[Contenidos] Ampliar vocabulario

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

Me ha llegado un mail no deseado que se ha convertido en inspiración para el tema central de esta newsletter. Es uno de mis defectos: leo todo lo que me llega por correo, incluido el spam que lleva por asunto «ampliar el vocabulario». Al abrir el mensaje me he encontrado con definiciones demasiado literales de palabras más o menos cotidianas. Por ejemplo, ‘telepatia’ seria el televisor de la hermana de mi madre o ‘nuevamente’ un cerebro sin usar.

Podemos seguir con el humor para recordar la película «Oscar», donde el protagonista se propone aprender una palabra nueva cada día como refuerzo en su transformación de mafioso a banquero. O, más seriamente, recurrir al método Maurer según el cual con saber 1000 palabras tenemos suficiente para hablar y entendernos en inglés.

Sea como sea, de vuelta al mundo de la redacción, debemos conocer y utilizar el lenguaje de nuestro público objetivo, de las personas que queremos que lean nuestros contenidos, de los visitantes que queremos convertir en clientes. El tono y el estilo se construyen gracias al vocabulario que utilizamos.

Otro punto de vista a tener en cuenta cuando hablamos de palabras es el del posicionamiento en buscadores. Las keywords que los usuarios utilizarán para buscarnos tienen que ser las mismas por las que queremos que nos encuentren. Y para eso tenemos que escribir con las palabras con las que ellos nos describirían.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 28 (21 de febrero de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] La comunicación del silencio

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes. Hoy un pequeño homenaje a la hoja en blanco que se deja en blanco expresamente.

Volviendo al momento de crear el árbol de contenidos, como mapa que estructura todo lo que podemos encontrar en un sitio web, debe ordenar todas las páginas relevantes para la empresa. Pero no hay que olvidar nunca que el silencio también comunica y que, por tanto, aquellas páginas que se decida no incluir también estarán diciendo algo de nuestra empresa.

Y lo mismo cuando vamos al detalle de cada página, cualquier párrafo que se elimina en la edición o que ni siquiera se llega a escribir también forma parte de la (no)comunicación de la empresa.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 24 (24de enero de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Cualquier página es una landing page

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

En una novela, el primer capítulo es el más importante porque animará o no al lector a seguir leyendo. Aún más, el primer párrafo es el que posiblemente le hará comprarlo en ese momento de indecisión en la librería cuando ya se ha leído la contraportada. Esto es así porque el mundo real es lineal: hay que seguir paso a paso, capítulo a capítulo, la estructura definida por el autor.

Pero no es así en la redacción hipertextual, el orden lo define el lector, no el redactor. El visitante elige la página de entrada y no siempre es la principal. Entonces, si la home no equivale al primer capítulo de una novela, ¿cuál es la parte más importante de una web? ¡Cualquier página es una landing page!

Lo importante al crear el árbol de contenidos de un sitio web bajo este enfoque es la navegación, es decir, la creación de enlaces internos que guíen al visitante de esa página a la ruta que se haya definido como óptima dentro del proceso de compra.

Por otro lado, cualquier primer párrafo puede llegar a ser una introducción innecesaria si no consigue realmente arrastrar al siguiente párrafo… o si destaca menos que un titular o destacado de la página.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 24 (24 de enero de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Ningún texto dura eternamente

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes. Hoy uno más corto de lo habitual para contrarrestar el anterior que fue más largo de lo habitual.

En Índica han recopilado algunas frases que ya no se usan como «colgar en Internet» o «portal» pero la que más me gusta es «en construcción». Esta expresión, acompañada normalmente de algún gif animado, dejó paso en la era de la web 2.0 a «beta». Su sentido migró hacia la idea de que se está construyendo, modificando y mejorando constantemente. Me gusta porque en los contenidos ocurre igual: no hay ningún texto que dure eternamente, siempre se ha de ir adaptando a las necesidades el usuario.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 23 (17 de enero de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

[Contenidos] Pensar en el usuario y en uno mismo

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

El marketing de contenidos, resumiendo, consiste en ponerse en lugar del cliente o potencial cliente y crear aquel contenido que realmente le interesa. En esta newsletter hemos hablado varias veces de pensar en ellos pero, como excepción que confirma la regla, volvamos al cole siendo un poco egoístas.

La persona responsable de crear el contenido ha de ser consciente de sus limitaciones y de sus puntos fuertes y elegir el tipo de contenido más adecuado, también, para si mismo.

  • Pongamos a E: es capaz de escribir sobre cualquier cosa pero, en cambio, no le gusta que la graben. Su estrategia de contenidos, por tanto, no puede incluir un canal en YouTube tipo «Bricomanía» pero sí un ebook.
  • Otro caso, el de V: prefiere llamar que chatear o escribir un email lo cual le permitiría llenar horas y horas de un podcast y, con suerte, algún post de tanto en tanto, aunque alguien tendría que revisarlo para evitar faltas.
  • Y otro más, el de A: le gusta controlar y repasar todas las clases que prepara de manera que si tuviese que hacer un webinar sería conveniente pregrabarlo antes en lugar de hacerlo en directo. Seguramente a V no le importaría vivir esa emoción.

Hay que establecer un equilibrio entre lo que quiere el usuario y lo que podemos ofrecerle. La elección del tipo de contenido está condicionada por nuestras capacidades pero también por el tiempo de que disponemos. Recurrir a la externalización cuando alguno de estos dos factores falla es una buena solución para perseguir la idea de que sin contenido relevante, no hay posibilidad de llamar la atención y retener a los clientes.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 22 (10 de enero de 2011). ¿Quieres leer más? ¡Suscríbete!

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