[Contenidos] Para hacer rentable un blog hay que sudar

Ser blogger parece fácil, pero no lo es. Sí, escribir es liberador y hará que te sientas bien. Pero cuesta que sea rentable al bolsillo. Hay unos cuantos por ahí explicando lo rápido que han conseguido rentabilizar su blog, contándote incluso cuánto ganan cada mes o las visitas que han conseguido multiplicar mágicamente. La cocina es difícil que se vea, los entresijos que no se cuentan seguro que son los más jugosos. Por eso me gusta el estudio de Orbit Media, porque pone datos a lo que los que llevamos unos cuantos años en esto tenemos muy claro: hay que sudar para hacer que un blog sea rentable.

Es la 5º vez que hacen la encuesta a bloggers para conocer las tendencias pero en la de este año han sacado conclusiones aún más interesantes: ¿qué hacen los que contestan que ven resultados muy buenos (strong results)?

Datos del informe de Orbit Media sobre tendencias de blogging

Así que, ya lo ves, si quieres conseguir muy buenos resultados con tu blog has de escribir varias veces a la semana (incluso al día) posts de más de 2000 palabras con algún vídeo (o podcast) y les dedicarás más de 6h a cada uno. Además, prepara el bolsillo para invertir en publicidad y tu mejor sonrisa para relacionarte con otros (guests posts e influencers).

Tener un blog exitoso supone invertir varias veces a la semana más de 6h en escribir un post de +2000 palabras. #blogging Compartir en X

Si no quieres sudar tanto, puedes quedarte con los datos más comunes:

  • Escribe de media 1151 palabras por post (el 46% escribe entre 500-1000). Has de saber que cuanto más volumen, más engagement.
  • Añade varias fotos a los posts (el 54% lo hace).
  • Dedica de media 3h 28 minutos por post (el 23% dedica entre 2-3h).
  • Publica varias veces al mes (el 23% lo hace).
  • Utiliza las redes sociales para promocionar tus posts (el 96% lo hace).

Si aún te parece mucho esfuerzo, no te engañes y mejor dedícate a otra cosa porque los números van en aumento: los datos de hace un par de años indican que ahora se escribe más.

De media, se dedican 3h y 28 minutos a escribir un post de 1151 palabras, según el estudio de @orbiteers. Compartir en X

Si has llegado hasta aquí seguro que comprendes la importancia de tener datos que pongan en contexto nuestro trabajo, por eso te pido ayuda para que participes en mi encuesta. ¡Todos salimos ganando!

Por cierto: si no has cogido la referencia del título, no sabes qué es la fama.

Actualización 21 de noviembre: SEMRush ha publicado también datos al respecto. 810 es su media de palabras y 152 minutos para escribirlas, añadiendo datos de legibilidad con un 30% de lenguaje sencillo. Curioso el dato de lectura: 3 minutos de media.

[Contenidos] Qué se puede aprender de las películas carcelarias

De entre los géneros cinematográficos, el carcelario es uno de mis favoritos. Suelen ser películas corales, con guiones llenos de matices en la descripción de los personajes. Hablan de denuncia social, de superación personal, de trabajo en equipo… Hay buenos y malos, aunque los límites se confunden. Se pueden aprender muchas cosas de las películas ambientadas en cárceles pero, como hago en la serie de posts sobre cine y escritores, me centraré en su relación con los contenidos.

El género carcelario da para mucho. Algunas pelis son históricas o basadas en libros, otras son futuristas con cárceles modernísimas de ciencia ficción. Es fácil que hayas visto alguna… si no, te animo a ver alguna de las que comentaré. Así que lee el post bajo tu responsabilidad porque es posible que suelte algún spoiler.

Lo primero a lo que nos enfrentamos los que trabajamos en contenidos es a convencer a alguien de que es una buena idea dedicarles unos mínimos recursos. El content strategist hace una auditoría de contenidos para ver con qué material cuenta y saca sus conclusiones para que el cliente o su jefe tenga claro qué hay  que hacer. Eso mismo hace Henry Brubaker: como nuevo alcaide se infiltra en su cárcel para averiguar cómo funciona y proponer mejoras a la administración. Ha de luchar por conseguirlas porque no quieren cambiar lo que (aparentemente) ya funciona. ¿No te ha pasado al empezar a usar el marketing de contenidos?

Una frase que se repite en muchas películas carcelarias es “soy inocente”. Se puede oír varias veces y hasta provocar unas risas en una de mis favoritas, “Cadena perpetua”. Ahí todos dicen ser inocentes, no han hecho nada para estar ahí. Como cada pieza de contenido: nace buscando su objetivo y, algunas veces, lo hace por el mal camino. Robar contenido de otros, enlaces fraudulentos, malas optimizaciones… La pieza en si misma no tiene la culpa, es el sistema quien pervierte al contenido. Además, se puede “institucionalizar” y acabar dependiendo de los buscadores pero no tener interés para el usuario.

El día a día de la cárcel es muy rutinario pero, de tanto en tanto, hay algún intento de fuga o motín que revoluciona las costumbres de los presos y funcionarios. Sobre ese tipo de situación va “Celda 211” pero me interesa más “La gran evasión” porque los protagonistas de ese campo de prisioneros de guerra aseguran que es su obligación preparar planes de fuga (y lo consiguen, más o menos). En el caso de los contenidos, también debería ser obligado tener un plan para cumplir con el objetivo, sea cual sea. Dejar pasar el tiempo dando vueltas al patio (léase redes sociales) no lleva a ningún lado.

Fotograma de «Cadena perpetua».

Para escapar, hay que picar piedra. Esta expresión se cumple perfectamente en “La fuga de Alcatraz”, una película de referencia sobre esa cárcel. En ella se recrea el histórico plan para escapar de los presos que sí lo lograron (supuestamente). Así que no vale cualquier tipo de contenido, hay que currárselo (de ahí el plan). No sirve publicar lo primero que venga a la cabeza, a la desesperada (puedes morir en el intento). Cada contenido ha de tener algo especial. Y es que, para entrar en “La Roca” sin pasar por el juzgado, se usa un complicado sistema de túneles; pero para salir, hace falta algo más de creatividad.

Un factor clave para sobrevivir en la cárcel es conocer la jerarquía porque, a la hora de la verdad, hay un preso que controla lo que pasa dentro de los muros, desde las apuestas al contrabando. Es quien consigue cosas pero también el que protege al prota y le evita problemas. Podría ser un influencer que te ayuda con sus contenidos en un momento de crisis. En todas las películas carcelarias existe este personaje, incluso en las que la prisión no es la protagonista como “Con Air” o “American History X”. Quizá en “La última fortaleza” es donde más evidente resulta esta distribución de roles. En la película queda claro que conocer a la persona adecuada te puede sacar de más de un apuro, también con la distribución de contenidos.

Ya ves que hay muchas cosas que se pueden aprender de una peli ambientada en una cárcel para aplicarlas a tu estrategia de contenidos. La próxima vez que veas alguna, acuérdate de lo que te he contado y déjame un comentario con tus ideas.

[Contenidos] Cómo poner en piloto automático todos tus contenidos

Después de haber explicado cómo poner tu blog en piloto automático y hacer lo mismo con tus redes sociales, y aunque sea un poco más tarde de lo previsto, me faltaba recoger algunas opciones para que todo lo que tiene que ver con tus contenidos no te suponga nada de trabajo… aunque todo lo contrario si hablamos de dinero.

Y es que, sí hay muchas herramientas gratuitas para cubrir cuestiones básicas, pero cuando se trata de ahorro de tiempo hay que invertir algo de presupuesto. Esto hace que esté hablando de un nivel avanzado de madurez en la estrategia de contenidos.

Antes de seguir, conviene aclarar que la siguiente es una lista más para agrupar en un mismo lugar las herramientas que para recomendarlas porque reconozco que no las he probado todas. Así que los enlaces no están afiliados ni he recibido nada por parte de las empresas listadas a cambio de escribir este post.

Ordenadas según los pasos a seguir, repaso las herramientas automáticas para:

  • Planificar contenidos: si crees que planificar los contenidos para saber cuándo publicarlos es una cosa imposible de automatizar, te equivocas. Al menos es lo que dice que hace PublBox por 9$/mes: «Su plan de contenido en pocos clics: Configure fácilmente sus temas, categorías de contenido y horario de publicación». Eso y otras cosas, claro.
  • Mantener tu blog corporativo: ya vimos que es posible publicar casi sin esfuerzo pero el piloto automático de verdad sin perder calidad es pagando a una plataforma especializada o freelance como yo para que te haga el trabajo. Algunos servicios son más completos que otros pero, qué otra cosa puedo decir: merece la pena si realmente no quieres escribir ni una palabra en tu blog.
  • Captación de leads en cada post: hay un plugin para todo, también para esto. Si  quieres convertir automáticamente tus posts en PDF (recuerda opciones fáciles y manuales) y ofrecerlos para descargar a cambio del correo y así hacer crecer tu base de datos, puedes hacerte con WP Leads Machine por 37$.
  • Promocionar tu blog en redes sociales: hay muchas herramientas para hacerlo, ya comenté unas cuantas en el ebook sobre el tema (tanto gratuitas como de pago). Una muy conocida es MeetEdgar que por 49$/mes te permite tener una librería de contenido para ir rellenando tus redes. Una alternativa más económica es OneUp que con sus 7,99$/mes se compara con las características del pulpo.
  • Content curation para tus redes sociales: también aquí comenté algunas herramientas. Los últimos cambios en Twitter para evitar publicaciones masivas han hecho daño a los que usaban esa opción correctamente, pero aún hay opciones de pago a tener en cuenta como ContentStudio que por 25$/mes publica automáticamente según la búsqueda de contenidos que hayas hecho. Además, si quieres complementarlo con citas inspiracionales, ThoughtFlame las publica por ti a cambio de 77$/mes.
  • Acciones para crecer en redes: sí, hay herramientas que te indican qué usuarios seguir (ya mencioné Wibber y CrowdFire en mi experimiento científico) pero otras directamente lo hacen por ti. Eso hace el servicio de concierge de SocialBee por 98$/mes, además de una mezcla de todo lo anterior (curation, promoción de contenidos).
Herramientas (de pago) para poner en piloto automático todos tus contenidos. Compartir en X

Esta vez he elegido las herramientas por ser el extremo opuesto a lo manual, pero siempre es posible un acercamiento mixto donde se combinen funciones realizadas por algoritmos y decisiones hechas por humanos. Todo depende de la estrategia que quieras seguir o de los recursos que tengas a tu alcance.

Hay varias formas de plantearse si merece la pena o no invertir en herramientas de este tipo pero creo que la pregunta clave es si queremos sacrificar el toque humano que da personalidad a lo que hacemos. No me refiero a poner un emoji, enviar un DM automático o añadir un hashtag al final de un tuit para que parezca que hay alguien real detrás. Hablo de delicadeza y cuidado artesanal que supone elegir las palabras o los contenidos que definen a una marca.

¿Se puede dejar todo en piloto automático? Sí. ¿Se debe? No lo tengo tan claro… ¿y tú?

[Contenidos] Redactores de contenidos: expertos, sí. Pero, ¿en qué?

En las últimas semanas, varias personas me han preguntado sobre este aspecto de mi trabajo y por eso me he animado a poner por escrito mi respuesta: ¡los comentarios son bienvenidos!

Hace ya muchos años que decidí que quería dedicarme a redactar contenidos para las páginas web de otros. Y en «mi cargo» está la clave de lo que quiero explicarte hoy: fíjate que he dicho «de otros», en plural, es decir, de diferentes empresas.

En aquel momento no lo pensé, pero ahora me doy cuenta que tenía sentido que acabase siendo freelance porque me gusta escribir sobre diferentes temáticas. Aunque otros compañeros de profesión se han decantado por la especialización, yo prefiero no redactar siempre sobre lo mismo. Me motiva más, quizá porque soy curiosa.

Yo me dedico a escribir, redacto textos, caso palabras. Esa es mi especialidad, no el tema sobre el que versen. ¡Ni mi título académico (comunicación audiovisual) tiene que ver con lo que hago (más allá de mi desahogo de los miércoles)! Los sectores en los que se mueven mis clientes son variados y no por ello me siento insegura al enfrentarme a la hoja en blanco que tengo que llenar para ellos.

Así que, cuando un posible cliente me pregunta cómo puedo escribir sobre un producto sin probarlo, le digo sinceramente que no me hace falta para entenderlo o transmitirlo. Entonces le explico que sí hay productos o servicios que podría probar, pero también muchos otros donde es literalmente imposible que pudiese hacerlo.

Ejemplos: ya he dicho más de una vez por aquí que no tengo carnet de conducir, pero he escrito contenidos sobre accesorios de moto. Tampoco soy broker, pero he escrito sobre inversiones en bolsa. He escrito rutas de viaje sobre lugares en los que no he estado ni me pagaría por visitar, guías de un software que no he instalado ni usado nunca y reseñas sobre equipamiento industrial que no me visto más que en catálogo porque ni se puede ver en este país.

