[Contenidos] ¿Qué nota le pondrías a tus contenidos?

La pregunta es sencilla pero, como siempre, tiene su enjundia: ¿qué nota le pondrías a tus contenidos? Sí, notas… como las del cole. Imagínate que has de revisar tus actualizaciones sociales y tus posts para calificarlas. Para no hacerlo demasiado extenso, revisa la última semana o mes. Ponte el sombrero de profe y pregúntate a cuáles pondrías un 10, cuáles son mejorables, cuáles suspenderías…

por experiencia que los alumnos creen muchas veces que lo han hecho genial y a ti seguramente te pasará lo mismo porque, como persona que los ha preparado, tienes un criterio subjetivo. Pero intenta poner un poco de distancia y ser más objetivo: ¿todos son excelentes en calidad? ¿Sobresalen de alguna manera del resto? Recuerda: la calidad percibida tiene mucho de comparación con los demás.

También puedes preguntarte si los hubieses hecho mejor de tener más tiempo (ahhh los plazos de entrega) o de pensarlos mejores (con la estrategia hemos topado). Y es que ‘para sacar buena nota’ la preparación y gestión previa a la publicación es importante. Ir con prisas por dejarlo para el último momento (como hacen muchos alumnos) no suele dar buenos resultados en la vida profesional.

La siguiente fase del ejercicio es preguntarte qué nota crees que le pondría a ese contenido que tú acabas de calificar:

  • Tu jefe, ¿sería tan benévolo o quizá más crítico?
  • Tu cliente, ¿le interesa lo que publicas tanto como para reaccionar?

Seguramente el primero te diría ‘eso no lo publiques’ si no le gusta pero el cliente sería más silencioso y actuaría cuando estuviese cansado de ‘suspender’ tus contenidos: dejaría de seguirte. Su nota la demuestra con sus interacciones: si es positiva, más clicks, visitas, Me gusta, retuits… Los resultados son pruebas de calidad.

Así que mi propuesta es que saques la media de las 3 notas si quieres tener una visión más realista de si tus contenidos son de 10 o no. Más que nada para que el ego no nuble tu juicio. Y recuerda que otra pregunta que complementa la de hoy es: ¿pagarías por leer tus propios contenidos?

Resumen de la publicación de mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 291, 07-03-2016).

[Contenidos] Declaración de objetivos de tu marketing de contenidos

Quizá «declaración de objetivos» te recuerde a la película «Jerry Maguire» y la iluminación que le acaba cambiando la vida. Pero el concepto se puede aplicar al marketing de contenidos de manera que oriente, no el futuro del negocio como ocurre en la peli, si no aquello que debemos publicar. Esto viene a ser la declaración de objetivos de tus contenidos (content marketing mission statement) y hablo un poco sobre ello en mi libro «Estrategia de contenidos«.

Hace unos días Joe Pulizzi publicó un vídeo que explica muy claramente cómo establecer la misión de tus contenidos siguiendo 3 preguntas básicas:

  1. Quién es tu audiencia
  2. Qué mensajes les transmitirás
  3. Qué consiguen ellos

Los pasos no son muy diferentes de los que se necesitan para hacer marketing de contenidos pero me gusta que quede claro el punto 3: para definir los objetivos de tus contenidos, piensa en los objetivos de tu audiencia. Y, como siempre, cuanto más concreto y específico, mejor para la estrategia.

Para definir los objetivos de tus contenidos, piensa en los objetivos de tu audiencia Share on X

¿Qué hacer con las respuestas? Sencillo: crear la frase o declaración de objetivos. La plantilla que dan en el CMI es fácil de seguir:

Plantilla para hacer la declaración de objetivos de tus contenidos (fuente: CMI).

De manera resumida, la misión de los contenidos vendría a ser una frase tipo «[Mi audiencia] encuentra en mi web [contenidos sobre…] para [lo que consigue]», tal y como sugieren desde OrbitMedia.

Está claro que la parte del centro de elegir los mensajes a transmitir es la más importante cuando hablamos de marketing de contenidos. Quizá por eso, como suele pasar, no es una cosa que las empresas documenten así que lo considero un uso maduro de los contenidos.

Actualización octubre 2016: ya está disponible el ebook «Vademédum de contenidos: misión, visión y valores» con este post y otros relacionados.

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[Contenidos] ¿Qué te motiva para mantener tu blog?

Hoy quisiera hablarte de tus motivaciones (o de las personas que se encargan de los contenidos de tu empresa). Todos tenemos ciertos motivos para crear contenidos, pero no siempre coinciden con lo que busca nuestra audiencia. Hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué quieres utilizar los contenidos?
  • ¿Para qué te sirve cada contenido que publicas?
  • ¿Qué pasaría si hoy cerrases todos tus canales?

Tus respuestas pueden considerarse parte de los objetivos de tu estrategia de contenidos. Por ejemplo: quiero darme a conocer entre mis clientes, me sirve para promocionar mis productos y si no publico nada pierdo tráfico para mi web. ¿Has contestado algo parecido? Fíjate en tu blog para valorar tu respuesta:

  • Si tu blog es corporativo, seguramente los motivos económicos son los que más pesan. Es lo normal pero estaría bien combinarlo con otros.
  • Si mantienes un blog profesional, quizá tus respuestas han ido más por la vía de que quieres aprender o porque da prestigio ser un blogger en tu sector.
  • Si escribes un blog personal, la diversión o el desahogo es lo que te motiva así que si lo cerrases te sentirías francamente mal.

Las motivaciones pueden variar con el tiempo. Por ejemplo, en los 11 años que hace que tengo mi blog ha ido evolucionando de personal a profesional (y casi podría ser corporativo si consideramos a los autónomos micro empresas). Si nosotros cambiamos, nuestra estrategia de contenidos debe cambiar también.

Resumen de la publicación de mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 286, 02-02-2016).

«Estrategia de contenidos. Técnicas para que tu empresa crezca», mi libro para madurar con los contenidos

No es fácil que una editorial te publique, aunque tu nombre esté ya en unos cuantos libros. Pero no importa, los autores podemos ser también editores y autopublicarnos. Y eso es lo que he hecho con mi último libro, «Estrategia de contenidos. Técnicas para que tu empresa crezca» que ya está disponible en ebook para comprar en Amazon.

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[Contenidos] Bajar la calidad de un texto para evitar el plagio

Hoy quisiera hablarte de contenidos de baja resolución. Es otra manera de hablar de la calidad de lo que publicamos y está relacionado con la ética al compartir contenidos de otros. La etiqueta de resolución se suele aplicar a vídeos y a fotografías, pero me parece también apropiado hacerlo con textos y cualquier otra pieza que publiquemos.

Hablando con una alumna hace unas semanas, comentábamos el problema del uso ilegal de los contenidos y la dificultad de dialogar con algunas personas que utilizan contenidos de otros sin atribuir y sin ser conscientes de que están perjudicando a otras personas. Increíble pero cierto.

No es el primer debate sobre este tema y seguro que no será el último cuando hablo de content curation porque preocupa a mucha gente, especialmente a fotógrafos e ilustradores que quieren mostrar su trabajo pero no por ello autorizan a cualquiera a utilizarlo. Pero lo mismo ocurre con los textos: sé de casos en los que alguien ha copiado los textos de una web corporativa para usarlos en la suya y ofrecer el mismo servicio. Repito, increíble pero cierto.

Como en otras situaciones de la vida, la prevención puede ser una solución. ¿Qué opciones tenemos para fotos? Sí, hay herramientas que, por ejemplo, deshabilitan el botón derecho del ratón para evitar que alguien guarde la imagen pero basta con hacer una captura de pantalla y recortarla para obtenerla. Así es como se llega a utilizar marcas de agua para evitar que se pueda hacer un uso efectivo de ella (algunas veces hasta molestan de lo grandes o mal ubicadas que están).

¿Qué hacemos con otros contenidos? Exactamente lo mismo. Hay opciones para poner el equivalente a las marcas de agua en los textos: plugins que añaden al texto copiado de la web o al feed un mensaje de dónde se publicó originalmente. Complica un poco el trabajo al que quiere copiarlo, pero no se lo impide del todo porque, siendo retorcido, también puede repicar todo el texto palabra por palabra.

La solución que se utiliza inconscientemente (o no) es bajar la calidad del contenido. En foto, es tan sencillo como cambiar la resolución o el tamaño de la foto. ¿Y en el texto? Un poco igual: reducimos el detalle o la extensión de manera que profundizamos menos en el tema del artículo.

Quizá la vía más estratégica es poner barreras al contenido para controlar quién lo consume pero, bueno, una vez lo haga, ¿qué hacemos si descubrimos que lo utiliza fuera de nuestra licencia de uso?

  • Está claro que la vía del diálogo es la más recomendable pero, como decía al inicio, no siempre es posible.
  • Recurrir a la vía legal quizá nos asegure la retirada del contenido pero también conlleva ciertos costes.

La decisión es tuya solo ten en cuenta que la calidad del contenido es lo que ayuda a construir nuestra reputación y que, si la reducimos mucho, mejor que no publiquemos nada porque no servirá de nada. El contenido de baja resolución sirve para mostrar un poquito lo que hacemos pero para demostrarlo del todo hace falta más calidad.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 274, 9-11-2015).

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