[Contenidos] Por qué un blog sobre contenidos no gana premios

En diciembre, este blog cumplirá 14 años pero hasta ahora no me habían nominado a ningún premio relevante en este mundillo. Sí, algunas menciones he tenido pero nunca había estado ¿tan cerca de ganar? como en los Premios Blogosfera de Marketing 2018 (y eso que había 70 nominados). Hace ilusión que se valore lo que escribes pero, viendo al resto y a los ganadores, estaba claro que no tenía posibilidades. Así que no tenía preparado el discurso de «he ganado» pero sí pensaba hacer el post de «he perdido». ¡Aquí va!

Creo que el principal motivo por el que no he ganado es porque mi blog es demasiado específico y a la vez demasiado difuso. Los contenidos tan pronto están en marketing como en comunicación, es complicado clasificarlos. Hay listas de blogs de ambos temas que incluyen a personas/empresas con las que me es imposible compararme temáticamente. De hecho, algunas de ellas aparecen indistintamente en rankings de marketing, transformación digital, negocios, emprendedores… Los contenidos también encajan en esos temas, pero no suelen aparecer.

Además, el tipo de divulgación que me gusta e intento hacer encaja a duras penas bajo la etiqueta de «masiva». Llevo demasiado tiempo en esto como para seguir escribiendo sobre lo mismo que ya está en mi libro de 2013, por eso mis posts son muy directos. Van a lo que importa, sin rodeos. Sí, entre los mencionados en rankings se habla de marketing de contenidos pero también de otras muchas cosas, por eso muchas veces son enfoques superficiales. Reconozco que algunos de los que tienen que ver «con lo mío» no están mal, pero la verdad es que la mayoría de sus artículos no me interesan… aunque consiguen mucha repercusión.

Eso me lleva a la otra razón por la que no espero ganar ningún premio: la comunidad que rodea este blog es pequeña. Lógico si pensamos en los 2 puntos anteriores. Yo no le doy valor a este criterio porque es una tribu fiel y te estoy agradecida por formar parte de ella… pero es algo que pesa en los rankings. Hace poco repasaba algunos blogs de marketing para analizar su número de seguidores y su frecuencia de publicación y es evidente que sus datos me quedan lejos. Claro que si para conseguir su audiencia tengo que escribir sobre sus temas y con su enfoque, no la tendré nunca. Prefiero quedarme como estoy, desahogándome en cada post como hago ahora.

En fin, tengo motivos para no ganar. Pero quiero acabar el post con optimismo así que me guardo los argumentos para llevarme el premio para cuando lo consiga. Y aprovecho para recordar a los ganadores que si lo son es gracias a los contenidos que publican.

[Contenidos] Redactor freelance 2018: servicios y experiencia

Cuando el año pasado me animé a preparar la encuesta sobre redactores freelance en España, no tenía muy clara su frecuencia. Era abril de 2017 y ya es septiembre 2018 cuando publico los nuevos datos. Si me descuido, se me pasa. Lo tenía en mi lista de temas pendientes cuando me contactó Iván con unas preguntas sobre esta profesión para su TFG y me di cuenta que merecía la pena volver a poner el tema sobre la mesa.

Así que estuve recogiendo datos durante el mes de julio y, después de pedir un poquito de atención, conseguí 75 respuestas. No son muchas comparadas con otras iniciativas pero sí son más que en 2017 cuando fueron 51, de manera que me doy por satisfecha aunque es más que evidente que los datos no se pueden tomar como representativos (sobre todo porque solo en el directorio de Roger hay más de 1000 redactores apuntados).

Puedes consultar la infografía resumen de 2018 para tener los detalles de las respuestas. Pero te voy a decir lo que más me ha llamado la atención. No ha sido que se escriban más artículos y más largos o que se gane más de media al mes que el año pasado (y eso que entonces ya generó bastante controversia). Mis conclusiones destacadas son para los servicios complementarios que más se ofrecen y para los años de experiencia de los redactores.

