Navegar por Internet, ver la tele, escuchar la radio, leer un diario… a lo largo del día elejimos qué medio consumir. La decisión puede depender del tiempo de ocio de que disponemos, de nuestra predilección por uno u otro o incluso de una costumbre arraigada.
Podemos escuchar la radio por la tele o por Internet y ver la tele y leer la prensa online. Los medios se mezclan cada vez más, ofreciendo más de los otros, copiándose para diferenciarse. Se trata de una carrera por ver quién consigue más de nuestro tiempo, es decir, quién tiene más audiencia que vender. Es la economía de la atención.
En este contexto, leer (gracias David) y ver la noticia de que una revista ha incluido vídeo en sus páginas no tendría que ser algo sorprendente. Cualquier medio es un soporte publicitario, hay que innovar y adaptarse para no desaparecer. Y el papel es quien más miedo tiene de esta convergencia de medios.
Pero el Video In Print lo es, hoy es noticia y todos hablamos de Entertainment Weekly (objetivo cumplido también para la CBS y Pepsi, los anunciantes) y, al menos personalmente, me encantaría hacerme con un ejemplar y guardarlo (todo el tiempo que duren sus pilas) igual que me hubiese gustado ver la tinta electrónica de Esquirre. Son números históricos que algún día veremos con nostalgia.
De momento, no me imagino en el metro leyendo, perdón, viendo un vídeo de 40 minutos en una revista, menos aún si es publicidad (¿qué haría el resto de pasaje?). Tan fácil es apretar un botón en el mando a distancia como pasar una página. Pero tampoco hace 10 años me veía viendo series frente a la pantalla del ordenador y ya es algo corriente.
Cuando no sea noticia, ¿cómo van a competir anuncios estáticos con vídeos? ¿Es este el fin de la publicidad gráfica? ¿Cómo conseguirán que prestemos atención al texto si la revista se convierte en un televisor? Y la prensa, ¿leerán las noticias en lugar de escribirlas? ¿Qué harían para distinguirse de los anuncios?