El contenido es una asignatura transversal

Durante 6 jueves estoy republicando los posts que escribí para el blog de Secuoyas Marketing y que ya no están disponibles. Éste es el 3º.

Con estas palabras me contestó Chema cuando me quejé de que no hubiese ninguna sesión del Programa avanzado de marketing online de Secuoyas Academy dedicada a los contenidos. “Es una asignatura transversal” es una buena respuesta porque vaya si lo es.

Hay muchos perfiles y disciplinas implicados en el mundo de contenidos. El más evidente, por épocas pasadas en las que era único, es el copy. De él (o ella) depende la redacción de los textos de las piezas, ya sea una web corporativa, una noticia, una newsletter o unas líneas persuasivas para un banner. Su estilo y creatividad deja huella en lo que escribe, aunque se adapte a diferentes formatos y targets.

Y un público muy deseado es el que viene de buscadores así que entra en juego otro perfil que condiciona el contenido: el SEO. Con el experto en Google hemos topado y con quien decide las palabras que han de utilizarse en para posicionar una página web. Sus manos modifican, entre otras cosas,  el texto para introducir keywords a granel y aumentar las posibilidades de ser encontrado.

Sin salir del SEM, nos quedan los anuncios de AdWords que están lejos de las tareas del copy pero relacionados. Esas tres líneas (cuatro si contamos la URL) concentran la propuesta y la diferenciación de la empresa respecto a los otros anunciantes. Son la versión reducida del mensaje que transmite la web pero mucho más comercial ya que necesitan desesperadamente el click para sobrevivir.

Aún hay más perfiles a tener en cuenta porque hoy las empresas (si quieren) producen muchos más contenidos que los corporativos y estáticos de su web. Los community managers son los encargados de transmitir los valores de la empresa en los medios sociales. Publicar un post, un tuit o una actualización en una red social como Facebook es muy fácil y al alcance de cualquiera, persona o empresa.

Pero no por eso debe separarse de la estrategia de contenidos general de la empresa. Alguien desde una perspectiva global, o transversal, ha de decidir qué se dice, dónde y de qué manera.  Las palabras venden, entre otras, en cualquiera de las formas que acabo de mencionar y en todas se pone en juego la reputación de la empresa.

Originalmente publicado en el blog de Secuoyas Marketing (26 de octubre de 2010). ¿Quieres que escriba en tu blog? ¡Hablemos!

Guest posting: escribir en otros blogs para promocionar el tuyo

Durante los próximos 6 jueves republicaré los posts que escribí para el blog de Secuoyas Marketing y que ya no están disponibles.

Escribir como blogger invitado es todavía poco habitual en España aunque cualquier ebook escandalosamente titulado de manera similar a “cómo conseguí multiplicar por mil mis suscriptores en una semana” incluye siempre un apartado para el guest posting.

No se me ocurre ningún aspecto negativo de publicar posts en otros blogs, más bien al contrario: los beneficios son mutuos. Con su estrategia de invitar a bloggers a escribir en su blog, éste conseguirá:

  • tiempo, el que van a ahorrarse internamente al reducir la frecuencia de posteo del equipo
  • contenido relevante, el que saben que conseguirán de los bloggers que han seleccionado
  • alianzas con otros profesionales (networking), las que pueden necesitar para futuros proyectos
  • reconocimiento, el que proporciona mantener un blog corporativo de calidad
  • tráfico, el que les traerá el contenido y el propio blogger invitado

No hay duda de que esta táctica compensa a las empresas, pero ¿también a los bloggers que escriben? Pues sí porque, aunque el tiempo invertido en escribir no acabará en un post en el blog, sí repercutirá indirectamente en forma de networking, reconocimiento y tráfico.

Si eres blogger y quieres que te inviten, puedes sentarte a esperar el mail o actuar proactivamente y proponerte tú a un blog que creas puede estar interesado. Relee sus posts para saber en qué temas flaquea en cuanto a actualización, su enfoque en general, si ha aceptado antes posts de otras personas (aunque sea por vacaciones)… pero también a sus lectores que al fin y al cabo es a quienes tratas de llegar. Escribe un post que encaje con su línea editorial y envíaselo junto a una explicación de por qué crees que podría interesarle publicarlo (puedes usar este post como referencia para los beneficios que ambos conseguiréis). Cuando hayas repetido esto con un par de blogs, solo entonces, podrás sentarte a esperar el mail que te invite.

