[Contenidos] ¿Dónde tienes más probabilidades de que los contenidos te ayuden?

Hoy quisiera hablarte de cómo son las empresas que quieren utilizar el marketing de contenidos. La base esta vez no es el Estado de los contenidos en España. Igual que al explicar las flaquezas, los datos los he sacado de la herramienta automática de autocomprobación que en base a 10 preguntas te orienta para que sepas si los contenidos pueden ayudarte o no.

La media que se muestra al final del test se actualiza automáticamente pero ahora está en 72%, es decir, un 72% de probabilidades de que los contenidos puedan ayudar a las más de 150 personas que lo han rellenado desde que lo puso en marcha. Cada uno recibe su porcentaje pero me parece interesante sacar los datos para ver por dónde andan los tiros.

Los detalles de los aspectos positivos:

  • La pregunta que se lleva más puntos es la que de los recursos: el 87% podría dedicar algo a los contenidos, ya sea tiempo o dinero. Buenas noticias que contrastan con el deseo de las pymes de invertir poco o nada.
  • La segunda con porcentaje más alto es la que recomienda regalar contenidos para hacer marketing de contenidos y el 83% dice que su empresa lo entendería. ¡Bien!
  • La tercera del ranking es la dedicada al público: el 82% dice que su audiencia utiliza regularmente Internet para informarse o comprar online. Siempre es importante conocer a las personas pero no hay que olvidar que también hay marketing de contenidos offline.

Claro que los contenidos no hacen milagros y algunas personas habrán tenido porcentajes bajos. Sí, hay datos negativos, es decir, ciertas probabilidades de que los contenidos no puedan ayudar cuando:

  • El 46% dice que su empresa está en situación delicada, es decir, que acaba de empezar o está pensando en cerrar. En estos casos, es importante meditar la estrategia y gestionar las expectativas.
  • Al 44% le preocupa más la rentabilidad que el engagement a la hora de tomar decisiones dentro de la empresa. ¡Con el dinero hemos topado!
  • El 34%  está condicionado porque su sector no es social, es decir, está orientado a instituciones y B2B que no tienen las redes sociales como primera opción de captación de clientes.

Ya ves, no todas las empresas que se ponen delante de los contenidos acaban encontrando la solución en ellos. Afortunadamente, la mayoría sí.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 257, 13-07-2015).

Cuarta encuesta sobre contenidos en España

Llega fin de año y, mientras algunos ya están haciendo pronósticos para el siguiente, a mi me da por analizar lo que hemos hecho. Por eso, por cuarto año consecutivo, pongo en marcha la encuesta sobre contenidos en España con el objetivo de analizar cuestiones económicas de nuestro trabajo como los presupuestos que se dedican y del día a día como canales utilizados o formas de promoción de los contenidos.

Participa en la encuesta 2015

Hasta el 30 de noviembre recogeré los datos y, cuando los procese, prepararé como en años anteriores un ebook de descarga gratuita. Si quieres ir sabiendo los resultados provisionales, apúntate a mi newsletter o mira el hashtag #estadocontenidos15.

[Contenidos] Los contenidos no son un rollo de una noche, pueden enamorarte

La semana pasada estuve en EADA dando una charla sobre planificación de contenidos (puedes ver la presentación en mi SlideShare). Fueron 2h que dieron mucho de sí, aunque siempre me quedan cosas por contar… si me conoces, ya sabes que tengo rollo para eso y mucho más.

Y precisamente esa fue la palabra que utilizó un alumno para describir lo que yo estaba explicando, ‘si hacemos todo este rollo…’. No lo dijo con mala intención así que, gracias, has inspirado esta newsletter también dedicada a cualquiera que piense que en los contenidos como si fueran ‘un rollo’.

Para empezar, ‘rollo’ tiene connotaciones negativas. Muy negativas:

  • Una película es un rollo y cambias el canal.
  • Tienes un rollo de una noche y nunca más lo vuelves a ver.
  • Tu trabajo es un rollo e intentas buscar otro.

Vamos, que ser un rollo es un rollo desde cualquier perspectiva. Hay que saber enrollarse porque cuando eres un rollo nadie te hace caso. Y la atención del usuario es muy valiosa, no hay que perderla… más bien al contrario, se conserva gracias a los contenidos.

Analizando el por qué algo/alguien es un rollo, llego a lo que realmente (quiero pensar) que se puede aplicar a los contenidos sin que suene (del todo) negativo:

Todo esto es cierto, quizá por eso alguien puede ver los contenidos como un rollo. Para mí no lo es, me divierto haciéndolo y por eso lo he convertido en mi trabajo. Pero entiendo que desde fuera parezca aburrido, hasta engorroso, dedicarse a algo que no necesariamente tiene que ver con tu propio trabajo. Es lo que yo suelo llamar ‘el marrón de los contenidos’ porque te lo asignan sin que tú lo quieras. Y eso es un rollo.

En este contexto, sí, tener que decidir qué hacer es un rollo, una lata, un fastidio porque todo son incógnitas: ¿cómo elegir la mejor opción? ¿Cuándo saber que se hace lo suficiente para conseguir algo? ¿Seguro que se está haciendo todo lo posible? Vaya marrón, ¿no?

La verdad es que, como le dije a otra alumna el viernes, la experiencia es quien tiene la respuesta a ésas y otras muchas preguntas relacionadas con los contenidos. Los números y las estadísticas llegan donde el método del ensayo-error tampoco llega. Y, entonces, cuando controlas un poco más la situación, verás que los contenidos dejan de ser un rollo y pasan a ser algo que contribuye positivamente a los objetivos de tu empresa.

Poco a poco empezarás a divertirte con los contenidos, a atreverte a probar cosas nuevas. Entonces, sin darte cuenta, invertirás más tiempo y esas horas no se te harán largas si no entretenidas. Aprenderás por tu propia experiencia que los contenidos pueden enamorar y no ser un rollo de una noche.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 251, 02-06-2015).

[Contenidos] Hola, me llamo Eva y soy esclava del contenido

Hoy quisiera hablarte de la dependencia de los contenidos que tenemos algunos profesionales. El concepto de ‘esclavos del contenido’ surgió hablando con Magali Benítez y, pensándolo después de soltar unas risas por llevarlo aún más al extremo y ser una ‘content victim’, razón lo le falta: en el mundo online, dependemos por completo de los contenidos.

No me voy a poner como ejemplo porque es evidente que, si me dedico a escribir y a hacer planes de contenidos, soy una esclava del contenido: sin él, no trabajo y, desde una perspectiva personal, seguramente no podría estar sin escribir. Así que empiezo por el trabajo de Magali y lo amplio a otros perfiles.

Quizá la recuerdes porque escribió el capítulo dedicado a SEO en el ebook “Contenido eres tú”. Magali desde su empresa Polièdric se dedica a conseguir visitas y notoriedad online de manera que aumenten las ventas de sus clientes. Sus herramientas, como dice en su perfil de Twitter, son SEO, SEM, Google AdWords y campañas de publicidad online (por cierto, las utiliza muy bien). Está claro también es una esclava del contenido: ¿qué posicionar, anunciar o promocionar si no es contenido?

Podría hacerlo con contenido mediocre, seguramente sí. Pero: una empresa necesita un buen copy para destacar en los resultados de búsquedas, ya sea orgánica o publicitariamente; un post necesita un texto, simplificando, decente para posicionarse; una web necesita cuidar sus formas para que Google al menos la tenga en consideración.

Así que diseñadores y programadores también son esclavos del contenido porque lo necesitan para trabajar. Dependen del árbol de contenidos de la web, de sus fotos y textos. ¡En teoría! Porque luego vienen los que se niegan a serlo y utilizan texto falso con más o menos gracia para acabar cuanto antes el proyecto.

También deberían considerarse así quienes trabajan en medios sociales, ya lo comentamos hace un tiempo. Al fin y al cabo, ¿no es el community manager quien escribe contenidos sociales? Pues tan importante para este perfil debería ser conocer la mejor aplicación para Facebook como saber qué tipo de contenido espera su comunidad y escribirlo adecuadamente. Claro que ellos prefieren ser esclavos, perdón mejor apasionados, de las redes sociales.

Y es que no todo el mundo quiere (reconocer) ser esclavo del contenido, algunos lo podemos decir con orgullo porque nos preocupa lo que se hace con el contenido. Nos importa, por eso tratamos de prestarle la atención que merece. Solo así, con una buena base desde el principio, podemos decir que nuestros proyectos terminan bien. Porque al ser esclavos del contenido, nos interesa más el contenido que el propio cliente. De hecho, como esclavos, nuestro cliente, amo y señor es el contenido.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 238, 02-03-2015).

[Contenidos] La estrategia para que tu jefe invierta en marketing de contenidos

Hoy quisiera hablarte de cómo aplicar el marketing de contenidos dentro de tu propia empresa. Otra forma de decirlo es que utilizando el marketing de contenidos puedes convencer a tu jefe para que invierta en contenidos.

¿Por qué convencer a tu jefe de que la inversión merece la pena?

Trabajas en marketing o comunicación, has comprendido que el marketing de contenidos es una pieza fundamental en tu estrategia pero no puedes utilizarlo porque no te asignan los recursos que necesitas… tienes dos opciones: cambiar de empresa o convencer a tu jefe.

Lo primero quizá te suena radical pero es que la actual está anclada en el pasado (allá en el mundo 0.0) así que no le auguro mucho futuro. Lo segundo es simplemente tratar de mantener tu puesto de trabajo demostrando que vales y que puedes hacer prosperar la empresa.

Enfócalo así: has de convencerle porque así demostrarías que el marketing de contenidos funciona.

¿Cómo convencer a tu jefe de invierta en marketing de contenidos?

Tan sencillo como aplicar los puntos estratégicos, en lugar de a venderle algo a tu cliente, a convencer a tu jefe:

  • Objetivos: lograr inversión, llámale tiempo o presupuesto para contratar a alguien, es decir, recursos para dedicar a los contenidos.
  • Perfil: espero que conozcas bien a tu jefe, esto muy importante porque no todos son iguales. Algunos prefieren la parte económica, otros la de resultados y hay quien simplemente busca un informe y que no le obliguen a tomar decisiones.
  • Línea editorial: según cómo sea tu jefe, elige el argumento que necesite.
  • Canales y calendario: encontrar el lugar y momento preciso puede ser sinónimo de una reunión, aunque también puedes provocar un poco vía mail o dejando algún enlace en la intranet. Esto ya depende de la estructura de empresa en la que trabajes.

Como ves, se parece mucho a lo que sería hacer una estrategia de marketing de contenidos porque así lo veo yo: si no puedes convencer a tu jefe de que invierta en marketing de contenidos, no sabes qué es el marketing de contenidos. Tan ‘sencillo’ como saber ‘dónde le duele’ y tratar de generar contenido para ayudarle: un mail, una presentación o lo que creas que tu jefe necesita. Por eso, como en el marketing de contenidos para vender, es importante conocer a tu público objetivo.

Acabo sugiriéndote que releas esta newsletter cambiando ‘jefe’ por ‘cliente’ y verás que tiene sentido en muchos aspectos. Al fin y al cabo, cuando se trabaja en una empresa, el cliente principal es muchas veces el propio jefe.

Originalmente publicado en mi newsletter sobre marketing de contenidos (núm. 237, 23-02-2015).

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