[Contenidos] Sin una estrategia personalizada, no se tiene estrategia

Al crear una estrategia de contenidos surgen varias dudas:

Las respuestas no serán las mismas para cada empresa, cada una necesitará una estrategia porque cada una es diferente. Por eso la respuesta comodín también a las siguientes preguntas es “depende”:

Ya sé que no gusta esta aparente indecisión pero, al contrario, personalizar la estrategia es la clave para que ésta tenga éxito: si todos lo hacemos igual, qué aburrido sería nuestro trabajo, ¿no?

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 243, 07-04-2015).

[Contenidos] La estrategia para que tu jefe invierta en marketing de contenidos

Hoy quisiera hablarte de cómo aplicar el marketing de contenidos dentro de tu propia empresa. Otra forma de decirlo es que utilizando el marketing de contenidos puedes convencer a tu jefe para que invierta en contenidos.

¿Por qué convencer a tu jefe de que la inversión merece la pena?

Trabajas en marketing o comunicación, has comprendido que el marketing de contenidos es una pieza fundamental en tu estrategia pero no puedes utilizarlo porque no te asignan los recursos que necesitas… tienes dos opciones: cambiar de empresa o convencer a tu jefe.

Lo primero quizá te suena radical pero es que la actual está anclada en el pasado (allá en el mundo 0.0) así que no le auguro mucho futuro. Lo segundo es simplemente tratar de mantener tu puesto de trabajo demostrando que vales y que puedes hacer prosperar la empresa.

Enfócalo así: has de convencerle porque así demostrarías que el marketing de contenidos funciona.

¿Cómo convencer a tu jefe de invierta en marketing de contenidos?

Tan sencillo como aplicar los puntos estratégicos, en lugar de a venderle algo a tu cliente, a convencer a tu jefe:

  • Objetivos: lograr inversión, llámale tiempo o presupuesto para contratar a alguien, es decir, recursos para dedicar a los contenidos.
  • Perfil: espero que conozcas bien a tu jefe, esto muy importante porque no todos son iguales. Algunos prefieren la parte económica, otros la de resultados y hay quien simplemente busca un informe y que no le obliguen a tomar decisiones.
  • Línea editorial: según cómo sea tu jefe, elige el argumento que necesite.
  • Canales y calendario: encontrar el lugar y momento preciso puede ser sinónimo de una reunión, aunque también puedes provocar un poco vía mail o dejando algún enlace en la intranet. Esto ya depende de la estructura de empresa en la que trabajes.

Como ves, se parece mucho a lo que sería hacer una estrategia de marketing de contenidos porque así lo veo yo: si no puedes convencer a tu jefe de que invierta en marketing de contenidos, no sabes qué es el marketing de contenidos. Tan ‘sencillo’ como saber ‘dónde le duele’ y tratar de generar contenido para ayudarle: un mail, una presentación o lo que creas que tu jefe necesita. Por eso, como en el marketing de contenidos para vender, es importante conocer a tu público objetivo.

Acabo sugiriéndote que releas esta newsletter cambiando ‘jefe’ por ‘cliente’ y verás que tiene sentido en muchos aspectos. Al fin y al cabo, cuando se trabaja en una empresa, el cliente principal es muchas veces el propio jefe.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 237, 23-02-2015).

Conversaciones sobre contenidos: el caso de Coca-Cola

Después de la acogida del caso de Moritz, mantuve el reto de ir entrevistando a profesionales de los contenidos y contacté con varias empresas para hacerles la misma propuesta. Lamentablemente, parece que eso de contestar preguntas solo funciona cuando ellos quieren porque ninguna estaba dispuesta a atenderme. Hasta que entablé conversaciones con Coca-Cola.

Rocío tuvo la amabilidad de dedicarme su tiempo y el resultado es un nuevo ebook de libre descarga sobre cómo entienden y trabajan internamente los contenidos en Coca-Cola.

Esta colección de ebooks es uno de los contenidos que distribuyo en primicia para mis suscriptores.

[Contenidos] Cómo auditar el marketing de contenidos de tu competencia

Sé por experiencia que a nadie le gusta la palabra auditoria, ni a alumnos ni a clientes, pero es lo que es: una auditoria permite revisar los contenidos en busca de los contenidos que sirven y los que no. Cuando se hace internamente, contar con datos estadísticos es muy útil. Si no, solo se puede recurrir a la información pública.

