[Contenidos] Índice de una estrategia de marketing de contenidos

Igual que hace un año publiqué una muestra del índice de un Plan de medios sociales, esta vez es el índice de una estrategia de marketing de contenidos como ejemplo para los que la quieran hacer por su cuenta. Sobre eso precisamente van las clases que hago sobre estrategias de contenidos y es una forma fácil para los alumnos de entregar el ejercicio final que comentamos.

Así, el índice de un documento que recoge la estrategia de marketing de contenidos debería tener los siguientes puntos (a desarrollar tan ampliamente como se quiera):

  1. Objetivos: qué quiero conseguir con los contenidos
    Definir estrategia, tácticas y metas concretas para cada fase
  2. Público objetivo: a quién me quiero dirigir
    Describir perfiles básicos de visitantes y clientes
  3. Línea editorial: qué quiero decir y cómo
    Identificar historia, mensajes claves y posicionamiento
  4. Creación y filtrado de contenidos: qué canales
    Detallar uso de cada canal seleccionado dentro de la estrategia general
  5. Recomendaciones de promoción de los contenidos
    Complementar otras acciones de marketing o crear nuevas
  6. Recomendaciones para valorar los resultados obtenidos
    Especificar métricas generales y por canal y plazos de medición

Lógicamente, se complementa con el pdf «Marketing de contenidos en 10 pasos» y sus correspondientes preguntas para profundizar más en la estrategia. La intención del índice es servir de ejemplo, plantilla o guía rápida para rellenar ordenadamente de manera que no se olvide nada relevante y poder presentarlo a quien lo aprobará, ya sea superior en el trabajo o cliente si es una agencia.

[Contenidos] Entregables en una estrategia de contenidos

«¿Qué voy a conseguir por mi inversión en contenidos?» Esta debe ser la pregunta que ronda la cabeza de algunos suscriptores… y de otros tantos empresarios del mundo. La respuesta es fácil: «lo que te hayas propuesto a la hora de definir sus objetivos». Pero, sin caer en el chiste fácil, si responde un consultor es otra cosa: «un entregable».

Shelly Bowen ha publicado una lista de los entregables relacionados con los contenidos y un PDF para descargar y utilizar de check list (seas consultor o no). Destaco los 10 que me parecen más útiles (sin ningún orden en particular):

En su post, Shelly incluye una imagen curiosa de cómo se crean estos entregables. El flujo sería el siguiente: Datos > Content strategist > Magia > Entregables > Guardianes de la estrategia.

Eso de ‘magia’ es lo que más llama la atención y es lo más difícil de definir: básicamente que cada experto aporta su propia perspectiva e interpretación de los datos con lo que los entregables no siempre serán iguales.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 42 (30 de mayo de 2011).

[Contenidos] El precio y el valor de los contenidos

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes.

Antes de nada, deberíamos crear nuestra propia escala de valor. Por ejemplo, hablando de copy corporativo, podríamos distinguir entre páginas que parecen sacadas de informes y memorias anuales y aquellas que han sido creadas específicamente para la web. O, hablando de medios sociales, se tendría que separar entre los posts mínimamente editados pero al fin y al cabo copiados de otros blogs y los que están trabajados como artículos originales.

En ambos casos, los primeros tienen un precio ínfimo en euros (incluso céntimos) y en resultados; los segundos pueden salir más caros para el bolsillo pero también tendrán mayores beneficios. Si no todos los contenidos tienen el mismo valor, no pueden tener el mismo precio.

La creación de los contenidos que sí tienen en cuenta los objetivos de marketing de la empresa suponen mayor coste ya que se necesita más tiempo para prepararlos. Son más artesanales al preocuparse de reflejar su historia y de adaptarla a quién la va a leer mientras que los otros son producción en cadena preocupada únicamente por las páginas vistas.

El filtraje de contenidos (content curation) lleva menos tiempo porque se elimina parte de redacción pero aún así seleccionar los enlaces que aportan valor al perfil deseado no es algo barato, más aún si la opción elegida supone una inversión tecnológica previa.

Así que a la hora de valorar económicamente una propuesta de contenidos, no solo hay que tener en cuenta el tiempo que nos vamos a ahorrar y que podremos utilizar en lo que de verdad sabemos hacer en nuestro negocio, también los beneficios extra que conseguiremos como pueden ser posicionamiento en buscadores o de marca si se ejecuta bien la estrategia de contenidos.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 41 (23 de mayo de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Las plantillas no sirven para el marketing de contenidos

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes.

Para los que no saben por dónde empezar, las plantillas son una buena forma de enfrentarse a la hoja en blanco. No hablo tanto de las de diseño, sino de esas que lo único que has de hacer es cambiar dos o tres palabras por tu nombre y ya tienes hecho el documento. En formatos standard es un recurso rápido que saca del apuro, por ejemplo, para crear manifestos o social media guidelines. Pero no sirven para todo.

Las plantillas no consiguen el objetivo del marketing de contenidos. ¿Cómo vamos a conectar con nuestros usuarios si les repetimos lo mismo que el resto? Tenemos que personalizar nuestro discurso para que se adapte a nuestro público objetivo. Las palabras standard no sirven, hay que ser un poco más creativos… hasta en un manisfesto.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 33 (28 de marzo de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Beneficios y estructura de una guía de estilo

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

En una guía de estilo se define el posicionamiento de la empresa, el tono o lenguaje y todo lo necesario para que los contenidos describan la marca.

En Get a Word In explican tres beneficios por tener un manual de este tipo:

  • Crea una voz única para la empresa: su última frase resume muy bien este concepto: «sé tú mismo porque el resto de personalidades ya están cogidas»
  • Ajusta el posicionamiento: escribir sobre ello ayuda a fijarlo tanto interna como externamente
  • Crea buyer personas: ya vimos hace unas newsletters que ayudan a determinar el perfil del público objetivo

La estructura de una guía de estilo puede ser la siguiente:

  • Uso general: cómo se escribe para Internet
  • Uso concreto: palabras habituales, mensajes clave a repetir, expresiones a evitar…
  • Ejemplos de uso: hablando de texto, igual que en un manual de identidad corporativa, también deben incluirse referencias a utilizaciones comunes

Como algunos apartados son muy similares a los de una guía de medios sociales, pueden mezclarse sus índices y hacer un documento global de uso general.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 32 (21 de marzo de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

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