Cine
En Almería está el único desierto de Europa y hace poco ha sido nombrado tesoro del cine. Allí, en Tabernas, se han grabado montones de películas, aunque entre las más conocidas diría que está la trilogía del dólar y, más recientemente, la serie «Juego de tronos» (por cierto, con muchos otros lugares de España). Los escenarios pueden llegar a ser protagonistas, ocurre por ejemplo con Nueva York en «Jungla de Cristal: La Venganza» que cumple un cuarto de siglo. Resulta interesante que sea así también con un desierto, donde hay poco más que arena y algún que otro matorral porque, en pantalla grande, aún parece más seco y vacío de vida.
Internet
TikTok, «todo el mundo» hablando de TikTok. Entonces, ¿otra red social en la que zambullirse y ver qué hay? Hay antecedentes buenos y malos. Antes, Instagram. Antes, SnapChat. Antes, Periscope. Antes, Vine. Antes, Medium. Antes, Pinterest. Antes… muchas otras y las que me he dejado por el camino. Es el mismo ciclo de siempre: aparece y destaca por algo/alguien, se habla como si fuese la red más necesaria del mundo y durante un tiempo lo es para algunos, aunque para otros sigue pasando desapercibida. Lo divertido de todo esto es que seguimos igual: hoy, ¿cuántos se están planteando abrir un Pinterest y cuántos se arrepienten de haberlo hecho?
Televisión
Hacer zapping es un deporte de riesgo cuando navegas entre cientos (literalmente) de canales. Es demasiado fácil encontrarse con un fragmento que tendrías que haber evitado, sea porque lo estás grabando y no quieres enterarte de nada o porque al ver unos segundos descubres que lo deberías estar haciendo porque te gustaría verlo entero. Se me ocurre que pondrían añadir una funcionalidad extra al mando, podría llamarse «anti spoiler» y te saltaría los canales que no deberías ver. Claro que entonces, puestos a evitar, también podrían ocultarse aquellos que pasamos más rápido de lo habitual porque ya sabemos que no nos gustará nada de lo que den. Sería el botón «burbuja».
Publicidad
Me avisa el bloqueador de anuncios que he llegado a una cifra redonda de bloqueos. Cierro el aviso pensando que es una de esas situaciones que se puede ver en positivo (celebrarlo me demuestra todo lo que he conseguido no ver), pero también en negativo (efectivamente había mucho que evitar y eso no puede ser bueno). Así que una vocecita me dice que está bien y otra que está mal. La primera es la que me permite leer un blog sin anuncios, la segunda la que me obliga a desactivar el bloqueador para hacer lo mismo con un medio digital. Sí, parece que todavía hay clases en lo que a publicidad refiere.