En una sala de cine tendría que haber un aparato que te hiciese olvidar todo lo que has leído u oído sobre la película que vas a ver. Más aún, tendría que detectar también recuerdos de partes anteriores. ¿Por qué digo todo esto? Si has visto ya «Harry Potter y el cáliz de fuego» lo comprenderás.
Esta iba a ser la película en la que Harry se hiciese mayor, en la que descubriría el amor y le saldrían los colores por una chica. Tendría que haberme fijado más en el poster de la peli, donde la chica en cuestión ni aparece. Por algo es…
¿Y qué hay de los malos rollos que se iban a crear entre el trío protagonista? Bueno, esto es medianamente cierto, pero ni siquiera forma parte de la trama secundaria… son sólo 5 minutos comparado con el tiempo dedicado al «nuevo amigo» de Harry, el buscador más famoso de Howgarts (pero sólo en esta parte, claro). Y, por cierto, cada vez me cuesta más creerme a estos jóvenes «actores».
Esperábamos también el gran enfrentamiento entre (el malvado) Lord Voldemort y (el niño) Potter. Quitemos el «gran» porque aunque sí hay pelea, resulta, en lugar de temible, risiblemente breve. Aunque claro, por algo hay más partes.
Sobre el resto del argumento, poco que decir. Estamos en cuarto curso (por cierto, ¿de cuántos?) pero en realidad lo único que vemos es el Torneo de los Tres/Cuatro magos. Y tampoco es para tanto porque no llega a competición porque nadie queda descafilicado. Otra cosa más que no tiene sentido.
Una vez más, la amistad es lo más bonito de la película. En esta ocasión no se salva nada más. Lo dice el fuego: no te separes de tus amigos. Claro, es que no es Harry sea un gran mago es que sus amigos lo son.
Hablando de realización, se ha perdido todo lo bueno que Cuarón aportó a la saga. Tan sólo los sueños conservan algo de magia, el resto es tan alegre como una peli Disney con las hadas de «La bella durmiente» o «Cenicienta».
Quizá todos las expectativas se cumplen en el libro y yo me quedo rabiando contra Harry cuando en realidad debería ladrarme a mi misma por no leer un poco más.
Películas anteriores: «La piedra filosofal» (la 3ª más taquillera del año 2000 de Chris Columbus), «La cámara secreta» (la 9ª de 2001 también de Columbus) y «El prisionero de Azkaban» (para mi la mejor, aunque la 15ª del 2004 por Alfonso Cuarón).
¿Más temas? Sigue atent@ y, si quieres, lo leerás aquí.