Media News S25 A16

Internet
Mantener un blog perfectamente actualizado pasaría por revisar todos los links para asegurarse de que aún están activos. Es algo que casi nadie hace porque, bueno, es una pesadilla al menos para los que nos gusta enlazar. Recientemente tuve que arreglar algunos porque sin querer parece ser que estaba enlazando a una página con software malicioso. Aproveché y dediqué unos minutos a seguir otros enlaces que sí funcionaban para ver qué había sido de aquellos blogs que antes tenían un hueco en mi Bloglines y ahora no están en mi Feedly. Algunos estaban desactualizados o habían dejado de hablar de temas que me interesaban, cosas del paso del tiempo: no solo se rompen links, también las relaciones entre blogs.

Cine
Hay épocas del año en que las noticias se repiten y en esta época ya se avecinan los blockbusters del verano. Así que viene a ser lo más normal del mundo que los récords se sucedan, como si fuesen los JJOO. Últimamente es recurrente la fórmula «el estreno más taquillero» y después cosas como «del fin de semana», «de todos los tiempos» o incluso entrando al género tipo «película de animación». Entiendo que es importante mantener los números al día pero el baile de cifras es bastante aburrido y la sensación de que caducarán pronto no ayuda mucho a prestarles atención. La actualidad es fácil de seguir pero encuentro a faltar algo un poco más reflexionado sobre el por qué de esos bailes. Seguro que desde Hollywood se está haciendo.

Televisión
Cuando las series de allí acaban, algunas empiezan aquí para cubrir expediente. Como explica la Chica de la tele hablando del estreno de «Quantico» en Cuatro, muchas solo cumplen su función veraniega a base de emitir la temporada completa en un par de meses. En bloques de 2 o 3 capítulos por día, es fácil acabarla pronto y la buena noticia para los que se van de vacaciones en agosto es que no importan mucho estos maratones porque seguro que antes de hacer las maletas ya habrán perdido el interés en ella. No todas las series necesitan 20-23 capítulos, con 10-13 es suficiente para contar una buena historia. El resto es alargarlo innecesariamente.

Publicidad
Considerando que existe la publicidad engañosa y que, lo sea realmente o no, cada vez nos fiamos menos de lo que nos cuentan los anuncios, es de agradecer que una marca cuente algunas verdades del mundo real porque así parece todo más verdad de la buena. Lo hace Campofrío para explicar que en sus Finissimas importa la base igual que en la vida. En las escenas, tanto de trabajo como más románticas, se dicen las verdades a la cara porque está claro que eso fomenta una buena relación o, en sus palabras, «una buena base lo es todo». La duda que me queda es si es verdad que su masa las «hace únicas» porque si no fuese así, ¿dónde quedaría tanta verdad?

Media News S24 A16

Cine
El tema de los sueldos es muy recurrente tanto para el cine como para las series y también en la vida real. Hay un cierto morbo en saber cuánto cobran las grandes estrellas por hacer según qué papeles. Cada película es diferente pero los de Vanity Fair han encontrado una manera muy curiosa de mostrar cómo se reparten los ingresos: usando unos títulos de crédito. ¿200 millones de presupuesto dan para todos los que salen en ellos? Parece ser que sí, según los precios de los sindicatos… lo que pasa en la vida real ya es otro asunto porque, por poner un ejemplo, el sueldo de un caballo en un western no es comparable con el de un equipo de efectos en una peli de súper héroes.

Televisión
Combino dos artículos de Borja que veo relacionados: por un lado, la manía de avisarnos cuando va a entregarse un premio millonario en un concurso; por el otro, la mala costumbre de enlazar programas para no dar tiempo a cambiar el canal. Digo que están relacionados porque la culpa de que los programadores hagan esas trampas es de los telespectadores. Sí, nuestra. Básicamente por nuestra poca atención o, en otras palabras, por no ser capaces de concentrarnos cuando algo es aburrido y no tiene emoción y eso sirve tanto para títulos de crédito de programas como concursos que nadie gana. Por eso han de avisarnos de que no nos vayamos todavía porque aún hay más (ya lo decía Súper Ratón).

Publicidad
Sigo combinando porque hay dos anuncios que han llamado mi atención por utilizar la vanidad de muchas de las fotos hechas con el móvil que se cuelgan en redes sociales. La primera idea está dedicada a los reflejos y utiliza cristales que destrozan el objetivo de la imagen. Ya hace tiempo que hubo una campaña similar (aunque no recuerdo la marca así que no he podido encontrarla) aprovechando lo que hay fuera de campo en fotos aparentemente ‘buenas’. La segunda quiere recordarnos que el móvil es muy práctico en algunas situaciones, pero no te garantiza que una buena fotografía. Lo interesante es que ambas son campañas que se camuflan muy bien entre algunas actualizaciones sociales… sobre todo ahora que viene el verano.

