«Marca y contenidos: el huevo o la gallina», por Javier Velilla

La octava colaboración al ebook “Contenido eres tú” viene de la mano de Javier Velilla, consultor de branding y comunicación corporativa para empresas e instituciones. Así que contenido eres tú, branding.

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Este dilema nos acompaña desde la antigüedad para cuestionar el origen de todo. ¿Es causa o efecto? En definitiva, las gallinas ponen huevos y de ellos provienen las propias gallinas. Estamos ante un círculo vicioso: reconozcamos que es absurdo preguntarnos qué fue primero.

Sucede algo muy similar cuando pensamos en marcas y contenidos. ¿Qué es más importante: X que no puede venir sin Y, a la vez que Y no puede expresarse sin X. No intentaré responder a esta pregunta, porque la cuestión es cómo relacionamos marca y contenidos de forma adecuada cuando son realidades que van tan íntimamente de la mano. Por desgracia, durante años la gestión de la marca y la dirección de contenidos se ha abordado de forma desagregada, separando la marca de los contenidos. Imagina: es como si lo que la marca promete y su expresión en contenidos fueran realidades diferentes. Y en tiempos de burbujas y tempestades, en el sector deberíamos aprender mucho de conceptos como overpromise: una promesa incumplida no sólo desdibuja, especialmente rompe corazones.

Si la marca es una propuesta de valor, los contenidos tienen que ver con la comunicación. Son realidades diferentes, aunque a veces se confunden. Pero en la diferencia también es importante recalcar que marca y contenidos tienen que conversar. Los contenidos tienen que explicar algo de una determinada manera a un tipo de persona y por un canal. Y, además, tienen que ser creíbles y relevantes. Enfocar los contenidos de forma desagregada es contraproducente: la marca debe ser un punto de partida, porque los contenidos tienen que versar sobre algo y de alguna manera.

Recuerda tus clases de Lengua y Literatura en el instituto. Hay cosas que sabes que te pueden valer. El tema literario era aquella síntesis que refería el asunto de una obra, ya fuera una novela, un relato, una poesía… El tema parte de la premisa que podemos detectar un tema central alrededor del cual giran los personajes, la trama, el estilo… Con el tema todo está relacionado y conforma una unidad. Pues bien: el tema es la marca.

Si la marca fuera una persona, ocuparía la función del editor jefe de tus contenidos: orienta, selecciona, edita, corrige y garantiza el valor y la consistencia.

Actualización 9 de junio de 2014: ya puedes descargarte el ebook «Contenido eres tú» con este capítulo y muchos más.

 

[Contenidos] La herramienta imprescindible para crear una estrategia de contenidos

Hoy quisiera hablarte de la herramienta imprescindible en una estrategia de contenidos o, en otras palabras, lo que no puede dejar de utilizar un content strategist. Dicho así, podrías pensar que se trata de algo que no puedes permitirte (es sabido que las mejores herramientas son también las más caras) pero sigue leyendo porque tiene la ventaja de ser gratuita, ni siquiera hace falta registro para utilizarla.

No es para la gestión de proyectos, ni de creación ni siquiera de curación de contenidos. No es Facebook, no es Word, no es Google. Nada de eso, no es un software ni un servicio online así que no valen excusas de no saber cómo funciona. Es algo aún más básico, más fundamental pero tan importante que, como recalcaba este sábado Javier Godoy, es lo que decide si una estrategia tiene éxito o no.  

¿Se te ocurre qué puede ser? Piensa un poco más. La usas cada día aunque no te hayas dado cuenta. Lo tienes muy cerca, al alcance de tu mano, de hecho, está sobre tus hombros. Sí, es tu cabeza, tu cerebro, tu inteligencia o como quieras llamar a las ganas de pensar, a lo que toma las decisiones o a la capacidad de argumentarlas.

Para que quede claro: no es la creatividad, originalidad o visión innovadora de los contenidos. Podría serlo y desde luego que son factores a tener en cuenta. Pero antes hay que atacar la parte racional de la estrategia. Recuerda que el azar, como el miedo, no es una opción.

Pensar, pensar y pensar. Mézclalo con leer, investigar y analizar para asegurarte de que tus ideas tienen sentido y son posibles, y tendrás muchas más posibilidades de tener una estrategia ganadora. Si sigues unas plantillas o simplemente te guías por lo que hacen los demás sin pensar antes si debe ser así, estarás cerca del fracaso.

Para hacer una estrategia de contenidos, hay que:

  • Reflexionar sobre lo que puede ser mejor o peor, lo que será más rentable o lo que gastará más recursos…
  • Tomar las mejores decisiones posibles después y solo después de haber valorado los pros y los contras de todas las opciones.
  • Justificar las conclusiones que se plasman en el documento entregable.
  • Saber argumentar frente el cliente o el superior cuando pregunte el fatídico: ¿por qué? O ¿Y por qué no esto otro?

Podemos basarnos en datos o en la experiencia, pero las estrategias no se construyen con frases que empiecen con ‘yo creo que…’. Una creencia es solo el primer estado de una idea. Hay que evolucionarla, seguir pensando en ella, hacerla crecer, blindarla con evidencias hasta confirmar que podrá enfrentarse a quien se le ponga por delante. Incluido el usuario final porque, nunca lo olvides, es para él es para quien se piensa la estrategia.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 134 (4 de marzo de 2013). Suscríbete gratuitamente para recibir un artículo exclusivo cada lunes.

