[Contenidos] ¿Hace falta adaptar las piezas a cada canal?

Hay muchas preguntas alrededor de los contenidos que son abiertas, sin respuesta única. La que planteo hoy sobre si hace falta adaptar las piezas que se publican en cada canal es otra forma de dudar de si lo que se publica en cada canal tiene que ser diferente, aunque sea mínimamente.

La respuesta corta es, con mis datos en la mano, que el esfuerzo de ponerle cariño a cada red social sirve de poco. La respuesta larga de por qué ahora digo esto cuando siempre he defendido que es mejor dedicar un tiempo a que sean al menos un poco diferentes es la base de este post. Eso sí, lee bajo tu responsabilidad porque, como en mi experimento con tuits automáticos, las conclusiones son personales y no tienen por qué ser tuyas.

Empiezo por confesar que las redes sociales me parecen cada vez menos interesantes: demasiados contenidos están clonados (literalmente), son más distribución que otra cosa y se basan en un algoritmo que no acierta o que lo hace demasiado bien haciéndome recelar de mis interacciones previas (y frenar las futuras). Así que les dedico menos tiempo cuanto menos me aportan. Ni Twitter se salva, aunque sigue siendo mi favorita (suerte de las listas).

Ya hace un tiempo que empecé a bajar mi ritmo de publicaciones (llámalo slow content). Un par de números: en lo que llevamos de año, he publicado 55 tuits de media al mes, en 2017 fueron 200; en Facebook van 22 mensuales, 85 en 2017. Pasar de 8 publicaciones diarias a 2 se debe a varios motivos, una mezcla de personales y profesionales, pero últimamente podrían resumirse en desilusión, desinterés, desánimo, desmotivación, desgana…

En general, sí, podría decirse que he terminado quemada, como la rana en el agua hirviendo que son las redes.

Pensando más en la calidad que en la cantidad de las publicaciones, no era muy consciente de ello, pero gracias a un comentario sobre mi newsletter me paré a analizarlo. Hará un par de años (o antes, desde 2020 todo está borroso), empecé a compartir en mis redes los enlaces que envío los lunes, tanto para aprovechar la curación que ya estaba haciendo y alimentar a la bestia como para promocionar el registro. Y, si en mi newsletter he intentado dejar de lado el nivel básico de madurez, supongo que también se ha reflejado en mis redes.

Y así llevo un tiempo: publicando menos contenidos, pero mejores (creo yo). Incluso poniendo por delante de mi propia promo las lecturas recomendadas de otras fuentes. Al contario que mucha otra gente, si hago 1 tuit al día, no creo que siempre deban ir sobre mí… pero algo fallaba y me estaba convenciendo de que era una mala estrategia.

Así que, aprovechando que me tocaba programar unas cuantas actualizaciones, me planteé un experimento para octubre: publicar lo mismo en mis tres redes, sin más. Quería comprobar si variaban en algo mis resultados para tomar una decisión más racional que emocional (como abandonar alguna red). ¿Qué crees que ha pasado?

Un punto positivo es que se han generado varios debates sobre ello (gracias David, Cristina y Andrés por las aportaciones). No me lo esperaba porque mi sensación era de conformidad general, pero reconozco que me ha servido de terapia, como también lo está haciendo este post.

Está claro que hay otras variables (la pieza en sí misma, las interacciones específicas de cada red que no pueden replicarse, etc.), pero te dejo alguna de mis conclusiones (y los datos correspondientes respecto a la media del año):

  • Twitter: ha sido un desastre, el peor mes del año. Todas las métricas en rojo: he publicado un 25% menos y se han reducido un 57% las visitas al perfil, un 20% las impresiones y un 30% las interacciones. Además, he perdido seguidores, cosa que no suele pasar porque se equilibran en positivo los que gano con los que pierdo. Conclusión: publicar poco sale caro, intentaré corregirlo un poquito.
  • Facebook: el segundo mejor mes del año y el que más he publicado (un 66% más que la media). No he sumado seguidores y he tenido un 9% menos de visitas, pero he ganado un 71% más de alcance y un 150% más de interacciones. Toda una sorpresa porque estaba ya pensando en darle la estocada final a esta red. Ahora mi conclusión es que aún hay algo de vida, pero poca, así que seguiré tal cual para no invertir demasiado.
  • LinkedIn: el mejor mes del año, con diferencia. Todo verde que te quiero verde: un 42% de visitas más al perfil, un 133% de impresiones y un 146% más de interacciones, total que he aumentado un 210% el número de seguidores este mes. Conclusión: parece que ha ido bien el cambio, así que intentaré mantener el mismo ritmo porque también he cerrado un par de nuevos clientes por esta vía (¡y mucho más spam!).
  • Blog: según Metricool, he ganado un 10% de páginas vistas y un 38% de nuevos visitantes. No está mal para no ser muy pesada con la promo. Esto es algo que quiero compensar y tirar hacia el 50%-50%, a ver qué tal.

Enfocándome en contestar a la pregunta que da título al post, mi conclusión es que, sin dedicar un minuto a adaptar las piezas a cada canal, he conseguido más que haciéndolo. ¿Tiene sentido entonces invertir más tiempo? No. ¿Merece la pena esforzarse por darle personalidad a cada canal? Tampoco.

Pero, precisamente por lo que he comentado antes, un mes de experimento es poco para confirmar la tendencia, así que seguiré hasta fin de año con este ritmo y ya veré entonces cómo afronto la estrategia de canales para 2023.

Espero que mis conclusiones te ayuden a tomar tus propias decisiones y me encantaría saber tu opinión sobre este tema para tener más puntos de vista.

Estado de los contenidos en España 2022

Este debería ser el post en que te avisase de que ya he preparado la encuesta para saber cómo se tratan a los contenidos en España. Debería pedirte que la completases y la compartieses para obtener más respuestas. Debería tener ya la newsletter enviada pidiéndoselo a mis suscriptores y varios tuits programados para hacer lo mismo con mis seguidores en redes sociales.

Llevo una década haciéndolo. Pero no será así este año: en 2022, no habrá encuesta ni ebook con las conclusiones.

Me da pena, pero también creo que es bueno liberarnos de su presión: tú de mi insistencia y yo de dedicar demasiadas horas a preparar todos los materiales que monto anualmente a su alrededor.

Llevo ya un tiempo pensando en alternativas, formas de darle continuidad porque sigo pensando que es bueno tener datos made in Spain. De momento, la que más me convence es convertir el informe en bienal. Creo que cada dos años podrán verse más variaciones y no tendré que ser tan pesada insistiendo y persiguiéndote para que participes. Creo. Ya veremos.

Mientras, seguiré atenta a otros datos relacionados que encuentre (en un par de semanas te cuento algunos sobre contenidos y agencias). Empiezo, cómo no considerando que fue la inspiración para el mío, el estudio del CMI 2023.

B2B Content Marketing Research 2023

12 conclusiones que me parecen interesantes (recuerda que es para B2B):

  • El 40% tiene la estrategia de marketing de contenidos documentada.
  • El 47% cree que contratará a creadores de contenidos en 2023 y el 16% a estrategas de contenidos.
  • Para diferenciarse, el 72% crea contenidos sobre temas que su competencia no trata.
  • El 89% ha creado post cortos (menos de 1500 palabras), el 75% vídeos y el 59% ebooks.
  • LinkedIn es la red más efectiva y Facebook la peor considerada.
  • El 67% utiliza canales de pago para distribuir sus contenidos. De ellos, el 85% usa las redes sociales y el 72% SEM.
  • El 77% no monetiza directamente sus contenidos. Del 10% que sí lo hace, el 52% lo hace con publicidad y el 48% con contenido de pago.
  • El 34% traduce sus contenidos a otros idiomas. De ellos, el 20% lo hace con software de traducción automática.
  • El 86% usa como métrica el tráfico web, el 83% el engagement y el 79% conversiones.
  • El principal objetivo para usar marketing de contenidos es el reconocimiento de la marca (83%), seguido de crear confianza (77%) y de educar a la audiencia (72%).
  • El 23% dedica más del 50% del presupuesto de marketing al contenido, aunque el 30% menos del 10%.
  • El 78% planea invertir más en vídeo, el 27% en UX y el 24% en audio.

Para obtener más datos que pueden servirte para enfocar tu propia estrategia, descarga el 13º informe «B2B Content Marketing Research» directamente en PDF.

12 datos interesantes del "B2B #ContentMarketing Research" del @CMIContent Share on X

La Blogosfera de los Contenidos estrena newsletter en LinkedIn

La Blogosfera de los Contenidos siempre ha sido un proyecto personal con orientación profesional. Por eso, al arrancarlo en 2020, elegí LinkedIn como canal para publicar mi selección personal de artículos. Podría haber utilizado este blog, pero prefiero dejar aquí el contenido propio. O podría haberla mezclado con mi newsletter, pero la he usado solo como simple notificación (como haré con este post).

Desde el principio, me parecía interesante ofrecer algún tipo de seguimiento agrupado de las publicaciones de los diferentes blogs que forman la Blogosfera. Aunque al principio reconozco que lo rechacé, he llegado a la conclusión que la mejor forma de hacerlo es con una newsletter en LinkedIn.

Tiene sentido porque ya estoy publicando ahí la selección cada mes, así que solo he tenido que crearla como tal y esperar que la invitación (automática) llegase las personas que me siguen para que decidan suscribirse. No hay mucho más que explorar de esta funcionalidad: no es una plataforma de email marketing con formularios, listas o plantillas, solo sirve de sencilla notificación. Pero ya me sirve para este proyecto precisamente por ser tan básica, porque no quiero complicarlo demasiado.

Si ya me sigues en LinkedIn, habrás recibido la invitación; si no, puedes suscribirte desde la página de la newsletter (o visitando mi actualización y así aprovecha también para seguirme).

Recibe cada mes un aviso con los mejores posts en castellano sobre #contenidos: la #blogosferacontenidos estrena newsletter en #LinkedIn. Share on X

12 años enviando mi newsletter semanal sobre contenidos

Mañana 16 de agosto hará 12 años que empecé mi newsletter. Hoy a las 10h enviaré la edición 627 con el tercer envío del ya tradicional especial veraniego que termina siendo una guía en 10 pasos (este año sobre árbol de contenidos).

A estas alturas, me cuesta explicar algo que no haya contado ya después de tantas celebraciones (la última vez te conté cómo la organizo). Por eso, he pensado que podría ser un buen momento para recopilar algunos comentarios que me llegan de quienes la reciben. Un poco de social proof nunca viene mal y, además, alimenta el ego para seguir escribiéndola cada fin de semana.

En general, lo típico son respuestas rápidas si encuentran algo de interés en un envío concreto, como «La newsletter de hoy me ha parecido super interesante. Muchas gracias.», «Siempre es un gusto leerte. Saludos desde Ecuador» o «Avui, que és festa, m’he llegit la newsletter amb molta més calma i atenció».

También la encuesta que tengo siempre activa (y que me da de nota media ¡un 8,9!) es una fuente interesante de comentarios:

  • Entre los relacionados con lo que más gusta, hay frases que llegan al corazoncito de esta escritora: «Me inspiras», «aporta valor», «El estilo escribiendo y la selección de artículos», «La forma directa en que escribes» o «es claro, serio y documentado». Bonitas palabras para seguir en marcha.
  • Entre lo que no gusta tanto, se repite casi siempre: «los enlaces a páginas en inglés», «Muchos temas, muchos enlaces» o «que no me da tiempo a leerlos con calma». Pero, enviar menos de 5 o 6 enlaces a la semana sería muy mínimo, ¿no?

Es lógico que esos mismos sean también los motivos más habituales en los formularios de baja… Pero me cuesta imaginarme enviando un correo diario en lugar de semanal, como me propuso alguien. Con un calendario de adviento tengo suficiente.

Mención especial para quienes la recomiendan en sus redes, como hicieron Noelia en LinkedIn, Cristina en Twitter o Javier en su propia newsletter, porque sus publicaciones suelen venir acompañadas de algunas nuevas altas y eso siempre hace ilusión.

Parece que al final hay un aprendizaje que compartir: escucha a tus suscriptores, por la vía que sea, y aplica las mejoras que creas oportunas (considerando su representatividad, claro).

Si después de todo, te animas y quieres recibir mi newsletter cada lunes a las 10, rellena el siguiente formulario.

* Obligatorio

En cumplimento del RGPD, se te informa que Eva Sanagustín Fernández (yo misma y nadie más que yo misma) usará la información que proporciones en este formulario para enviarte mi newsletter Content News. Por favor, marca la siguiente casilla si aceptas:

Al hacer clic a continuación, aceptas que pueda procesar tu información de acuerdo con estos términos. En cualquier momento puedes darte de baja o actualizar tus preferencias: encontrarás los botones correspondientes en el pie de cada envío. También puedes ejercer tus derechos sobre tus datos poniéndote en contacto conmigo: eva@evasanagustin.com. Tienes más información sobre mi política de privacidad en mi web.

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Mi opinión del sector editorial tras 6 años autopublicándome

Mi calendario editorial parece estar diciéndome: «Pero, Eva, ¿otro post sobre libros en Sant Jordi? ¿Qué te queda por contar?». Muy listo. Sí, he escrito unos cuantos porque es una fecha especial para quienes escribimos (más si firmamos) y sí, algo me queda por contar para complementar el que ya publiqué con mis aprendizajes del primer año de autoedición.

Hace cinco años, «Diario de un libro» y «Estrategia de contenidos» eran mis únicas autopublicaciones, pero he sumado algunas más: la segunda edición de «Marketing de contenidos», «Pilares del contenido»y «Cultura del contenido». También he probado con algo más cortito como «Manual de Notion», así que en total son 6 títulos que he publicado por mi cuenta en Amazon.

