Como ya sabes, hoy es el Día de la mujer trabajadora (como si hubiese de otro tipo). Me parece un buen día para plantear aquí algunas cuestiones sobre la diferencia entre la publicidad dirigida a hombres y a mujeres.
Según un estudio, «para los anuncios dirigidos a hombres los personajes más idóneos serían los deportistas, humoristas, cocineros y actores, mientras que para las mujeres habría que decantarse por los actores, humoristas, cocineros, presentadores y músicos».
Y, según otro estudio, «el 90% de las mujeres encuestadas afirma no sentirse en absoluto identificada con los mensajes que las empresas le transmiten por considerar que se basan exclusivamente en conceptos como limpieza, familia, hogar y estética. Y el 85% de ellas señala como valores con los que se identificaría los de inteligencia, independencia, capacidad de decisión y aspectos profesionales «.
Algunos ejemplos para ver cómo un mismo producto se anuncia «adapatado» al género del destinatario: de colchones, de relojes, de perfumes, de bebidas (hombre, mujer). Está claro que somos diferentes, pero el «poco» tiempo de un spot no debería ser excusa para recurrir a los tópicos.
Aprovecho y dejo por aquí algunos anuncios por si quieres comentar si son sexistas (o no): de condones, de sujetadores, de desodorantes (siento que vengan todos de la misma fuente, pero son los que tenía más a mano) y de perfumes.
Y metiendo el dedo en la llaga, señalar la campaña de Nike women que podemos ver estos días en sus tres versiones (puedes verlos desde Llámame Lola), ¿por qué no hay un Nike men? ¿Por qué ha de ser el masculino el genérico?
Será que somos muy, pero que muy especiales. Aunque siempre haya quien no piense igual y nos tenga envidia (además de falta de respeto).
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