«Estrategia de contenidos: el ritmo de tus contenidos», por Fabrizio Ferri-Benedetti

La segunda colaboración al ebook «Contenido eres tú» viene de la mano de Fabrizio Ferri-Benedetti, apasionado por saber qué pasa en las mentes de los usuarios. Así que contenido eres tú, estrategia de contenidos.

¿Has oído alguna vez una canción de rock sin percusiones? Prueba a escuchar Back in Black sin batería: ¿verdad que le falta sustancia? Por muy buena que sea una canción, sin alguien que se encargue de marcar el ritmo no va a llegar a los 40 principales.

En tu empresa puede pasar lo mismo. Tienes tu plan de comunicación. Tienes buenos contenidos. Tienes controlados los canales sociales. Si tu empresa fuese una banda, ya tendrías vocalista, guitarra y teclados. Pero todavía te faltaría a alguien esencial, el tipo que se encarga de darle ritmo a tus contenidos: el batería. Para mí, ese batería es el estratega de contenidos. Su labor no es cantar, sino ayudar a los demás miembros de la banda / empresa a comunicar de manera coherente, regular y sobre todo efectiva. Porque de vender va la cosa.

La estrategia de contenidos es una labor meticulosa de mediación y planificación en la que hay que unir a estrellas a menudo intratables y hacer que trabajen juntas para entregar su mensaje con regularidad y cohesión. El estratega de contenidos es también un puente entre la parte más creativa y la parte puramente técnica de la comunicación empresarial.

Pero salgamos un momento de la metáfora rockera. Lo que un estratega de contenidos hace para una empresa -cualquier empresa- puede resumirse en lo siguiente:

  • Crea un plan para publicar y mantener contenidos en todos los canales
  • Selecciona, configura y a veces crea el sistema de gestión de contenidos (CMS)
  • Diseña el ciclo de vida del contenido y entrena a los que lo protagonizarán
  • Implementa métodos para reducir costes de redacción, traducción, etcétera
  • Colabora con diseñadores de usabilidad para mejorar los productos
  • Colabora con márketing / comunicación para alinear voz y tono del contenido

Actualización 9 de junio de 2014: ya puedes descargarte el ebook «Contenido eres tú» con este capítulo y muchos más.

 

«Los contenidos te convertirán en un referente», por Andrés Pérez

La primera colaboración al ebook «Contenido eres tú» viene de la mano de Andrés Pérez, experto en desarrollo de marcas y autor de varios libros sobre posicionamiento personal (el último recién publicado «Marca personal para dummies«).  Así que contenido eres tú, marca personal.

Para mucha gente, el concepto de Marca Personal se ha asociado con deshumanizar a las personas y considerarnos como objetos o productos. Pero es justo lo contrario. Se trata de descubrir y comunicar nuestra singularidad para generar valor y dejar una huella positiva y memorable. No se trata de “vendernos” nosotros sino de vender bien lo que hacemos.

Para recordar nuestro amor utilizamos un punzón para marcar un corazón en un árbol. Para dejar un rastro, recuerdo, sello o huella es necesario utilizar un medio que genere ese impacto en la mente de aquellos a quienes queremos influir. La mejor forma de conseguirlo es ofreciendo muestras de aquello que somos capaces de hacer.

No se trata de decir lo buenos que somos sino de demostrarlo. Y la mejor forma de conseguirlo es comunicando nuestro valor por todos los canales posibles a través de textos, imágenes, videos o documentos útiles para el destinatario pero también para quien los crea.

Cuando un profesional es capaz de descubrir, extraer y comunicar eficazmente la información y los conocimientos relacionados con su especialidad se convierte en un referente. Los contenidos son la llave que le posicionará como una autoridad en su materia. Ya no es necesario que hable bien de sí mismo, lo que es poco creíble, sino que es lo que ofrece lo que hablará de él o ella y le situará como la opción a tener en cuenta.

Actualización 9 de junio de 2014: ya puedes descargarte el ebook «Contenido eres tú» con este capítulo y muchos más.

 

Los contenidos pueden ayudar a tu empresa… ¿o no?

Después de dar varios años de clase, muchas veces me han hecho la pregunta de si ‘esto de los contenidos’ puede ayudarles realmente o no. A muchas personas les cuesta imaginarse dedicando el tiempo y esfuerzo que supone implementar una estrategia de contenidos. Pero muchas otras dicen que tiene beneficios, que es una buena opción para las empresas… así que hay quien tiene dudas de si probarlo o no.

Pues tengo una buena noticia para todos ellos: el marketing de contenidos no es obligatorio. Sí, para la mayoría de empresas es una fantástica opción. Pero también hay otras a las que no les sirve para casi nada o, mejor dicho, no de la forma más convencional que se escucha por ahí y que sacarían mayores beneficios de otro tipo de estrategia.

Para tratar de separar unas de las otras, he preparado un nuevo test. Contesta 10 preguntas tipo Sí/No y obtendrás un porcentaje: el número que ha de decantar la balanza hacia si necesitas los contenidos (porcentaje mayor) o no (menor porcentaje).

Como las otras herramientas de mi centro de recursos, es un test anónimo así que anímate a probarlo.

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