[Contenidos] Diferencias y similitudes entre ebooks y whitepapers

La semana pasada, al comentar formatos más extensos que un post, avanzamos algunas diferencias y similitudes entre los ebooks y los whitepapers: tienen objetivos diferentes y, por tanto, también contenidos. En otras ocasiones hemos recomendado la descarga de unos y otros pero hoy vamos a tratar de clarificar más teóricamente para qué podemos usar cada uno de ellos.

Empecemos por lo que tienen en común: son documentos de extensión variable que suelen ofrecerse para descargarse en pdf ya sea gratuitamente o a cambio del correo. En este sentido, son buenas herramientas para aumentar nuestra base de datos de leads, de suscriptores o de fans en Facebook.

Pero tienen muchas otras diferencias:

  • Los ebooks se asocian con la versión digital de un libro pero antes de que nos invadiesen los ereaders ya existían. Su maquetación suele ser horizontal, con destacados, espacios en blanco y tipografía vistosa de gran tamaño: lo importante es la parte visual, por eso se utiliza un programa de diseño o PowerPoint en los más sencillos. El texto se orienta a consumidor final (B2C) con consejos e inspiradoras imágenes que los acompañan. La idea es más entretener que atraer a la venta.
  • Los whitepapers, en cambio, se pueden maquetar directamente con Word, en una página vertical como cualquier otro informe. Eso sí, la portada bien chula y con referencias a la empresa creadora al pie de cada página. Su contenido habitual es técnico, sin prestar demasiada atención a las imágenes, más allá de gráficos. Su público mayoritario son empresas (B2B) y el enfoque mucho más comercial que el de los ebooks.

La elección entre uno y otro debería ser fácil para las empresas pero lo cierto es que aquí cuesta encontrarlos (algunos se camuflan en ppts) y se utilizan mucho menos que en Estados Unidos.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 39 (9 de mayo de 2011).

[Contenidos] Algo más extenso que un post

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes pero como ayer fue festivo, lo republico y la envío hoy martes.

Partiendo de la base de que cualquier empresa debe generar contenidos interesantes para su público objetivo, uno de los problemas previos (incluso antes de encontrar los recursos para redactarlos y promocionarlos) es cómo presentarlos. Utilizando el símil de cualquier producto de consumo: ¿cuál será su packaging? ¿Cómo lo consultará el usuario?

Veamos hoy los artículos cuya extensión es demasiado larga para un post y que, para facilitar la lectura, debería publicarse en una serie de posts o en otro tipo de formato. Los más habituales son los white papers y los ebooks, dos tipos de contenidos similares en cuanto a formato pero distintos en cuanto a público, objetivos y, en consecuencia, contenidos.

La semana que viene hablaremos más en detalle de las diferencias entre ellos, centrémonos en cómo lo verán los usuarios que lo consulten. La opción más fácil es ofrecer la descarga del archivo en PDF en cualquiera de sus variantes (gratis, previo registro, a cambio del email…) pero también se puede permitir la consulta online con herramientas tipo SlideShare o Scribd.

Los catálogos de productos y las revistas también se han digitalizado para ahorrar costes de imprenta por un lado y para aumentar el alcance por el otro. Se utilizan entonces servicios más atractivos visualmente como pueden ser los ejemplos de Issuu, UniFlip o nxtbook. Como es habitual en medios sociales, estos servicios permiten incrustar nuestros documentos en otras páginas.

No hay que olvidar que son combinables con otros pensados para extensiones más limitadas.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 38 (2 de mayo de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Comparando bocadillos con artículos

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes

Después de trabajar en el jardín de los contenidos, ¿te apetece un sandwich? Sí, seguimos hablando de escribir y no artículos de cocina. Y es que en Write to Done comparan los artículos con los bocadillos.

Según este planteamiento de Sean DSouza, las rebanadas de pan equivalen a la apertura y a la clausura de un texto. Igual que para que el bocadillo sea fácil de comer necesita el pan arriba y abajo, los artículos también. Hablamos entonces de introducciones y conclusiones que pueden ser casi idénticas.

Siempre hay excepciones (¿los montaditos se pueden considerar bocadillos?) pero coincido bastante con la idea. Pero también es cierto que si la rebanada superior tiene algo diferente (llámale sésamo o una buena pregunta que anime a seguir leyendo), el bocadillo será más atractivo.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 38 (2 de mayo de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Dos recursos para inspirarse cada día

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío los lunes.

Escribir algo cada día es la mejor forma de mantener la frescura de nuestras ideas. A las técnicas que ya hemos ido viendo para vencer a la hoja en blanco, vamos a añadir dos recursos que también pueden ayudarnos como punto de partida.

En enero se puso en marcha el blog The Daily Post, desde donde se ayuda a los participantes del reto de WordPress de escribir un post cada día. Puede seguirse por Twitter en @postaday igual que Plinky en @plinkyprompts. Este servicio, usado como complemento de WordPress, va un poco más allá y crea un post con tu respuesta a las preguntas diarias que plantean pudiendo incluso añadir una fotografía.

En ambos casos sugieren cada día algo nuevo sobre lo que escribir y, aunque puede parecer que están más orientados a blogs de temática personal, también pueden servir para encontrar enfoques diferentes en redacciones profesionales y corporativas.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 37 (26 de abril de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] El silencio

El silencio es el principio de todo. Rodeados de la ausencia de mensaje es cuando podemos crear nuestra propia historia, nuestro discurso. De la nada es de donde surgen las ideas, las chipas de la vida. Si solo podemos oír nuestros propios pensamientos, encontraremos nuestra propia voz. Como una hoja en blanco, te da espacio para inspirar, respirar a pleno pulmón… y crear.

El silencio transmite la tranquilidad de un bebé durmiendo, la complicidad de una pareja que ya no necesita hablar o la comprensión de quien simplemente escucha. La magia del silencio es que por él mismo también comunica. Y es que hablar de silencio también es hablar de tiempo, porque hay un momento para hablar y uno para callar. El lenguaje no verbal lo pone fácil cuando la conversación es cara a cara, pero en la distancia el silencio es causa de conflicto.

El silencio puede ser también el final, lo que queda cuando ya se ha dicho todo y no se quiere inventar nada más. Otorgar es el peor uso que se le puede dar porque suele ser sinónimo de apatia. Callar por indiferencia es tan negativo como si la causa es el desconocimiento de que hay alguien escuchando nuestro silencio. Siempre hay alguien al otro lado que también quiere oír nuestros pensamientos, nuestra historia, nuestra voz. Eso sí, a cambio de que también escuchemos los suyos.

El ruido es el extremo opuesto al silencio. Es el enemigo comunicativo a evitar porque conlleva sobresaturación de mensajes y no nos deja encontrar nuestro rincón, nuestro espacio vital. El exceso de gente queriendo escuchar su propia voz es igual a mala comunicación. En ese momento de caos,  o nos dejamos guiar por la corriente de los que gritan o huimos a buscar ese hueco en el que recuperar nuestro silencio.

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