[Contenidos] Cómo hacer una auditoría para valorar la calidad de tu estrategia de contenidos

Una auditoría de contenidos es una herramienta del content strategist muy útil para conocer el estado del inventario de contenidos de una empresa en lo que respecta a cantidad pero sobre todo en cuanto a calidad.

Lleva tiempo hacerla bien, pero merece la pena para responder a preguntas como, por ejemplo:

  • ¿Qué hay que cambiar del plan de contenidos?
  • ¿Publico lo que quiere mi audiencia?
  • ¿Todo el contenido está representando mis valores?
  • ¿Qué canal está sobre explotado y cuál se puede aprovechar mejor?
  • ¿Qué contenido tiene mejores estadísticas que la media?

Si quieres encontrar las respuestas, descárgate mi guía «Auditoría de contenidos en 10 pasos» donde te explico cómo hacer el inventario de tus contenidos y así poder contar con los datos para contestar a ésas y otras preguntas.

La guía «Auditoría de contenidos en 10 pasos» empieza argumentándote por qué es una buena idea
ponerla en práctica y después te explica qué has de tener en cuenta antes de hacerla. Encontrarás entonces herramientas que te pueden servir para automatizar partes de la auditoría y también algunas tablas de ejemplo para que puedas hacer de forma más manual los diferentes inventarios que sirven de base para la auditoría. Cuando llegues a los últimos pasos habrás conseguido recabar la información necesaria para valorar el contenidos que tiene tu empresa y decidir qué acciones llevar a cabo con ellos.

Los suscriptores de mi newsletter han ido recibiendo los pasos durante el mes de agosto. Ahora que ya ha terminado, comparto en este blog el ebook recopilatorio para que tú también lo puedas descargar libremente desde la biblioteca de mi centro de recursos.

[Contenidos] Tu estrategia (de marketing o de contenidos) es tu decisión

En la vida tomamos decisiones continuamente: algunas de forma consciente, otras sin darnos cuenta; algunas las reflexionamos durante lo que podría ser considerado demasiado tiempo, otras son reacciones instintivas; algunas cambian nuestra vida o la de los que nos rodean, otras no tienen tanto impacto (al menos aparentemente). Hoy has decidido qué comer y la ropa que llevas puesta, pero también tendrás que decidir cuánto inviertes en promocionar una landing, cuál es el tema de tu siguiente post o qué haces para tus contenidos con el tiempo que te sobra.

No son comparables, quizá para lo personal no haces una lista y para lo profesional sí, pero todas son decisiones que parten de una estrategia o terminan formándola sin darte cuenta… así que mejor pensarlo previamente, ¿no?

Para tomar las mejores decisiones, hay que verlas en su contexto. Un ejemplo muy sencillo: ¿por qué hoy trato este tema? Porque hace unos días fui a la biblioteca y me encontré con el libro «Marketing digital que funciona» (2017) de Nacho Somalo. Mirando su índice me di cuenta de que se parecía mucho al de «La enciclopedia del community manager» (2018) de Manuel Moreno, incluso a mi «Vender más con marketing digital» (también del 2018). Así que me lo llevé a casa y me apunté hacer este post. Decidí que era un tema interesante (pasa los filtros adecuados) y decidí la fecha (con tiempo para devolver el libro después de haberlo leído aunque fuese en diagonal).

Sé lo suficiente del mundillo editorial como para presuponer que tanto Somalo y Moreno han escrito el libro que (más o menos) han querido. E, igual que en libros sobre el tema de años anteriores, como en «Marketing para dummies» (2016) de Patricia de Andrés o en «Marketing digital» (2015) de Josep M. Martínez, todos hemos terminado tratando los mismos temas. Obviamente con enfoques diferentes porque cada libro se dirige a un público y los autores tenemos distintas experiencias, referencias e intereses.

¿Lo digo como algo malo? No, en absoluto. Yo no lo veo como una crítica negativa, al contrario: es bueno que la estructura sea la misma porque creo sirve de buena base y así es más fácil que el lector acabe los libros siendo capaz de tomar sus propias decisiones.

La mayoría de libros de #marketing tienen índices similares. Share on X

Lo bueno que tiene leer varios libros sobre el mismo tema es darte cuenta que no hay situaciones universales y ser capaz de encontrar la que te ayude. No tiene sentido comparar frases y creerte una más que otra solo porque coincidas con alguna de ellas: hay que saber contrastar diferentes puntos de vista, hasta encontrar el propio gracias a la experiencia.

Pero, claro, el lector suele querer el libro de ejercicios y el de las soluciones, todo a la vez y por un módico precio (o al de un café). No es suficiente con una lista de preguntas, hay que contestarlas con la verdad verdadera que encaje a todos (¡como si eso fuera posible!). No basta con una plantilla que ordene las ideas, ha de estar llena para que el lector no tenga que pensar más de la cuenta (¡con lo importante que es fomentar el libre pensamiento!).

En otras palabras, el lector medio no quiere tomar decisiones, quiere que otros las tomen por él. No se da cuenta de que así no conseguirá nada más que decisiones estándar, quizá no equivocadas pero sí muy similares a las que puedan haber tomado otros que tampoco querían dedicar mucho tiempo a reflexionar sobre su estrategia.

Afortunadamente, también hay lectores que están dispuestos a ir más allá y valorar todas las opciones antes de elegir la que realmente les conviene. Es capaz de leer y encontrar su punto de vista, su camino hacia su propio éxito.

No todo el mundo puede tomar decisiones para hacer un #plandemarketing. Share on X

Siguiendo con el plan de marketing digital, hay que decidir desde los objetivos al presupuesto, pasando por las estrategias y las tácticas que más convienen, sin olvidar el público al que dirigirse ni las métricas que harán seguir o cambiar de camino. ¿Te parecen muchas? Sí, hay muchas opciones para elegir en cada punto pero, si reflexionas un poco, llegarás a la conclusión de que ninguna es obligatoria.

Como suelo decirles a mis alumnos: nadie dijo que fuera fácil ni rápido. Hacer una estrategia es tomar decisiones. Si ahora mismo no te ves capaz, quizá lo tuyo sea la ejecución, es decir, hacer realidad lo que otros han pensado. Con el tiempo, es posible que llegue el día en que te des cuenta que no estás de acuerdo con sus decisiones porque tendrás la suficiente experiencia como para haber formado tu propio punto de vista.

Leer un manual de marketing puede ser un atajo para reducir ese tiempo pero ten en cuenta que se basa en la experiencia de otra persona y que, como decía antes, se basa en el camino que su autor haya seguido. Claro que te dará indicaciones, pero no te las tomes como la única opción posible: hay tantas como estrategas tomando decisiones.

[Contenidos] Cómo poner en piloto automático todos tus contenidos

Después de haber explicado cómo poner tu blog en piloto automático y hacer lo mismo con tus redes sociales, y aunque sea un poco más tarde de lo previsto, me faltaba recoger algunas opciones para que todo lo que tiene que ver con tus contenidos no te suponga nada de trabajo… aunque todo lo contrario si hablamos de dinero.

Y es que, sí hay muchas herramientas gratuitas para cubrir cuestiones básicas, pero cuando se trata de ahorro de tiempo hay que invertir algo de presupuesto. Esto hace que esté hablando de un nivel avanzado de madurez en la estrategia de contenidos.

Antes de seguir, conviene aclarar que la siguiente es una lista más para agrupar en un mismo lugar las herramientas que para recomendarlas porque reconozco que no las he probado todas. Así que los enlaces no están afiliados ni he recibido nada por parte de las empresas listadas a cambio de escribir este post.

Ordenadas según los pasos a seguir, repaso las herramientas automáticas para:

  • Planificar contenidos: si crees que planificar los contenidos para saber cuándo publicarlos es una cosa imposible de automatizar, te equivocas. Al menos es lo que dice que hace PublBox por 9$/mes: «Su plan de contenido en pocos clics: Configure fácilmente sus temas, categorías de contenido y horario de publicación». Eso y otras cosas, claro.
  • Mantener tu blog corporativo: ya vimos que es posible publicar casi sin esfuerzo pero el piloto automático de verdad sin perder calidad es pagando a una plataforma especializada o freelance como yo para que te haga el trabajo. Algunos servicios son más completos que otros pero, qué otra cosa puedo decir: merece la pena si realmente no quieres escribir ni una palabra en tu blog.
  • Captación de leads en cada post: hay un plugin para todo, también para esto. Si  quieres convertir automáticamente tus posts en PDF (recuerda opciones fáciles y manuales) y ofrecerlos para descargar a cambio del correo y así hacer crecer tu base de datos, puedes hacerte con WP Leads Machine por 37$.
  • Promocionar tu blog en redes sociales: hay muchas herramientas para hacerlo, ya comenté unas cuantas en el ebook sobre el tema (tanto gratuitas como de pago). Una muy conocida es MeetEdgar que por 49$/mes te permite tener una librería de contenido para ir rellenando tus redes. Una alternativa más económica es OneUp que con sus 7,99$/mes se compara con las características del pulpo.
  • Content curation para tus redes sociales: también aquí comenté algunas herramientas. Los últimos cambios en Twitter para evitar publicaciones masivas han hecho daño a los que usaban esa opción correctamente, pero aún hay opciones de pago a tener en cuenta como ContentStudio que por 25$/mes publica automáticamente según la búsqueda de contenidos que hayas hecho. Además, si quieres complementarlo con citas inspiracionales, ThoughtFlame las publica por ti a cambio de 77$/mes.
  • Acciones para crecer en redes: sí, hay herramientas que te indican qué usuarios seguir (ya mencioné Wibber y CrowdFire en mi experimiento científico) pero otras directamente lo hacen por ti. Eso hace el servicio de concierge de SocialBee por 98$/mes, además de una mezcla de todo lo anterior (curation, promoción de contenidos).
Herramientas (de pago) para poner en piloto automático todos tus contenidos. Share on X

Esta vez he elegido las herramientas por ser el extremo opuesto a lo manual, pero siempre es posible un acercamiento mixto donde se combinen funciones realizadas por algoritmos y decisiones hechas por humanos. Todo depende de la estrategia que quieras seguir o de los recursos que tengas a tu alcance.

Hay varias formas de plantearse si merece la pena o no invertir en herramientas de este tipo pero creo que la pregunta clave es si queremos sacrificar el toque humano que da personalidad a lo que hacemos. No me refiero a poner un emoji, enviar un DM automático o añadir un hashtag al final de un tuit para que parezca que hay alguien real detrás. Hablo de delicadeza y cuidado artesanal que supone elegir las palabras o los contenidos que definen a una marca.

¿Se puede dejar todo en piloto automático? Sí. ¿Se debe? No lo tengo tan claro… ¿y tú?

[Contenidos] Guía de blogging corporativo: 4 preguntas imprescindibles

La semana pasada se cumplieron 8 años del lanzamiento de mi 2º libro sobre blogging. Ahora que hay una actualización disponible bajo el título de «Manual de blogging«, recupero algunas ideas sobre cómo podría ser tu guía corporativa para blogs.

Para que quede claro: el objetivo de cualquier guía es ser un documento práctico, útil. Así que, como mínimo, debe responder a las preguntas más habituales que puede hacerse cualquiera que lo lea. En el caso que nos ocupa, es cualquier persona encargada de los blogs de la empresa, tanto dentro (trabajadores) como fuera (si es que se externaliza alguna tarea). El público, como siempre, manda a la hora de saber qué explicar ya que pueden haber diferentes niveles de conocimiento y de necesidades.

Además, yo creo que, para que un manual sea bueno, ha de contestar también a lo que no se pregunta el usuario porque aún no se ha planteado siquiera esas cuestiones, es decir, ha de ayudarle a descubrir oportunidades. Aquí entrarían lo que suelen llamarse trucos o consejos y siempre intento incluirlos en mis libros. Un ejemplo fuera de este mundillo aunque muy claro: una guía de usuario de cualquier electrodoméstico te diría cómo funcionan los botones pero las que realmente son útiles son las que añaden consejos de uso que ayudan a sacar mejor rendimiento y no solo describen.

Volviendo al tema, una guía de blogging corporativo cumple también la función de unificar criterios para que todos los implicados vayan en la misma dirección. Por tanto, debe responder a 4 preguntas imprecindibles que debe hacerse cualquiera que empiece a trabajar en un blog corporativo:

  • ¿Sobre qué puedo o no puedo escribir? Si se tiene clara la temática, territorio o línea editorial de la empresa, es más fácil escribir el siguiente post o descartar el que tema que no se quiere tocar en el blog de empresa.
  • ¿Cómo hay que escribr? El tono de voz con el que se comunica la marca es igual de importante. También podría contestarse al cómo escribir con elementos de copywriting y de formato para unificar estilos.
  • ¿Quiénes van a escribir? La respuesta más evidente es cuántos redactores habrá pero conviene pensar en cuántas personas estarán relacionadas con el blog, por ejemplo el community manager, el SEO, el responsable de analítica…
  • ¿Cuál será la frecuencia de posteo? Hay que tener en cuenta cómo repartir los recursos, seas una persona o varias. Influye la respuesta anterior pero también la primera porque puede limitarte o darte muchas opciones.