Servicios que ofrecen los redactores freelance

El tema de la especialización me corroe desde hace tiempo, hace unos meses hice un post sobre ello. ¿El redactor ha de hacer la estrategia online/social/SEO, ser el community manager de las redes sociales corporativas y hacer el plan de contenidos? Si añadimos que algunos hacen también los vídeos y traducción, sigue ganando la idea de que una persona lo ha de hacer todo. Ya dije que estoy de acuerdo y quizá para el año que viene tenga que añadir una pregunta sobre porcentajes de dedicación a cada servicio.

Me parece una buena noticia que el plan de contenidos se quede con el primer puesto (el año pasado estaba 2º, aunque con el mismo porcentaje). Creo que es mucho más lógico que un redactor de contenidos se encargue de planificar las publicaciones que hacer de community manager o de la estrategia SEO. En 2018 estos servicios son los que más variaciones han tenido en los resultados de la encuesta respecto año pasado, han bajado y subido respectivamente.

Pero, ¿es la tendencia del mercado o quizá es debido a que conseguí algo de atención de la comunidad SEO? Como decía al inicio, soy prudente y tengo muy claro que no son datos representativos. El año que viene quizá cambia todo…

Sobre el tema de los servicios trata el TFG de Iván que de hecho se titula «El freelance digital: un análisis de esta figura y los principales servicios que ofrece en el contenido web». Una de sus conclusiones es que el número de encargos de un sector específico suele influir en la especialización. No funcionó de esta manera en mi experiencia pero sí parece serlo para otros compis de profesión, así que lo dejo aquí apuntado.

Una parte de su análisis está enfocada a diferenciar entre licenciados en Periodismo y en Comunicación audiovisual y de ahí extrae que la formación afecta a los servicios que se ofrecen: los periodistas ofrecen contenido periodístico y traducción mientras que las comunicadoras se decantan por lo audiovisual. En mi encuesta sí pregunto por la formación académica pero de forma abierta con lo que resulta difícil agrupar las respuestas porque no todos dicen en qué están licenciados o de qué es su máster. Quizá el año próximo intento confirmar su conclusión.

Experiencia del redactor freelance

La experiencia media de los encuestados es de casi 10 años: los hay con menos de 1 año en la profesión pero otros dicen llevar más 30. Este dato sirve de contexto a una nueva pregunta que he hecho en 2018: ¿cómo consigues nuevos clientes? Me atrevo a decir que las respuestas podrían servir para cualquier autónomo y hasta para cualquier persona en búsqueda activa de empleo porque las recomendaciones son la opción estrella.

Como expliqué a Iván, suelo recomendar a mis alumnos que se apunten a portales y directorios para freelance porque pueden resultar muy útiles cuando se está empezando porque te evitan tener que ir a la caza del cliente. Pues bien, viendo las respuestas, la experiencia no parece ser determinante porque hay casi tantos apuntados en alguno de esos servicios con menos de 5 años como con más de 20.

Tampoco parecen influir los años de experiencia a la hora de realizar algún encargo gratuito ya que la media es muy similar entre los que sí los han aceptado (9 años) y los que no (10). Además, el 75% de los que llevan menos de 2 años sí ha escrito algo gratis y el 70% de los veteranos (más de 20 años) también lo ha hecho. Pocas diferencias, quizá porque todos hemos sido principiantes.

En cuanto al volumen de trabajo, podemos ser solo un poquito más optimistas que el año pasado porque el 81% dice tener igual o más volumen de encargos que en 2017 cuando el porcentaje era del 78%. Pero aquí sí influyen un poco los años en el mercado porque los más optimismas (más volumen) tienen de media 9 años de experiencia mientras que los negativos (menos encargos) llevan 14 años trabajando de esto.