Si tienes un blog y quieres invitar a otros bloggers a que escriban, también puedes sentarte a esperar a que alguien se te ofrezca o buscarlos. Los criterios a la hora de elegir a los autores invitados son similares a los anteriores: que tengáis temas en común, que sea un buen complemento a lo que puedas escribir tú, que te guste cómo enfoca sus posts… y que también tenga lectores a los que llevar a tu blog.

Originalmente publicado en el blog de Secuoyas Marketing (27 de septiembre de 2010). ¿Quieres que escriba en tu blog? ¡Hablemos!

[Contenidos] ¿Marketing sin hacer marketing? ¡Marketing de contenidos!

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

Hacer una campaña de marketing únicamente para el lanzamiento de un producto es una estrategia igual de equivocada que creer que anunciarse sin una noticia llevará a la competencia a creer que nuestro negocio va mal y que estamos desesperados por conseguir nuevos clientes.

El marketing de contenidos permite hacer marketing pero sin que se note porque no depende directamente de un producto para que funcione. En otras palabras, haya o no haya un hecho noticiable de nuestra empresa, podemos seguir publicando contenidos que interesen a nuestros posibles clientes.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 26 (7 de febrero de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Gestión de expectativas (y 2ª parte)

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes. ¡Y la historia de hoy viene en dos partes así que mejor empieza por la primera!

¿Qué podemos aprender de esta historia inventada? Algunas expectativas que nuestro texto ha de contemplar:

  • Que el buscador, la puerta de acceso aún de muchos usuarios, tenga la última versión (una cuestión más técnica pero de relevancia)
  • Que el posicionamiento conseguido en buscadores responda a la realidad (nada de palabras clave engañosas o títulos que no describen los párrafos siguientes)
  • Que el contenido de la página se pueda relacionar fácilmente con la búsqueda del usuario
  • Que el texto atrape al usuario por sí mismo y le ayude a elegir nuestro producto
  • Que no por intentar vender hagamos el producto más maravilloso de lo que realmente es

En resumen, escribir pensando en el usuario y en cómo nuestro producto puede ayudarle es la mejor manera de cumplir sus expectativas y ayudar a que nuestra reputación no salga perjudicada.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 23 (17 de enero de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Gestión de expectativas (1ª parte)

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes. ¡Y la historia de hoy viene en dos partes!

Todo empezó en la página de resultados de Google. No quise utilizar el botón «Voy a tener suerte»… en aquel momento no sabía que la iba a necesitar. Leyendo en diagonal (escaneando que dirían otros), unas negritas en el título y repartidas por el texto de la descripción hicieron que me fijase en un resultado concreto, haciéndome pensar que visitando esa web encontraría la respuesta. Pero no fue así, primera expectativa frustrada.

Una vez dentro de la página busqué con la mirada (otros seguirían llamándolo escanear) el mismo texto que me había hecho clickar. Pero debía estar escondido entre otras palabras porque únicamente veía bloques y bloques de cemento, quiero decir, párrafos y párrafos de frases en las que nada destacaba. Segunda expectativa frustrada.

Pero estaba convencida de que Google no me engañaba, así que volví atrás con el navegador y recurrí a su caché para que, al menos, me destacase las palabras que estaba buscando. Tercera expectativa frustrada porque el texto ya no coincidía con el que estaba realmente publicado en la web.

De nuevo en la página de resultados y sin perder el optimismo, le di al «tener suerte». Entré directamente en una página que trataba un poco mejor el texto. Al menos visualmente porque cuando empecé a leer me di cuenta de lo vacías que estaban sus palabras. Frases típicas y tópicas que no convencerían a nadie llenaban el espacio entre fotos. Cuarta expectativa frustrada.

Y aquí viene la quinta y última. Fue cuando encontré otra web que sí respondía a lo que estaba buscado, que despertaba mi interés incitándome a la compra. Lo hice y fue el momento en el que la decepción se apoderó de mí. Me sentí engañada por el copy porque el producto no cumplía las expectativas que el texto me había generado. A pesar del tiempo perdido, no lo consideré un fraude pero no volví a comprar esa marca y aproveché cualquier oportunidad para criticarla frente a mis contactos.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 23 (17 de enero de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

Actualización: segunda parte del post.

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