Como ves, estas respuestas son una versión muy reducida de una estrategia para el blog porque faltaría apuntar para quién se escribe y con qué objetivo. A partir de ahí, la guía también puede convertirse en normativa si incluye política de comentarios, identidad corporativa para la configuración de cuentas o comportamiento en las cuentas personales. El contenido de la guía lo defines tú, puede ser tan específico como necesites.

¿Es obligado para todas las empresas tener una guía de este tipo para su blog corporativo? Es una buena idea pero pocos la llevan a la práctica. La alternativa es un plan de marketing o de medios sociales, aunque son documentos en los que se tratan otros canales y no solo el blog como sería el caso de la guía que te sugiero que al menos esboces. Incluso si solo tú te encargas de publicar en él, te puede resultar útil.

Empieza tu guía resumiendo la estrategia de tu blog, asegurándote de contestar a las preguntas anteriores. Después, añade todo lo que creas que puede necesitar saber un blogger al que invitarías a escribir y no solo los trabajadores de tu empresa. Déjala reposar unos días, repásala y entonces sí, compártela con el resto del equipo para confirmar que responde a todas sus dudas. No hace falta que sea un documento público pero sí accesible por todos para que se pueda consultar fácilmente (puedes colgarla en Drive o Dropbox).

Revísala al menos un par de veces al año para asegurarte de que sigue teniendo vigencia ¡y a bloguear se ha dicho!

[Contenidos] ¿Cómo definirías el contenido de tu blog?

Hay muchas manera de definir el contenido que publica una empresa. La forma más completa posiblemente sea rellenando las columnas de un plan de contenidos porque ahí se muestran cuestiones básicas como el formato o la procedencia. Quizá la peor sea calificarlo con palabras nada específicas como «interesante» o «de valor».

Para saber cómo es el contenido que publicas, te propongo que te centres en el blog así que repasa los últimos posts que has publicado e intenta contestar a las siguiente preguntas:

  • ¿Son únicos y diferentes? Diferenciarnos es cada vez más complicado (tengo un post pendiente sobre ello) pero intentarlo no cuesta tanto como parece si creamos contenidos menos masivos y no cortados por el mismo patrón que el resto.
  • ¿Inspiran o promueven el cambio en tu audiencia? Es una manera de definir a los contenidos que dejan huella a largo plazo, que provocan una reacción. Puede ser por la vía emocional, pero no necesariamente.
  • ¿Pagarías por leerlos? Vale, no se puede decir que haya muchos blogs de pago pero si fuese contenido exclusivo al que acceder después de una donación, ¿cuánto crees que ganarías? Hablo de dinero, sí. ¿1, 5, 25, 50, 100 euros…? Piensa ahora en cuánto habrías pagado a alguien por escribirlo y compara a ver quién gana más.
  • ¿Qué nota le pondrías? Cada vez más blogs tienen sistemas de votación de artículos. Sinceramente, ¿mereces 5 estrellas o hay algunos artículos que les pondrías menos? Ahora recuerda los últimos que votaste tú o cuáles hubieses votado para usar los mismos criterios.
  • Para acabar, ¿te darías las gracias o felicitarías por ellos? Los votos y unos eurillos son formas de dar las gracias o felicitar pero hubo un tiempo que eso se hacía en los comentarios. Un «Me gusta» o un retuit es la recomensa alternativa, ¿lo harías si no lo hubieses escrito tú o alguien de tu empresa?

Sí, hay muchas formas de definir el contenido pero podrían resumirse en si al leerlo sientes al menos un poco orgullo o nada de nada. Claro que puedes fijarte en las estadísticas para ver si funcionan igual aquellos que has escrito para cumplir expediente y con los que has disfrutado pero (de tanto en tanto) ser egoísta es bueno para el alma del escritor.

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