[Contenidos] Customer journey: 2 errores graves al aplicarlo al marketing de contenidos

Plantearse cómo es el customer journey de sus clientes no es algo que hagan muchas empresas. Un dato sacado del «Estado de los contenidos en España 2018» lo confirma: el 25% tiene definida a su buyer persona. Este perfil sirve de base para saber qué recorrido o viaje hace el cliente. Así que parece lógico que, si no se tiene claro, no se piense en mejorar su experiencia o, lo que más afecta a los contenidos, crear las piezas apropiadas.

Sobre el customer journey publica un dossier la revista Emprendedores en su número de marzo con el título «Customer experience: hacia la experiencia wow». Ahí encontrarás un par de las ideas que le di a la redactora en la entrevista que me hizo para enfocar la parte de contenidos relacionados con ese viaje. De momento no está disponible online,Ya se puede leer online y en PDF pero comparto una foto en mi Pinterest.

El punto de partida fue más o menos lo que explico a mis alumnos sobre cómo aplicar el customer journey a la planificación de contenidos (customer journey map). Así es cómo yo lo aprovecho, para saber qué contenidos son los que hay que preparar en las diferentes etapas por las que pasa el cliente pensando sobre todo en los puntos de contacto sociales. Pero está claro que hay más, como en desarrollo de producto sirve para crear nuevas funcionalidades o para mejorar la atención al cliente en la tienda o por teléfono.

Centrándome en mi contribución al reportaje, ha quedado repartida en diferentes puntos pero los que me parecen más importantes dan título al post: los 2 errores más comunes a la hora de relacionar customer journey y marketing de contenidos. Como el papel no lo aguanta todo, aprovecho mi blog para extenderme más.

Primer error: no usar datos reales para crear la buyer persona

Siempre hay un camino fácil, rápido y corto. Es el que lleva a pensar que se conoce a la buyer persona y que no hace falta investigar un poco para encontrar datos que sustenten las decisiones tomadas. Se cae en este error cuando se cree que uno mismo es la audiencia. Pero no es cierto, sí tenemos algo en común con los usuarios pero, de hecho, estamos viciados por nuestra marca, por lo que sabemos de ella como sus creadores o trabajadores. Si hemos organizado la web y la hemos llenado de contenido, ¿cómo no vamos a saber, casi sin mirar, qué camino seguir y qué «tenemos» que hacer?

El camino largo lleva más tiempo y es un poco más complicado, pero también es más eficiente porque se podrán tomar mejores decisiones mirando al futuro. En este escenario, se investiga a la buyer persona para basarse en datos reales sacados de algún estudio o informe del sector, entrevistas o encuestas online hechas tanto a clientes como a potenciales clientes. Toda información es poca para saber cómo es y cómo se comporta.

Sin dedicar un mínimo de tiempo a conocer de verdad a la buyer persona y su customer journey, nos  estaremos inventando este viaje según nuestro propio criterio, creyendo que somos iguales o conocemos sus dificultades. Será difícil mejorar su experiencia y darle los contenidos que necesita si solo conocemos la nuestra. Así no estaríamos haciendo marketing de contenidos si no un sucedáneo sin valor para el usuario.

No caigas en el error de creer que eres igual a tu #buyerpersona: haz un poco de investigación. Share on X

Segundo error: centrarse en el durante del customer journey

El customer journey se organiza en 3 etapas que coinciden con el embudo de compra: antes de que empiece la relación con nuestra marca, durante y después de que termine nuestro contacto con la buyer persona. Lo más habitual es preocuparse de cómo interacciona con la web o app, es decir, en el durante, porque ahí es donde se vende. No dudo de que sea el lugar al que prestar buena parte de la atención, pero no toda.

Igual de importante es la etapa anterior, cuando ni siquiera sabe que existimos. En el mapeado del viaje, es donde diría que hay más contenidos posibles. El blog seguramente es el sitio ideal para publicar artículos que sirvan para atraer a personas potencialmente interesadas en nuestra marca o producto (aunque aún no lo sepan).Vídeos, infografías, estudios… cualquier formato encaja en el antes porque lo que se quiere es acercarse al usuario dándole lo que está buscado y conectar con él sin venderle aún nada, en otras palabras: hacer marketing de contenidos.