Algunos lo entienden cuando se lo explico (espero que sea tu caso porque así nos llevaremos mejor) pero también me encuentro con otros que ponen cara de «no lo pillo». Los primeros supongo que serán los que publican ofertas de empleo en las que se requiere ser periodista para crear y escribir recetas de cocina. De los segundos diría que llevan muchos años metidos en el mismo sector y no quieren salirse de ahí (me atrevo a decir que preferiría no relacionarme con ellos… pero ¡nunca se sabe!).

Entonces, «escribe sobre lo que sabes» (el mantra de los escritores de ficción), ¿se puede aplicar a la redacción corporativa? Bueno, si tenemos en cuenta la temática de este blog, diría que sí: escribo sobre lo que sé. Y soy una profesional responsable: también sé de lo que hablo cuando redacto para mis clientes. Sobre todo pasados unos cuantos artículos, cuando ya conozco mejor el tema.

No digo que sea fácil o rápido, requiere documentarse mucho más de lo que necesitaría una persona experta en ese ámbito. Pero yo no tengo problema en pasar un par de horas investigando para un artículo. Forma parte de mi trabajo y me gusta descubrir cosas nuevas. Navego a la caza de informes o datos concretos, busco en redes sociales tendencias, consulto libros sobre el tema… y, claro está, pregunto al cliente porque él o alguien de su empresa es el experto.

El nivel de implicación por parte del cliente varía según el proyecto (algo complicado cuando trabajo para agencias intermediarias). Algunos proponen títulos que se les ocurren, otros me envían artículos de referencia… pero casi todos leen lo que les preparo antes de publicarlo. Es lógico, al fin y al cabo ellos son los que firmarán públicamente el contenido. Así que yo estoy tranquila porque confío en una mezcla ganadora: alguien que sabe escribir y alguien que sabe del tema.

En resumen: quizá yo no sea experta en el tema sobre el que escribo, pero dedico tiempo a aprender lo suficiente sobre ello como para que el que sí lo es (mi cliente y sus clientes) encuentre sentido y valor a lo que explico.

¿Cómo lo hago? Bueno, es que también dedico tiempo a aprender lo suficiente de estrategias de marketing, de SEO, de comunicación, de los medios online, de persuasión orientada a ventas… como para que el texto final sea bueno, más allá de la temática. También eso forma parte de mi trabajo y me encanta.

Acabo con una pregunta: se puede ser experto pero, ¿se puede ser experto en todo? Para animar el debate, he abierto una encuesta en Twitter.

[Contenidos] 28 preguntas que debes hacerte al redactar un post para tu blog corporativo

Hace ya bastante tiempo que me dedico a redactar contenidos digitales, online, web… y hace unos cuantos que también imparto formación para enseñar a otros cómo escribir para Internet, para páginas web, para blogs… Así que hace un buen puñado de años que tengo clara mi metodología (si no la tuviese sería difícil que me ganase la vida redactando para otros). La aplico sin darme cuenta (cosas de la experiencia) pero me faltaba ponerla por escrito de forma clara para que sirviese a futuros redactores.

Después de darle vueltas al formato e inspirada por la del CMI, me decidí por una checklist que puedes consultar y descargar en PDF desde mi SlideShare.

Puedes encontrar los pasos para escribir un post divididos en 5 bloques para que no te olvides de ningún elemento clave:

  • Documentación, recuerda que no se puede escribir sin saber algo de la estrategia a seguir.
  • Esbozo, recomendaciones para organizar las ideas.
  • Título, preguntas clave para que cumpla su función y atraiga miradas.
  • Redacción, repaso a la estructura interna del post.
  • Edición, cosas en las que fijarse después de escribir y antes de publicar.

Cada bloque tiene una serie de preguntas para orientarte en la redacción del contenido (vale: si las cuentas, son 24 preguntas y 4 recomendaciones). Para que fuese una checklist de blogging, la respuesta es del tipo Sí/No, es decir, solo tienes que marcar el ítem que has repasado.

El objetivo es que te asegures de un vistazo que lo que has preparado está bien escrito. En otras palabras: ponértelo fácil, como todos mis recursos. Si quieres saber más, puedes consultar un tutorial que incluye recomendaciones prácticas y enlaces para cada paso de la redacción para un blog corporativo. Además, como no podía ser de otra forma, en «Manual de blogging» dedico un capítulo a ello.

Para ser legal, te aviso de que utilizo cookies en esta web:    leer detalles y configurar preferencias
Privacidad