El últime apunte tiene que ver con la ubicación. Lo bueno que tiene esta profesión es que puede hacerse a distancia por lo que no importa dónde vives. De hecho, solo el 27% consigue nuevos clientes en eventos y en este punto sí que podría influir tu ciudad (aunque también hay muchos online). Este año ha habido representación de casi todas las comunidades: Madrid encabeza la lista con el 20% de participantes, Catalunya el 17% y Andalucía el 14%.

[Contenidos] Cómo hacer una auditoría para valorar la calidad de tu estrategia de contenidos

Una auditoría de contenidos es una herramienta del content strategist muy útil para conocer el estado del inventario de contenidos de una empresa en lo que respecta a cantidad pero sobre todo en cuanto a calidad.

Lleva tiempo hacerla bien, pero merece la pena para responder a preguntas como, por ejemplo:

  • ¿Qué hay que cambiar del plan de contenidos?
  • ¿Publico lo que quiere mi audiencia?
  • ¿Todo el contenido está representando mis valores?
  • ¿Qué canal está sobre explotado y cuál se puede aprovechar mejor?
  • ¿Qué contenido tiene mejores estadísticas que la media?

Si quieres encontrar las respuestas, descárgate mi guía «Auditoría de contenidos en 10 pasos» donde te explico cómo hacer el inventario de tus contenidos y así poder contar con los datos para contestar a ésas y otras preguntas.

La guía «Auditoría de contenidos en 10 pasos» empieza argumentándote por qué es una buena idea
ponerla en práctica y después te explica qué has de tener en cuenta antes de hacerla. Encontrarás entonces herramientas que te pueden servir para automatizar partes de la auditoría y también algunas tablas de ejemplo para que puedas hacer de forma más manual los diferentes inventarios que sirven de base para la auditoría. Cuando llegues a los últimos pasos habrás conseguido recabar la información necesaria para valorar el contenidos que tiene tu empresa y decidir qué acciones llevar a cabo con ellos.

Los suscriptores de mi newsletter han ido recibiendo los pasos durante el mes de agosto. Ahora que ya ha terminado, comparto en este blog el ebook recopilatorio para que tú también lo puedas descargar libremente desde la biblioteca de mi centro de recursos.

8 años enviando cada lunes mi newsletter

El lunes envié mi newsletter 418. Lo llevo haciendo cada lunes desde hace 8 años. Sí, ha cambiado varias veces de formato en este tiempo pero para mi sigue siendo una vía para compartir los contenidos que descubro y mantener la conexión con los suscriptores. Confieso que algunos domingos (cuando suelo prepararla) me da cierta pereza. Pero le tengo cariño y, en el fondo, disfruto preparándola (aunque me la haya autoimpuesto).

Hace unos meses un alumno me preguntó por qué tengo una newsletter. El contexto es que suelo decir que para mi no es una herramienta de ventas directa porque los clicks que consigo (hablábamos de estadísticas) no van a vender productos ni contratar servicios. Tuve que explicarles que es más de fidelización, de reputación. Si vendo algo, es a mi misma como experta en contenidos. Y también aviso de lo que podrían considerarse noticias corporativas, como mis novedades editoriales, por ejemplo.

Pero no es comparable a una tienda online que espera vender un porcentaje de su nuevo producto a los suscriptores/clientes, por eso no la considero venta directa. Yo no tengo ofertas para nuevos servicios, no hago envíos comerciales. Solo comparto conocimiento: enlaces a artículos que llaman mi atención y creo que pueden interesar a más personas. Lo hago a diario en mis redes sociales y semanalmente en mi newsletter.

Gracias al RGPD he perdido el 80% de suscriptores, ya lo expliqué. Volvemos a ser los que tenía hace ya varios años. Podría estar rabiosa buscando maneras de aumentar mi base de datos (la de «cursos gratis» que hay últimamente, ¿eh?). Pero no, no me preocupa. No me arrepiento abrir mi biblioteca, tengo más descargas que antes de poner la barrera de acceso y no pienso volver atrás. Prefiero no obligar a nadie a quedarse, así no se van.