Tampoco hay que descuidar la etapa posterior, cuando puede recomendarnos y ayudarnos a darnos a conocer en su entorno. También aquí hay muchas opciones de contenidos tanto para fidelizarle como para que se convierta en prescriptor. El email sería muy apropiado porque nos permite seguir cerca para cuando nos necesite en el futuro y puede ser un contacto más directo y personalizable que las redes sociales.

Cuando desarrolles tu customer journey, no te centres solo en la etapa de durante: el #marketingdecontenidos te ayuda en el antes y el después. Share on X

Más lecturas sobre el customer journey map

Hay mucha literatura sobre cómo hacer un customer journey map, aunque no todos lo hacen desde la perspectiva de contenidos porque ya he dicho que hay muchos beneficios dentro de la empresa, no solo la estrategia de contenidos. Tienes algunos ejemplos en el post de HubSpot y en el de Boag World,

El customer journey se enmarca en el nivel avanzado de madurez de la estrategia de contenidos, tal y como explico en mi libro «Estrategia de contenidos«. Allí te cuento cómo hacer ese mapeado para que tus piezas tengan sentido, es decir, partiendo de una buyer persona bien clara y pensando qué contenidos podría necesitar a cada momento.

Si no te da pereza leer 300 páginas en inglés, también merece la pena descargar el libro de Vertical Measures (PDF a cambio del correo mientras, dicen, llega a Amazon) o antes leer su introducción. Cuenta el caso de un hipotético viaje de Sofía, paso a paso. Está bien explicado, escrito y maquetado, así que irá a mi lista de lecturas recomendadas en mi stories de Instagram.

Sobre buyer persona y customer journey puedes leer el segundo capítulo de «Pilares del contenido«.

[Contenidos] Cómo identificar tu contenido insignia (content stamp)

En «Content Mavericks«, Andrew Pickering y Peter Gartland definen content stamp como lo que hace único a un contenido, es decir, asignarle una USP (propuesta única de venta) para hacer que destaque por encima del de la competencia. Es una buena propuesta para identificar nuestra diferencia porque se trata de hacer que una pieza sea fácilmente reconocible como propia. Una traducción posible sería contenido insignia ya que está llamado a convertirse en representativo y distintivo de la marca.

Para identificar tu contenido insignia has de tener claras una serie de preguntas relacionadas con tu marca y con tu audiencia.

Content stamp
Adaptación de la tabla propuesta por Andrew y Pete en su libro «Content Mavericks».

Voy a ir haciendo repaso a la metodología que se explica en el libro, en traducción libre y con algún apunte personal.

Tu marca

Empezar por lo que se sabe de uno mismo es la mejor manera de arrancar un proyecto de contenidos. Aunque algunos clientes no lo tienen tan claro como deberían, suele ser la parte sencilla. Esta columna está compuesta por 5 apartados.

Identifica tus valores

Haz una lista con las palabras que te definen. Escribe 20 o 30 si hace falta. Pregúntate:

  • ¿Cómo quieres que te describan cuando no estás presente?
  • ¿En qué dicen que eres bueno?
  • ¿Qué te hace diferente de tus competidores?
  • ¿Qué cualidades te hacen sentir más orgulloso?
  • ¿Qué es lo que más te gusta hacer?

Después de eliminar las palabras que pueden ser más típicas y tópicas, agrúpalas en 3 que sean similares y elige una palabra o expresión que sirva para describir a todo el grupo. Enhorabuena: ya has identificado tus valores.

Describe tu misión

Andrew y Pete definen como contenido principal aquel que hace que las personas sean más felices o inteligentes (personal o profesionalmente). No es comercial, está enfocado a hacer atraer a tu audiencia con contenido entretenimiento o educacional (de ahí lo de felices o inteligentes). Es contenido pensado para ser compartido y conseguir tráfico, no tiene barreras de acceso. Se desarrolla pensando en los problemas de la audiencia y por eso corresponde con la misión del contenido y de la empresa en general:

«Voy a crear contenido para [mi audiencia], para que puedan [cómo les ayuda mi contenido], porque [misión corporativa]».