Hay diversas formas de hacerla pero la más sencilla es simplemente consumir el contenido con espíritu crítico. Esto significa, por ejemplo:

  • Web: navegar entre páginas y secciones para saber cuál es la prioritaria dentro del mapa web. Si hay un producto estrella, tratar de averiguar por qué ése y no otro.
  • Blog: mirar las categorías, etiquetas y no solo leer un post, si no revisar los suficientes como para descubrir la línea editorial de la empresa y detectar cuáles han sido los más compartidos, quién los ha escrito y cuándo.
  • Twitter: fijarse en los favoritos y listas que tiene, a quién sigue/le siguen, los hashtags que utiliza y las respuestas que da. Además, leer unos cuantos para saber cuánta promo se hace o si comparte siempre de las mismas fuentes.
  • Facebook: repasar su cronología a ver qué tipo de fotografías comparte, las promociones que haya podido hacer, si hace demasiada promoción y si puedes cotillear un poco entre sus fans aún mejor.

Y así con todos los canales que pueda tener la empresa: piensa en qué cambiarías, qué no habrías hecho, qué parece funcionar… Espíritu crítico y constructivo.

Un inventario más cuantitativo nos daría números: tantos posts al mes, tantos tuits con engagement a la semana, tantas personas que hablan en Facebook… con una auditoria podemos tratar de descifrar la estrategia a la inversa: sus objetivos comerciales, sus temas de conversación en las redes sociales, su dedicación en cuanto a contenidos… así podrás saber si realmente hace marketing de contenidos o simplemente publica contenidos.

Yo recomiendo hacer esta revisión de contenidos con cierta regularidad, sobre todo si hay mucho volumen de contenidos o muchas personas implicadas en su creación.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 235 (9 de febrero de 2015).

[Contenidos] Sin canal propio, ¿se puede hacer marketing de contenidos?

Hoy quisiera hablarte de los canales, medios o plataformas que necesitas para hacer marketing de contenidos. Esta pregunta me la formuló una suscriptora y suelo tener comentarios parecidos cuando vemos en clase que herramientas como MailChimp piden que pongas una web corporativa durante el registro.

Las preguntas son parecidas a: ¿no puedo enviar una newsletter si no tengo web? ¿Necesito un blog para hacer marketing de contenidos? O una que ya se ha convertido también en clásica: no me gusta Twitter/Facebook, ¿por qué tengo que utilizarla?

Si volvemos a la base de toda comunicación, todo mensaje necesita un canal para llegar al receptor. Ahora bien, ese medio de comunicación puede ser propio o de terceros, gratuito o de pago, online u offline. Hay de todo tipo y para todos los gustos.

Visto así, se puede enviar una newsletter para llevar visitas a una tienda física que no tenga web, sí. Se puede hacer una revista en papel para llevar tráfico a una web, también. Se puede hacer marketing de contenidos sin tener blog, pues claro que sí.

Pero, la cuestión no es si se puede o no porque en el mundo online todo es posible. Lo que de verdad deberían plantearse las personas con estas dudas es si llegarían a distribuir el contenido generado de forma que llegase a alcanzar al perfil deseado. Tan sencillo como hacerse la pregunta realmente importante: sin web/blog/newsletter/redes sociales, ¿mi cliente potencial me llegará a conocer y valorar como opción de compra?

Algunos contestarán que sí, otros que no. No todos los negocios son iguales. Pongamos un ejemplo: de quién te fías más, ¿de una gestoría (por decir algo) que tiene una página web o de una que no tiene y que ha puesto una cuenta de GMail en el cartel de la ventana de su oficina? Depende porque tampoco todos los usuarios son iguales.

¿Un cliente potencial de tu negocio busca información en Internet para decidir su compra y tú no tienes una web o algún canal propio donde explicarle qué haces? Mala idea porque, aunque no seas una tienda online, una plataforma propia te ayuda a decir la tuya, con tus palabras. Pero si ese usuario se documenta en prensa, quizá te conviene invertir más en unas buenas RRPP.

La elección del canal de distribución depende de dónde se encuentre tu cliente potencial. Tampoco importa mucho si a ti te gusta más Facebook o Twitter: importa qué le gusta a tu usuario. Tendrás que hacer un esfuerzo por al menos intentar que entre en tu rutina y planificación.

Una opción fácil para empezar es utilizar los canales personales para investigar, tomar confianza y después abrir los corporativos. No es obligatorio, vale, pero ayuda a acercarnos a ellos y de eso se trata cuando hablamos de marketing de contenidos: de ganar la confianza de nuestra audiencia.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos número 234 (2 de febrero de 2015).

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