Internet
No puedo evitar ¡como mínimo sonreír! al leer un artículo tipo «Cómo genero 40.000€/mes con mi blog«. Claro que también lo hago al leer «Cómo conseguir los primeros 1.000 followers«. Cada uno tiene su estilo y su audiencia, de eso estoy segura. No es lo mismo ser rentable en un blog que ganar seguidores en Twitter, pero en el fondo los dos hablan de lo mismo así que tienen algunos puntos en común. Por ejemplo que hay que ser constante y no dejar de insistir. Con la paciencia seguimos topando, es inevitable. El problema es que es una virtud que no todos tienen y por eso se acaba comprando seguidores y dejando de lado el blog. Por suerte algunos siguen contando sus cuitas para seguir alimentando el círculo vicioso de la blogosfera.

Media News S23 A16

Cine
Recuerdo que cuando estudiaba había una asignatura llamada ‘géneros cinematográficos’… quizá ahora ya no la hagan o tenga un enfoque diferente. Y es que la idea de catalogar películas bajo una etiqueta era muy sencillo en el cine clásico pero ahora ya no lo es tanto. La frase de John Landis en una entrevista aprovechando un premio a su carrera lo que explica bien: «Los géneros cinematográficos no son más que un código con el que puedes jugar. Todo puede ser mezclado y alterado. Puedes hacer una película de guerra en el Oeste o un musical de ciencia-ficción. Todo está permitido». Hubiese sido atrevido verlo así hace décadas, pero ahora no le falta verdad. ¡Hay espacio para todos en el mundo del cine!

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La semana pasada se celebró el Festival de El Sol. Un año más, una oportunidad para ver qué es lo más destacado de la publi del año pasado. El spot navideño de El Gordo se ha llevado, ejem, el premio gordo en la categoría de TV (por segundo año consecutivo). Las buenas campañas siempre son agradables de ver, independientemente de los entresijos que hay detrás. Pero, como suele suceder en estos casos, me resulta curioso que en el palmarés haya campañas que ni me suenan. Me ocurre un poco como con el cine: antes conocía a la mayoría de los que entraban en quinielas, ahora solo algunos. No me quejo, significa solamente que la publi ya no está tan en mi vida como antes.

Televisión
Los datos de consumo televisivo parecen ser de otras personas de otras épocas cuando no había tanto ocio disponible… hasta que lees que hay quien se ve la temporada completa de una serie en 4 días y piensas que ojalá pudieses hacerlo tú. Los datos de Netflix son muy interesantes aunque se basen solo en su plataforma. Y sí, dan un poco de envidia. Confieso que he hecho maratones de series, quizá hasta 4 o 5 capítulos seguidos, pero solo de un día (o una tarde-noche). Son series algo diferentes las que consiguen eso porque, en realidad, las buenas son las que tras 1 solo capítulo tienes que digerir todo lo que ha pasado antes de poder ver el siguiente. No todas valen para este tipo de maratones… ni tampoco todos los sillones.

Internet
¿He dicho suficientes veces que en la Red todo va muy deprisa? Pues lo repito: hace 10 años desde que se publicó uno de los primeros libros sobre este mundillo de la blogosfera. «La revolución de los blogs» lleva ese tiempo en mi estantería y no solo porque mi nombre aparezca en él. Es un clásico al que alguna vez me asomo cuando tengo nostalgia de épocas pasadas. Me suele ocurrir cuando tengo que explicar qué es un blog o por qué empezar uno. Parece mentira, pero una década después aún hay que explicar estas cosas a los recién llegados. Así lo hago en «Estrategia de contenidos» pero solo como punto de partida para que después la empresa siga creciendo. Sería un error quedarse ahí, solo en el blog, en lugar de seguir otras revoluciones.

Media News S22 A16

Televisión
Cuando hace unas semanas comentaba que se me estaban acabando las series, una de las que tenía en mente era «Castle». Sí, esta temporada estaba siendo la peor pero se hace raro ver las últimas escenas de una serie pensando que los personajes se están despidiendo porque nunca volverán a ser interpretados. Claro que se hace divertido cuando justo antes ves el primer capítulo, cuando aún no habían vivido tantas cosas. Los guionistas tienen mucho trabajo para cerrar tramas y que todos queden contentos… lo cual es imposible, evidentemente. El personaje de Richard Castle siempre me gustó, incluso tengo varios de sus libros en mi biblioteca. Es una lástima que desaparezca porque estoy convencida que aún tiene muchas historias que encontrar.