Por el contrario, el contenido secundario sí está pensado para la conversión así que puedes hablar de ti sin problemas de conciencia y ponerle barreras de acceso para conseguir leads o aumentar tu base de clientes potenciales.

Conoce a tu audiencia

Lo llaman avatar pero es una representación del cliente ideal así que es tu buyer persona. Como ya sabes, se empieza por el perfil demográfico pero lo más interesante es conocer los problemas que podemos ayudarle a resolver.

Ten un archienemigo

Si conoces un poco a Sheldon Cooper, sabrás que tiene una lista de archienemigos. En el caso de las empresas, no se trata de malos clientes o la competencia. Es una representación de lo que no quieres ser: acciones que no quieres realizar y comportamientos en los que no deberías caer.

Si los valores reflejan a lo que aspiras, el archienemigo es lo que tienes que evitar. Sería como los valores negativos, aunque pueden estar escritos en palabra neutrales.

Pon tu voz por escrito

La propuesta de «Content Mavericks» para definir tu voz es similar a la que te propuse siguiendo la Yahoo! Style Guide, una tabla con las siguientes columnas:

  • Características: elige según tus valores
  • Cómo transmitirlas: explica qué mensajes encajan
  • Qué evitar: apunta lo que no deberías hacer

Además, sugieren la posibilidad de crear un pequeño diccionario terminológico con aquellas palabras que nos hayamos inventado a modo de jerga corporativa. Arriesgado, pero interesante para definir la personalidad.

Sus aspiraciones

En esta columna de la tabla para descubrir tu contenido insignia has de pensar en tu audiencia. Empieza por contestar con frases a: ¿qué consigue hacer tu audiencia después de utilizar tu producto o servicio? ¿A qué aspiran tus clientes? ¿Qué quieren lograr de su relación contigo?

Estamos hablando de contenidos, así que no te quedes solo con tu negocio, añade también: ¿por qué a tu audiencia debería interesarle lo que cuentas?

Si tu sector es pobre en contenidos (lo que se suele considerar aburrido), conviene fijarse en qué dices. Si estás en uno donde hay exceso de contenidos, entonces céntrate en cómo lo dices.

Los canales

Cómo haces llegar los contenidos a tu audiencia es lo que debes apuntar en esta columna, tanto formatos (vídeos, infografías, artículos…) como canales (redes sociales, newsletter…). Sí, quizá la parte más fácil de todo este ejercicio pero no por ello dejes de reflexionar tu elección.

Dales motivos para compartir

Está claro que conseguir que los usuarios amplifiquen el alcance de un contenido es la manera más rápida de mejorar las estadísticas pero no sirve cualquier cosa. ¿Por qué tu audiencia querría compartir tu contenido? Para contestar, la fórmula de Andrew y Pete sigue el acrónico BEACH y tiene algún elemento común al STEPPS que propuso Jonah Berger para que algo fuese contagioso.

Fans (Brand Advocacy)

«Si quieres más compartidos, crea más fans«. Para lograrlo, sugieren que seas más proactivo para buscar esos defensores de la marca, te asegures de ser de confianza para que compartan sabiendo qué pueden esperar, te ciñas a tu misión y dejes que las personas sientan algo por tu marca.

Emoción

«Si puedes tocar emocionalmente a alguien, puedes moverlo a la acción». Por emoción entienden amor, alegría, curiosidad, nostalgia, miedo, envidia, sorpresa, enfado… y cuanto más extremas, más moverán a la gente.

Apariencias

«Si quieres que alguien comparta tu contenido, ayúdale a quedar bien compartiéndolo«. Esto no es más que la apariencia, la imagen que los contactos de tu fan tendrán al ver que ha compartido tu contenido. Puede ser que se lleven la sensación de que les proporciona utilidad, diversión, actualidad, inteligencia…

Causas

«Si quieres más compartidos, alinea tu marca con una causa que sea real y relevante para ti y tu audiencia». Ha de estar relacionado con tu misión, no con una ONG. Lo llaman cause-based content marketing y tiene que ver con aquello que preocupa y apasiona a tu audiencia. Yo lo diría que es inspirar, pero ya sabes que tengo debilidad por esa palabra.

Valor (High Value)

«Cuantos más compartidos quieras, mayor valor tendrá que ofrecer tu contenido». Así que ha de ser de calidad, no cualquier cosa para salir del paso. Cuando creas que has terminado, vuelve a preguntarte cuánto más valor puedes añadir para mejorar la pieza que has hecho.

El acrónico BEACH te ayudará a crear contenido pensado para ser compartido fácilmente. Share on X

Identifica tu contenido insignia

Ahora que tienes claras las diferentes opciones, ves eligiendo una respuesta de cada columna para identificar así una lista de posibles contenidos insignia. Mezcla tus respuestas sin miedo porque no hay ninguna correcta, se trata de apuntar todas las ideas que tengas. Dedica tiempo a cada elemento de cada columna, utiliza toda tu imaginación para no poner (únicamente) lo primero que se te ocurra.

Para elegir el mejor contenido insignia, recuerda que lo importante es lo que quiere el usuario, no lo que sea más cómodo para ti. Así que puedes ordenar la lista y priorizarla según las reacciones que creas que vas a conseguir.

El siguiente paso ya es ponerte manos a la obra con la primera opción y crear las piezas de contenido que sean. Añádelo a tu calendario editorial para hacerle la promoción adecuada y no olvidarte de nada.

Después, mide el engagement, el crecimiento de la audiencia, la conversión… para saber cuál es el contenido insignia que debe representar tu marca haciéndola distintiva y emblemática.

Ideas para definir el contenido que te identifica y te hace único. Share on X

[Contenidos] Especialización y colaboración, no aislamiento

Déjame que empiece el post con 3 referencias que apelarán a tu estómago y luego paso a aplicarlo a los contenidos.

La primera parada está Ammán. Allí estuve en un par de locales donde hacían los mejores shawarma (Reem) y falafel (Al Quds) de la capital de Jordania. En los dos hacen comida para llevar buena y barata así que siempre hay gente haciendo cola. Pero lo interesante de ambos es que solo hacen eso, en uno shawarma y en el otro falafel. En uno varía el tamaño y en el otro el tipo del pan, pero ya está. Hay 3 personas para hacer 1 bocadillo y otra cobra así que hay un grado de especialización enorme. Y se nota.

La segunda parada de este tour gastronómico está en Bilbao. Si has pasado por El Eme quizá también hayas tenido que hacer cola para comprar sus triángulos. Yo la he hecho el par de veces que he estado y en esos ratos no han parado de servirlos. Ni siquiera hace falta decir qué quieres, solo cuántos. Lo mismo me pasó en el bar Alameda cuando entré a por unas felipadas: más que oír el nombre del sándwich, oía el número que pedían los clientes. En los dos sirven otros pinchos que no están nada mal (como la ensaladilla), pero lo que la gente se lleva más son sus productos estrella.

La tercera y última parada la voy a hacer en otro local de comida rápida tipo McDonald’s o Burger King. Los dos intentan ser el referente en hamburguesas, como cualquiera otra de las marcas que hay de este tipo de comida. Pero un día se les ocurrió añadir ensaladas. Y, no nos engañemos, son tan típicas que no llaman precisamente la atención, no tienen casi sustancia. Las veces que he pasado por un local de este tipo, muy pocos clientes tienen una en su bandeja. No son sitios a los que ir a comer si buscas una ensalada, aunque esté en el menú.

Perdón si tu estómago está rugiendo de hambre después de leer estos párrafos. Pero quería poner un contexto común a la especialización. Ahora ya puedo preguntarte: ¿prefieres comer en un sitio donde solo hacen una cosa o en uno donde hagan de todo? Yo tengo clara mi respuesta…

Pero vamos con los contenidos antes de que huyas a hacerte un bocadillo. Tienes que hacer un texto para tu web, ¿prefieres a alguien especializado o a alguien que te instale WordPress, te ponga los textos y además unas campañitas de anuncios? Yo sigo teniendo clara mi respuesta, prefiero la especialización, creo que es la única manera de lograr los mejores resultados.

Especializarse es la manera de aportar más y así conseguir los mejores resultados. Share on X

Ser experto en algo implica centrarte en tu área de conocimiento (hacer miles del mismo bocadillo al día). Esto hace que tengas el mejor criterio para tomar decisiones relacionadas con ese tema, no sobre cualquier otro. Claro que no se trabaja aisladamente. El content strategist es la persona encargada de coordinarse con otros departamentos para que todos vayan en la misma dirección. Y, si no hay un content editor, también puede supervisar a los diferentes perfiles encargados de ejecutar la estrategia de contenidos.

La colaboración entre todos es clave y por eso todos los profesionales saben un poco de todo. Esto es útil para mantener conversaciones coherentes, básico en reuniones en las que se tratan varios temas a la vez. Por ejemplo: yo no soy experta en publicidad programática pero puedo entender su aportación. Por eso nunca tomaría decisiones sobre su configuración, pero sí podría dar mi punto de vista en relación a cómo afectaría a mi participación en el proyecto.

A falta de un departamento de contenidos, la situación es similar a lo que ocurre en uno de marketing: puedes tenerlo todo en uno o separar por especialidades y tener un experto en email marketing, otro en social media marketing, otro en marketing de buscadores… Lo primero quizá sea más barato pero no significa que sea la mejor opción (recuerda las ensaladas).

Especializarse no significa aislarse del resto de perfiles que pueden ayudarte a mejorar tu trabajo. Share on X

Termino con otra comparación. Hay muchas especialidades médicas, algunas serán un constante en nuestra vida y otras afortunadamente nunca llegaremos a conocerlas. Un médico experto en un tipo de operación muy concreta dedica tiempo a formarse y practicar constantemente sobre ello mientras que otros la conocerán y quizá la han hecho un par de veces en su vida. Llegado el caso, ¿cuál preferirías que te operase? Seguramente has contestado el especialista, ¿verdad?

Entonces, ¿por qué cuesta tanto ver que los contenidos pueden ser igualmente un área de especialización?

[Contenidos] ¿Cuánto tiempo debe cubrir un plan de contenidos?

Hacer un plan de contenidos no es fácil pero bien se merece invertir un día o dos en prepararlo. La cuestión es, ¿qué espacio de tiempo debe cubrir para que sea útil y no un pozo sin fondo de horas perdidas? Te voy a un par de estadísticas para contestar con datos. Pero antes, repasemos:

  • Una estrategia de contenidos está pensada a largo plazo (pongamos un año vista) porque no suele buscar objetivos rápidos de conseguir, está formada por varias tácticas y, además, así se toman mejores decisiones porque están más justificadas en datos.
  • Un calendario editorial, en cambio, muestra lo que se ha de publicar en un día (incluso en horas) y apunta las tareas que se han de hacer relacionadas con las publicaciones de una semana o un mes.

Entonces, ¿cuánto debe cubrir un plan de contenidos si lo consideramos un documento a medio camino entre uno y otro? Depende. Algunas veces bastará con 1 mes si substituye al plan y otras se podrá enfocar a 6 meses si funciona como una estrategia.

Un plan de contenidos puede hacerse a 1 mes vista o incluso a 6 meses. ¿Cómo te planificas tú? Share on X

Una buena franja a cubrir es un trimestre: pensar en lo que tendrás que publicar los próximos 3 meses te permite tener una visión suficientemente amplia como para gestionar tus recursos y programar contenido atemporal a tiempo, incluso tener margen frente a una crisis provocada por la actualidad.

Un pequeño consejo: cuando programes contenidos, ten claro qué pones en cada red (y qué herramienta usas). Así podrás pausar la cola para que no se publique algo que podría resultar inadecuado. No creas que porque tu temática depende de la actualidad no necesitas un plan: es una guía que puede adaptarse a tu manera de gestionar los contenidos.

Un plan de contenidos cumple funciones en varios momentos (aunque también puedes tener una checklist):

  • Al principio sirve para acostumbrarnos a incorporar a nuestro día a día los diferentes formatos y canales.
  • A medio plazo nos ayuda a no caer en la comodidad de la rutina porque podría hacer que descuidásemos a nuestra audiencia.
  • A largo plazo es útil como herramienta para saber si hemos cumplido o no con el objetivo que nos habíamos propuesto.

Según el Estado de los contenidos en España 2018, el 53% tiene un plan de contenidos aunque se combina con el calendario editorial, mientras que unos cuantos menos tienen una estrategia de contenidos, el 39%. Me inclino a pensar que la información que debería estar en una está en el otro y que solo se utiliza un documento para las diferentes funciones que cubren estos entregables.

¿Tienes un plan de contenidos tipo calendario editorial? El 53% sí. #estadocontenidos18 Share on X

El informe «2018 Content Planning Report: Challenges, Successes, Trends & Opportunities» de DivvyHQ y TopRank Marketing entra al detalle del uso del plan de contenidos (descarga a cambio del correo). Aunque sea de otro mercado, destaco los datos que me parecen más interesantes:

  • El 49% dice que su reto al utilizar el plan es asegurarse de que las piezas están alineadas con la estrategia de contenidos.
  • El 42% usa un calendario editorial para hacer seguimiento de fechas específicas.
  • 2018 Content Planning ReportEl 25% planifica 1 mes y otro 25% entre 1 y 2 meses. Solo el 16% mira más lejos y el 12% se fija solo en 1 semana.
  • El 83% utiliza el plan para organizar su blog y el 81% las RRSS.
  • El 63% produce entre 1-10 piezas de contenido al mes, el 22% entre 11-25 y el 11% entre 26-50.
  • El 65% de las veces el plan es desarrollado por la producción senior, aunque el 56% lo hacen desde la producción junior.
  • El 31% se reúne semanalmente para planear el contenido y el 30% lo hace cada mes.
  • Para medir la efectividad del plan, el 76% utiliza métricas de consumo, el 73% de engagement y el 52% de conversión.
  • El 23% dice que el plan les ha ayudado a crear mejor contenido, el 14% a alinearse con la audiencia y el 11% a definir objetivos claros.
El 50% tiene un plan de contenidos que cubre entre 1 y 2 meses, según el estudio de @DivvyHQ y @TopRank. Share on X

Crear un plan de contenidos ayuda a la estrategia, está claro, igual que añadirle un calendario editorial. Pero me atrevo a decir que el hecho de que muchas empresas aún no tengan clara su estrategia de contenidos combinado con que «han de publicar frecuentemente» (las comillas son porque nadie las obliga, claro) hace que el calendario les resulte más práctico. En cambio, yo les recomendaría que dedicasen un tiempo al plan porque sirve de 3 en 1, cosa que les haría darse cuenta que a la larga pueden tenerlos todos.

[Contenidos] Niveles de madurez de la estrategia de contenidos: infografía comparativa

El modelo de madurez aplicado a la estrategia de contenidos es la base de mi libro «Estrategia de contenidos. Técnicas para que tu empresa crezca«: está organizado en 3 partes de manera que puedas consultarlo poco a poco para ir avanzando, según cuál sea tu punto de partida. Si tienes curiosidad por saber en cuál te encuentras, puedes saberlo al momento.

Cada nivel tiene unas características concretas que he ido explicando en infografías individuales (están todas en mi Pinterest). Pero me parecía interesante poder compararlas también todas a la vez para demostrar que los niveles tienen puntos de partida comunes así que realmente se trata de ir madurando, no añadiendo más madera innecesaria. Creo que no cuesta tanto implicarse, confiar en los contenidos e ir superando cada uno, ¿verdad?

Por poner un par de ejemplos: puedes empezar sin tener casi ni una idea de planificación pero emplearte a fondo y terminar dominando por completo tu calendario editorial. Lo mismo pasa con la definición de tus objetivos o de tu audiencia: en el nivel básico no se piensa mucho en ellos pero el porcentaje cambia a medida que se va madurando la estrategia. Una vez empiezas: ¡no retrocedas!

Detalle de la infografía sobre los niveles de madurez de la estrategia de contenidos

En la infografía completa puedes ver también las diferentes técnicas que se pueden utilizar en cada nivel para que sepas qué puedes hacer para madurar tu estrategia de contenidos. Hay que tener en cuenta que para llegar al final de la escalera, primero hay que pasar por los escalones inferiores. Así que cuando llegas arriba has pasado por todo y ya puedes elegir cuál te va mejor para tu situación particular. Como si vas en ascensor y decides saltarte algunos pisos: la primera vez mejor que sepas qué hay en cada uno, ¿no?

Actualización abril 2019: he preparado un vídeo en el que también puedes ver las diferencias entre niveles.

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