[Contenidos] Errores al redactar para web

Ardath Albee publica una lista de 26 errores que pueden arruinar tus contenidos. Los traduzco libremente, reordeno y quito algunos similares:

  1. El gancho está escondido más allá del primer párrafo… si es que existe
  2. No hay estructura interna
  3. No hay llamadas a la acción
  4. El contenido es monótono, aburrido
  5. Se quiere decir demasiado a la vez
  6. Los títulos hacen promesas vacías
  7. Las frases son muy largas
  8. Los párrafos son muy largos
  9. Los posts son muy largos
  10. Las palabras pretenden reflejar lo bien que se sabe escribir
  11. El contenido está enfocado en lo que quiere la empresa, no lo que quiere el lector
  12. Se prima más la información comercial que la utilidad
  13. Los posts no los firma una persona
  14. Se trata a los lectores de tontos
  15. Se asusta a los lectores en lugar de motivarlos
  16. Se pretende defender la posición u ofender a la competencia
  17. El contenido está copiado de competidores
  18. No se atribuyen las fuentes de los datos
  19. Los acrónimos nunca se explican
  20. Hay errores gramaticales y tipográficos

Todos tienen su importancia pero he marcado en negrita los que me parecen más graves y que de alguna manera resumen la clave de saber escribir bien para la web.

[Contenidos] Escribir enlazando, también internamente

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

En la mayoría de los blogs los enlaces abundan pero, en cambio, muchas páginas web corporativas tienen miedo a enlazar como si tuviesen alergia al hipertexto. Podríamos hablar largo y tendido de escribir teniendo en cuenta los enlaces externos pero hoy nos centraremos en los internos.

Para ello nos aliaremos con la usabilidad, disciplina que se encarga de hacer que los usuarios encuentren las cosas fácilmente. Desde una perspectiva textual, los enlaces internos son sus herramientas básicas ya que son la guía que ha de seguir el usuario para no perderse entre nuestros contenidos.

Sus enemigos son los botones del navegador: cuando un usuario los utiliza para moverse por nuestra web es que está perdido y, por lo tanto, nosotros también lo estamos perdiendo. No sabe dónde ir después de leer algo porque le falta algún enlace para seguir el camino que hayamos definido.

Si los enlaces externos sirven para complementar la información, los internos para orientar al usuario dentro de esa ruta. Si todos los caminos llevan a Roma, el final de nuestra web debe llevar a la compra de nuestro producto o servicio.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 9 (11 de octubre de 2010). ¿Quieres leer el resto?

[Contenidos] La redacción y la reputación

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes.

Podría parecer que aquellos tiempos en los que los profesores puntuaban nuestra manera de escribir ha pasado. Eso de que nos descontasen puntos por un error de ortografía o que garabateasen «mal expresado» junto a un 0 patatero suena del cole, del insti, de la uni. En la vida profesional quien puntúa sobre 10 no es el profe ni el jefe, es el cliente.

Si nuestra web tiene errores de ortografía o no se entiende bien qué queremos expresar, estamos perdiendo clientes y dañando nuestra reputación. Da muy mala imagen ver un anuncio de AdWords o un banner con faltas, ¿quién clickará en ellos? Y lo mismo se puede suponer de cualquier página web.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 9 (11 de octubre de 2010). ¿Quieres leer el resto?

[Contenidos] Sin miedo a la hoja en blanco

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes (la de hoy, por cierto, viene en forma de ebook).

La historia que nos cuenta Agustí Brañas sobre sus mellizas es un buen ejemplo de cómo podemos enfrentarnos a la hoja en blanco jugando con varios folios blancos y además utilizando palabras clave. Todo eso en cuatro pasos:

  • Escribir las palabras que queremos que aparezcan en el texto, cada una en un folio.
  • Escribir una frase con cada palabra.
  • Ordenar las frases para que tengan sentido.
  • Editar las frases para darles cohesión y acabar de perfilar la historia.

Este método es precisamente el que recomiendo en un ebook que estoy escribiendo: rellenar un índice es más fácil que una página en blanco.

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 8 (4 de octubre de 2010). ¿Quieres leer el resto?

[Contenidos] Qué se puede aprender de…

Cada lunes republico un artículo de la newsletter semanal sobre marketing de contenidos que también envío cada lunes (justamente en la de hoy seguía mi propio consejo para buscar inspiración y he escrito sobre la película «Descubriendo a Forrester»).

Buscar sobre qué escribir no siempre es fácil. Para encontrar un tema diferente, que realmente ofrezca valor y que te motive a escribir, presta atención al mundo offline. En el online también hay muchas fuentes de inspiración, pero con ejemplos de la vida real conseguirás posts más originales.

Mira a tu alrededor: cuál es tu película favorita, la serie que no te pierdes nunca, el grupo de música que siempre escuchas o tu escritor de referencia. Haz el ejercicio de aplicar su historia al tema sobre el que escribes. Conseguirás un post divulgativo y entretenido que destacará entre el resto y también atraerá visitas de la gente que conoce la referencia. Un título fácil sería: «¿Qué se puede aprender de… ?».

Originalmente publicado en la newsletter Marketing de contenidos, número 7 (27 de septiembre de 2010). ¿Quieres leer el resto?

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