Revisando la lista de suscriptores, muchos nombres me suenan. Algunos son clientes desde hace tiempo, otros nos conocemos por las redes sociales y tengo alumnos de cursos que impartí hace tiempo. También hay nuevos que espero se queden. Pero si no, no pasa nada. Las estadísticas me dicen que los que se han quedado son los más activos (incluso ahora en pleno agosto) así que el contenido sigue siendo interesante para alguien. Pues está decidido: seguiré enviando mi newsletter cada lunes a las 10h mientras haya 1 solo suscriptor fiel.

Si leo y cribo contenido para mi misma (content curator para los amigos), ¿por qué no poner lo que encuentro en bonito (aunque me critiquen el diseño) y ofrecerlo a otros con los que comparto intereses? Creo que es una buena práctica aplicable a cualquier profesional de cualquier sector. Y no hace falta que se haga los domingos… se puede externalizar.

Mi newsletter seguirá acompañándome, no tengo intención de abandonarla después de estos 8 años. Te invito a que te apuntes para recibir contenidos interesantes. Por ejemplo, como siempre en verano, estoy enviando un especial de la guía en 10 pasos que publicaré el mes que viene. ¿Te interesa?

Unos cuantos cambios a mi web, aunque no lo parezca

He tenido que revisar la lista de entradas del blog para saber cuándo hice el último cambio de plantilla de mis webs: ¡fue en 2013 al cumplir 9 años! Desde entonces he añadido muchas funcionalidades y contenidos, tanto al blog como a mi centro de recursos. Pero no había vuelto a tocar el diseño y ya tocaba, ¿no?

En realidad, no parece que haya cambiado mucho: sigue siendo gris y azul y en una única columna. Pero el menú es más claro, la tipografía es un poco más fácil de leer y he recuperado el hilo de Ariadna (breadcrumbs) que hace tiempo tuve.

El principal motivo de la actualización es cumplir la ley en la medida de mis posibilidades, es decir, de la manera más legal pero también la más sencilla posible tanto para ti como para mí. Así que ahora, espero y deseo, mis webs cumplen con la ley de cookies y el RGPD. La esencia es la misma porque nunca he tenido intención de usar de formas extrañas los datos, pero así queda todo más clarito.

Precisamente por tener que dar de baja, literalmente, al 80% de suscriptores de mi newsletter (cosa común por lo visto) y tras revisar a fondo las estadísticas, he decido ofrecer abiertamente todos mis ebooks. Hasta ahora, algunos eran exclusivos y solo se podían descargar a cambio del correo electrónico. Pero ya no: sí, seguiré enviando semalmente artículos que recomiendo leer y avisos de mis nuevos recursos, pero sin contenidos exclusivos para captar leads. Más simple es transparente, ¿no te parece?

Quizá ése sea el cambio más evidente de la web, además de la plantilla. Por dentro sí que ha habido más actualizaciones porque he aprovechado para eliminar plugins obsoletos que no aportaban suficiente y añadir otros que espero ayuden a que todo funcione mejor. Aún así, sigo sin resolver un problemilla que algunas veces aparece sin que sepa muy bien por qué (si en lugar de la página que buscas te parece el feed, actualízala).

Si estás leyendo este post por el feed, pásate para ver el nuevo diseño. Además, quizá te interesa saber que para los cambios en mi centro de recursos tienes a tu disposición otro feed.

Llevo un par de semanas haciendo ajustes a las funcionalidades (y aún hay textos por mejorar) pero ya me atrevo a anunciar públicamente el cambio. Soy consciente de que algo se me habrá escapado y por eso dejaré unos días más aviso de que la página está en pruebas para prevenir al visitante. Así que si encuentras algo que no te cuadra (o te encanta porque también es agradable leer cosas buenas), deja un comentario o avísame.

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad