuda para encontrar algo que no te esperas. Me está pasando mucho últimamente en Facebook e Instagram con noticias de cine, aunque está claro que prefiero eso que otro tipo de «sugerencia» (es difícil de pararlo, a no ser que le proporcione otra temática a los anunciantes). Una de sus propuestas ha sido la de recordarme que durante la promo de «Cazafantasmas», la original de 1984, se habilitó el teléfono para llamarlos con un mensaje muy acorde con la peli. Ahora parece extraño porque las pelis ya ni usan el 555, solo direcciones web.