Cine
No es la primera vez que hablo de tráilers y de teasers pero quizá sí sea la primera que se mezclan estos dos conceptos y, claro, tenía que ser por culpa del móvil y las reproducciones online. Según cuentan en Blog de cine, nos ponen las imágenes más impactantes a modo de teaser para que nos quedemos viendo el tráiler completo. Todo sea por ganar visualizaciones pero coincido en que se pierde bastante la opción de hacer un buen trabajo. Un tráiler puede reescribir por completo el guión o dar aspectos engañosos pero sin duda la decisión más importante a tomar es cuántos ‘grandes momentos’ mostrar y cuántos dejar para cuando se vea la película. Pasa con chistes pero también con escenas dramáticas y afecta tanto al teaser como al tráiler.

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Tengo cierta debilidad por la nostalgia publicitaria… si ya me gusta ver anuncios, ¡cómo no ver algunos clásicos! Sí, hay campañas que se pueden llamar clásicas y no siempre son las que ganan premios tipo El Sol o Cannes, ni siquiera porque salgan en la Super Bowl o sea lo primero que veamos con el año nuevo. Son las que marcan una generación, las que nos hacen cambiar la manera de hablar o expresarnos. Un poco como ocurre con algunos personajes de la tele, pero con acciones mucho más cortas (lo cual tiene aún más mérito). Lo que pasa con la nostalgia es que te ayuda a conectar rápidamente con quien la comparte (compañeros de generación) pero que descoloca fácilmente a los que no (llamémosles de otras generaciones, no necesariamente nuevas).

Internet
Responder en menos de 24h es una de las normas no escritas de los negocios online. De hecho, cuanto menos tiempo pase se supone que mejor imagen de preocupación por tus clientes transmites. Cuando envías un formulario, esperas que el mensaje de respuesta llegue en un plazo similar, ¿verdad? Si no te avisan de lo contrario, te genera intranquilidad pero confías en que cumplan con esa «norma». Ahora bien, ¿qué pasa cuando te dan una estimación pero no la cumplen? Es cuando te dicen que tardarán menos de 1 día laborable y al 2º ya estás buscando alternativas porque crees que no te van a contestar. ¿No te ha pasado nunca? A mí más de una vez en formularios made in Spain pero muy pocas veces en otros países.

Media News S21 A16

Televisión
Hay series que llevan tanto tiempo en parrilla que parece que vayan a estar ahí para siempre. «CSI» es una de ellas pero todas sus franquicias se han ido para no volver. Pero eso no significa que la serie ya esté muerta. Aquí aún hay repeticiones de varias de ellas en varios canales y pronto empezará a emitirse en abierto la temporada 15 y última de Las Vegas. Pasarán años hasta que dejemos de verlos pero aún muchos más hasta que desaparezcan los laboratorios criminalísticos de otras series. Sus zooms al detalle de las pruebas, montajes musicales mientras se analizan o ya más recientemente proyecciones hipotéticas de los hechos marcaron un antes y un después en el guión de cualquier serie que busque a los malos.

Internet
Aquello de ‘se nos está yendo de las manos’ sigue pasando en el mundillo online. Es tan fácil hacer cosas que, claro, ¿cómo no seguir probando hasta que alguien nos pare? Y ese ‘alguien’, lo has acertado, es el propio mercado que se encarga de regular y poner a la gente en su sitio. Si la semana pasada me quejaba de la poca diferenciación que tienen algunas empresas, hoy me fijo en iniciativas que despuntan subidas a carros que parecen despegar pero que igual se estrellan. Algunos aprovecharán para criticar sin pensar en ello, pero creo que hay que elogiar propuestas rompedoras, aunque no tengo por qué estar de acuerdo en el motivo del riesgo.

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Es ver el spot de Bankia para autónomos y no puedo evitar sonreír. Casualidades de la programación, el primero que vi fue el de la florista que camina a lo T1000 como si fuese una escena más de «Terminator 2» y desde entonces que tengo ganas de ver la peli. Aunque reconozco que el taxista tiene su miga, el hombre cogiendo huevos a lo «Mi novia es una extraterrestre» es el segundo que más me gusta. No sé si me hacen sonreír por la visión cinéfila de los protagonistas o porque soy autónoma y algunas veces nos piden cosas sin sentido. Da un poco igual porque hay pocos anuncios que lo consigan así que solo puedo celebrarlo y esperar a que ‘el resto de mortales’ nos traten como personas normales y corrientes.

Cine
Hace unas semanas cayó en mis manos (bueno, vale, la busqué) una copia en DVD de «El ladrón de Bagdad» de 1940. Automáticamente, tuve ganas de volver a ver «Aladdín» pero también de volver a leer «Las mil y una noches«. Es curioso porque eso no me pasa con cualquiera de las películas actuales que están basadas en libros: no suelen entrarme ganas de ver las diferencias o saber más sobre algún personaje. Alguna vez sí que me ha pasado con versiones anteriores que se hayan hecho en otros países, pero no es lo normal. Y definitivamente me pasa con reboots que no acaban de ser lo que yo esperaba y me confirman que el cine de antes es muchas veces mejor (aún con efectos que provocarían ciertas risas).

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