¿Qué ha cambiado en estos 6 años? Todo y nada a la vez. Me explico mirando a los tres actores implicados en el proceso.

Las editoriales

Siempre se han considerado un filtro para elegir a los que la sociedad llama escritores. Ahora las editoriales intentan afinar más en sus elecciones, haciendo un poco más endogámicas sus temáticas, sobre todo las de empresa. Ir a lo seguro no siempre es sinónimo de éxito. Yo tuve un contrato editorial y lo perdí por la pandemia. Lo asumí y publiqué por mi cuenta porque podía.

Plataformas como Amazon (y otras) permiten a cualquiera publicar lo que quiera. Es gratis, así que parece muy democrático, pero ¡cómo no! tienen un algoritmo que se encarga de elegir quién va más arriba en los resultados. Además, también hay publicidad y fórmulas para ganar posiciones. Así que es una mezcla de las editoriales y tener un blog: no se vive solo de Google.

Amazon ha añadido unas cuantas funcionalidades en estos años, dando un poco más de margen a los autores para configurar su obra (¡cuánto han tardado en ofrecer tapa dura!) y autopromocionarse. Aunque, en realidad, son herencias de lo que se puede hacer con cualquier producto en su tienda. Solo se salva Kindle Flash y un par más de opciones específicas para libros.

Los autores

Sigo con el símil porque, cuando publiqué mi primer libro (en 2009), no éramos muchos los que teníamos blog. Así que no había tanto autor en potencia, es decir, alguien que quisiera contar su punto de vista y la capacidad para transmitirlo. Pero aparecieron nuevos canales, con menos texto y más velocidad. Algunos desaparecieron con la misma rapidez con la que llegaron, pero sí me quedó la sensación de que se valora menos el tiempo que implica crear y leer 50 o 100.000 palabras.

Quien sí le otorga valor es el creador: la creator economy busca rentabilizar el esfuerzo que supone dejar de hacer cualquier otra cosa para crear contenidos. En este sentido, un libro no parece encajar porque implica mucho más trabajo previo que las pequeñas dosis que quieren rentabilizar de forma recurrente (un blog, un podcast, una newsletter). Pero sí si se considera un proyecto paralelo a la jornada de un profesional que quiere conseguir ingresos pasivos cada mes (y no cada año).

Si la autopublicación nos pone etiqueta de segunda a los autores, la rentabilidad lo hace con los creadores. Están los que crean sin pensar en sacarse uno dinerito, los que empiezan ya pensando en el retorno y los que, con el tiempo, pasan del primer grupo al segundo. Así que todo gira alrededor del dinero porque la cultura es una industria, no lo olvides cuando la consumas.

Los lectores

Hablemos de ti porque, si he hilado bien los párrafos, estarás leyendo esto preguntándote si has cambiado o no en estos años. Ya te digo yo que sí. Los primeros años quizá no lo notaste tanto, pero está claro que los dos últimos todos hemos sufrido algún tipo de modificación en nuestro comportamiento. Te dejo unas cuantas preguntas para que reflexiones sobre tus hábitos.

¿Tienes más o menos tiempo para leer? ¿Cuántas veces vas a una librería y cuántas compras libros autoeditados? ¿Es comparable la suscripción a Amazon Prime con la de Amazon Kindle Unlimited? ¿Series y películas VS libros y revistas? ¿Eliges ambas si por el precio de la segunda tienes otra de la primera? ¿Kindle o Netflix? ¿Kindle o podcast/newsletter de pago?

Te animo a que hagas una lista de libros leídos, aunque sea en lo que llevamos de año para fijarte en la repetición de editoriales y autores. Seguramente lo que no haya cambiado sea la librería donde los compraste. Sí, ellas también juegan un papel en este mundillo, igual que las distribuidoras, pero quienes nos autopublicamos no solemos tener acceso a ellas.

Lo bueno es que esto ha cambiado un poco porque antes no ocurría, pero ahora puedes lograrlo si pagas un extra. Quizá tengamos que esperar unos cuantos años más para tener un acceso más directo a los lectores. Ayudaría que ellos se quejasen, es decir, fuesen a preguntar por libros autoeditados a librerías. Pero no me parece que pase muy a menudo.

Mi visión para los próximos años

Viendo el detalle, quizá sí han cambiado algunas cosas, pero la sensación general que tengo es que todo sigue igual. Así que los próximos libros que me gustaría publicar seguramente acaben en Amazon con el resto de mi colección. No niego que, en el fondo, me da pena salir del circuito editorial, pero prefiero sacarlos por mi cuenta que guardar las ideas en un cajón: se merecen llegar a quien las pueda aprovechar. A ti, si las quieres.

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